lunes, 14 de marzo de 2011

Chile, más mujeres con anorexia.

Desde la Edad Media existen documentos que describen trastornos de la conducta alimentaria, pero recién en los últimos 35 años se ha visto un aumento alarmante de esta enfermedad. En Chile su prevalencia se estima en 3% en las adolescentes y mujeres jóvenes, sin embargo especialistas alertan que los casos va en ascenso.

La palabra anorexia proviene del griego anorektous y significa falta o ausencia de apetito. Y es precisamente en lo que consiste esta enfermedad, de la cual ya indican antecedentes desde la Edad Media.

Sin embargo, es en los últimos 35 años en que se ha detectado un aumento alarmante de esta patología. Según explica Macarena Gullón, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello, la prevalencia en nuestro país es del 3% en las adolescentes y mujeres jóvenes.

“Las edades van desde los 10 hasta los 30 años, comenzando cada vez más temprano. El pick se encuentra entre los 17 y 18 años. Si bien el porcentaje de esta enfermedad sigue siendo más alto en las mujeres (90-95%), los hombres han ido en aumento (5-10%) el último tiempo”, agrega la nutricionista.

¿Por qué?

Las causas de esta enfermedad siguen siendo inciertas. Distintas disciplinas tratan de entenderla, explica la profesional, como por ejemplo las psicológicas que hablan de jóvenes con un padre ausente, crítico y cruel aunque a veces seductor. También se hace referencia a una madre aprensiva pero tolerante, inmadura y con sentimientos de envidia y competencia en relación a la delgadez de su hija.

Además, están las teorías genéticas que indican que en familias donde existen algunos miembros con trastornos alimentarios, estos se dan con mayor frecuencia en las generaciones futuras.

Por otro lado, están las teorías socioculturales que establecen que la enfermedad nace como respuesta a la sobrevaloración social a la delgadez. Esta presión afectaría especialmente a las mujeres, que anhelan alcanzar ese ideal estilizado culturalmente exitoso, relacionado con la belleza y el atractivo sexual.

A ese prototipo social de delgadez se suman la extensa lista de alimentos light y sistemas de adelgazamiento, físicos y dietéticos que prometen una vida exitosa en sus mensajes, sólo por ser más delgado.

Pero la nutricionista subraya que también hay algunos factores predisponentes como el nivel intelectual alto, buen rendimiento académico, autocontrol, perfeccionismo, inseguridad, exceso de responsabilidad, dificultad para expresar con palabras las emociones o afectos.

Síntomas

Los síntomas más frecuentes de la anorexia son el temor exagerado a la ganancia de peso y distorsión de la imagen corporal, se ven a si mismas obesas, aunque su estado sea delgadez extrema. La experta además, dice que presentan notoria preocupación por el aspecto personal, negación de la enfermedad, preocupación por el contenido calórico de los alimentos y una postura estoica de autosacrificio.

La conducta habitual frente a la alimentación, señala la especialista, es hacer restricciones drásticas en su ingesta, especialmente en alimentos ricos en hidratos de carbono, como pan, pastas, arroz, azúcares, y en alimentos ricos en lípidos como frituras, quesos, embutidos, aceite entre otros.

Suelen además mostrar hábitos alimentarios peculiares, como ingesta excesiva de café, comer a escondidas, ocultar alimentos por la casa, deshacerse de la comida servida usando servilletas, bolsas plásticas o bolsillos. “Es común que corten los alimentos en trozos muy pequeños al comer, ordenen los alimentos alrededor del plato y tengan una ingesta excesivamente lenta. Las pacientes estiman que estas conductas son totalmente normales y distan de alguna enfermedad”, indica la nutricionista.

También utilizan con frecuencia métodos purgativos, ya sea el abuso de laxantes, diuréticos o vómitos autoinducidos mezclándose esta conducta con otro trastorno conocido como bulimia.

Consecuencias y tratamiento

Producto de la escasez de nutrientes a la que se ven expuestas, las pacientes anoréxicas suelen presentar osteopenia y osteoporosis, que implican un aumento del riesgo de fracturas. Son frecuentes además, la deshidratación y la hipopotasemia o disminución del potasio en la sangre que puede provocar deterioro de la musculatura del corazón u otros problemas cardíacos, que podrían incluso derivar en un paro cardíaco.

Dentro de las consecuencias, también se encuentra la infertilidad por amenorrea (ausencia de menstruación), alteración de la función renal e hipotermia (disminución de la temperatura corporal).

Macarena Gullón afirma que el tratamiento de la anorexia se centra en la psicoterapia individual y familiar es el pilar fundamental durante todo el período de la enfermedad. También se recurre a tratamiento farmacológico.

“Se busca también con urgencia, regularizar los déficit nutricionales y electrolíticos provocados por la mal nutrición. Dependiendo de la severidad del cuadro se decide por una hospitalización, si es que hay riesgo vital, o un tratamiento de tipo ambulatorio si no lo hay”, dice la especialista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario