viernes, 18 de marzo de 2011

Como entrenar la memoria.

En la enorme maraña de ladrillos que es la escuela Hershey, hay una salita angosta, no muy lejos de las chimeneas dobles de una fábrica de chocolates. La puerta no tiene número y las paredes no tienen ventanas. Una profesora llamada Colette Silvestri pasa allí las tardes de los jueves dirigiendo la práctica de su equipo. Cronometra a un grupo de estudiantes que miran fijamente pedazos de papel o a veces un mazo de cartas o fotos de personas que no conocen.

Los estudiantes memorizan todo lo que pueden, en general en períodos de 15 minutos de tedioso silencio. Después ponen en acción su memoria para recordar, por ejemplo, 120 palabras al azar en su exacto orden. O tal vez traten de hacer coincidir 159 nombres desconocidos con fotos de extraños.

Estos estudiantes son los campeones de un certamen de memoria estadounidense, que se disputa año a año entre diferentes colegios. “Es increíble”, dijo Tony Dottino, fundador de la competencia nacional. Para él, los equipos de memoria son excelentes para las escuelas secundarias, si se considera el estudio y las pruebas que involucran para los estudiantes. “Me doy la cabeza contra la pared tratando de conseguir que participen más chicos”, dijo.

Por ahora, el programa modelo se encuentra en el centro de Pensilvania, donde fue implantado por una consultora en el área de liderazgo empresarial llamada Rhonda Hess. Ella fue jueza en la competencia nacional de Dottino en Nueva York hace varios años y volvió a su casa convencida de que el entrenamiento de la memoria sería útil para los estudiantes. Lo más impresionante es que dos récords nacionales fueron batidos por un par de alumnos de Hershey de 16 años.

Kelly Kohlman, que también participa en los juegos y el ballet de la escuela, recordó perfectamente las 227 palabras, las mayúsculas y la puntuación de una poesía que acababa de leer. Sophia Hu, que salta con garrocha en el equipo de atletismo y es sorda, escribió con exactitud 120 palabras aleatorias en su orden correspondiente.

Silvestri, la profesora de apoyo para los dotados, es la instructora. Habla rápido y se ríe con facilidad, desbordando sapiencia para afiches motivadores.

“Prefiero poner memoria en un niño antes que en una PC”, dijo.

Para Silvestri el entrenamiento de la memoria resucita la sagrada trinidad de las viejas capacidades escolares, enfrentando la era de la computadora al lápiz y al papel.

Mejora los tiempos de atención, la caligrafía y la capacidad para retener información, dice, todas víctimas de la tecnología .

“Salgan a tocar las flores”, dijo. “Lo digital es fantástico. Pero somos humanos”.

Es un marcado cambio de filosofía para Silvestri, cuya formación ecléctica incluye la ópera y escribir obras de teatro. Era una investigadora con muchos conocimientos de tecnología para una comisión del Senado de Pensilvania cuando dejó todo para dedicarse a la enseñanza. Heredó el equipo de memoria de East Pennsboro High School en 2007, cuyos integrantes usaban remera acordes que decían: “Sean buenos con nosotros. Nunca olvidamos una cara”.

Se trasladó a Hershey High School para el siguiente año lectivo y prácticamente sacó de los pasillos un grupo de potenciales atletas mentales. Desde entonces, su equipo ha ganado todos los campeonatos nacionales. Sus trofeos ocupan un lugar destacado en la entrada principal de la escuela.

“Teníamos una remera que decía ... ¿cómo era?” dijo Silvestri.

“No me acuerdo”, dijo en tono monocorde un alumno de los años inferiores, Vishnu Patel.

El olvido es una broma gastada, persistente. Los que están en el equipo de memoria son constantemente interrogados por los otros. “Rápido: ¿Qué número de patente tenía ese auto? ¿Qué llevaba puesto yo ayer?”.

“Tenemos que soportar un montón de bromas”, dijo Vishnu, corredor a campo traviesa y vicepresidente de los cursos inferiores.

La diversión se acaba cuando los otros estudiantes ven a Vishnu o a sus compañeros preparándose para un test de vocabulario, por ejemplo.

“Ese día, más que estudiar, puedo recordar 50 o 60 definiciones”, dijo Kabir Singh. “No es algo que promueva. Pero a mí me da resultado”.

La selección actual de Silvestri cuenta con 15 integrantes. Es tan difícil que quien ostenta el récord nacional para nombres y caras, Hannan Kahn, de 16 años, ahora en el equipo es suplente.

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