viernes, 4 de marzo de 2011

Las disfunciones sexuales de hoy.

Hombres y mujeres podrían padecer a lo largo de su vida alguna disfunción sexual.
Según estudios, los trastornos de erección y eyaculación precoz son los más recurrentes en los hombres.

Las mujeres, en cambio, se ven más afectadas por la reducción en el nivel de deseo y diversas dificultades para llegar al orgasmo.

Para quienes llegan a padecer los trastornos, puede resultar difícil de identificar cuándo ya se ha convertido en un problema, sin embargo, nunca es tarde para buscar una solución y mejorar su calidad de vida sexual, reconstruir los lazos afectivos dañados por el problema y elevar la propia autoestima.

Por trastorno sexual se entiende “cualquier impedimento, ya sea de orden físico, psicológico o social que inhiba o dificulte la realización y goce de la actividad sexual”.

Según el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM IV), consultada por profesionales para el diagnóstico de los principales trastornos sexuales, estos pueden ser:

-Deseo sexual hipoactivo: disminución (o ausencia) de fantasías y deseos de actividad sexual de forma persistente o recurrente.

-Trastorno por aversión al sexo: aversión o evitación persistente a los contactos sexuales genitales con una pareja sexual.

-Trastorno de la excitación sexual: incapacidad, persistente o recurrente, para obtener o mantener la respuesta de lubricación propia de la fase de excitación, hasta la terminación de la actividad sexual, en el caso de las mujeres. Para los hombres, la incapacidad de lograr o mantener una erección apropiada hasta el final de la actividad sexual.

-Trastorno orgásmico: tanto en hombres como en mujeres, ausencia o retraso persistente o recurrente del orgasmo tras una fase de excitación sexual normal, acorde a la capacidad que correspondería por edad, experiencia sexual y estimulación sexual recibida.

-Eyaculación precoz: eyaculación persistente o recurrente en respuesta a una estimulación sexual mínima antes, durante o poco tiempo después de la penetración, y antes de que la persona lo desee. El clínico debe tener en cuenta factores que influyen en la duración de la fase de excitación, como son la edad, la novedad de la pareja o la situación y la frecuencia de la actividad sexual.

-Vaginismo: aparición persistente o recurrente de espasmos involuntarios de la musculatura del tercio externo de la vagina, que interfiere el coito.
Si bien estos son los más comunes, la consulta con un especialista es fundamental para identificarlo, encontrar las razones que lo generen, y finalmente, iniciar un tratamiento específico y adecuado.

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