miércoles, 23 de marzo de 2011

Los aliados atacan todos los frentes.

Las fuerzas aliadas han reconocido hoy que se han efectuado bombardeos contra objetivos del régimen de Muamar el Gadafi que están atacando a las ciudades de Ajdabiya, Misrata y Zauiya, lo que ha provocado que los leales detengan su ofensiva. Según el contraalmirante estadounidense, Gerard Hueber, las fuerzas militares del líder libio siguen en amplia violación de la resolución de Naciones Unidas al atacar a la población civil, por lo que los militares aliados están apuntando ahora a las fuerzas mecanizadas, la artillería y los sitios de misiles móviles. Hueber ha informado que en las últimas 24 horas, la coalición ha realizado 175 misiones de combate, de las cuales 113 han sido llevadas a cabo por las fuerzas estadounidenses y el resto por otros miembros de la alianza.

El contraalmirante ha hablado con los periodistas desde el USS Mount Whitney, emplazado en el Mediterráneo. Ha asegurado que hasta el momento "no hay informes de civiles muertos" desde que comenzó la operación. "Nuestra misión aquí es proteger a la población civil y escogemos nuestros objetivos y planificamos nuestras operaciones con esa idea como principal prioridad".

Las declaraciones de Hueber se han producido poco después de que Reino Unido asegurara que Gadafi ya no puede contar con su fuerza aérea, lo que permite a los aliados sobrevolar el espacio aéreo del país sin peligro y además atacar a las tropas del régimen cuando representen una amenaza a la población civil. El jefe del primer grupo de la Real Fuerza Aérea británica, el general Greg Bagwell, ha asegurado que "ahora estamos aplicando una presión sostenida y sin descanso sobre las fuerzas armadas libias", tras neutralizar las fuerzas de combate aéreas del régimen.

"Efectivamente, su fuerza aérea ya no existe como fuerza de combate y su sistema integrado de defensa aérea y las redes de mando y control está muy degradadas hasta el punto de que podemos operar casi con impunidad sobre Libia". Bagwell ha hablado en una base aérea en el sur de Italia, donde están estacionadas las aeronaves británicas.

Mientras a nivel diplomático se define la coordinación política de la operación contra el régimen de Gadafi, aviones de la coalición internacional han lanzado hoy al menos dos ataques aéreos contra posiciones militares del Gobierno libio en los alrededores de Misrata, a 200 kilómetros al este de Trípoli y bajo mando de las fuerzas rebeldes. Como consecuencia de este bombardeo, los tanques y la artillería del régimen han interrumpido su castigo sobre esta ciudad de 300 mil habitantes, sometida a un férreo acoso de las fuerzas leales a Gadafi desde un mes. Castigo que se ha incrementado desde el inicio de la intervención aliada en Libia, en un movimiento interpretado como maniobra defensiva para protegerse del acoso áreo.

La aviación aliada, después de bombardear en una primera fase las inmediaciones de Bengasi y Trípoli, se centra ahora en Misrata para neutralizar el asalto del régimen y dar oxígeno a los rebeldes, que sufren de escasez de armas para responder a la ofensiva terrestre de Gadafi. "Los cazas aliados han bombardeado en dos ocasiones, una a las 12:45 (10:45 de esta mañana) y la otra hace menos de dos horas", ha declarado a Reuters un testigo desde Misrata. Las fuerzas de Gadafi "no han lanzado ni un solo disparo de artillería desde los ataques aéreos", ha agregado.

Catástrofe humanitaria

El asedio del régimen a sus enemigos dejó ayer un balance de 17 muertos en este enclave, según fuentes médicas citadas por France Presse. Las fuerzas de Gadafi, según la cadena de televisión Al Yazira, han ocupado un hospital y han apostado francotiradores en el tejado y en los carros de combate que rodean la ciudad.

La situación en el interior, según los residentes contactados telefónicamente por Al Yazira, es crítica dado que carecen de suministros, electricidad, medicinas y el número de heridos es muy elevado. Los rebeldes, aislados del resto del territorio en poder de los insurgentes, han levantado un hospital en un barco, ya que la única clínica en funcionamiento no da abasto para atender la multitud de heridos de bala y metralla.

Por su parte, la cadena de televisión Al Arabiya ha informado de que se han registrado heridos en los combates en Ajdabiya, la estratégica ciudad al sur de Bengasi, capital de los rebeldes.

Nuevo gobierno interino en Bengasi

La oposición que se alzó contra la tiranía de Gadafi intenta, en paralelo a los combates, organizarse de cara a un hipotético futuro en Libia sin la presencia del coronel. El Consejo Nacional Libio, que engloba a los grupos opositores que resisten en Bengasi, ha decidido cambiar su nombre por el de Gobierno interino, según ha informado Al Yazira. El presidente de este nuevo Ejecutivo será Mahmud Jibril, un veterano reformista que había protagonizado en el pasado un proyecto para establecer un Estado democrático en Libia. Actualmente ejercía como representante del Consejo Nacional Libio ante la comunidad internacional.

De hecho, Jibril participó en el encuentro que mantuvo el pasado 10 de marzo la formación opositora con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, al término del cual el mandatario galo decidió reconocer al Consejo Nacional como el único representante legítimo del pueblo libio.

Por su parte, un representante del Consejo Nacional, Mansur Saif al Nasr, ha asegurado en París que el Gobierno que surja en caso de que se consiga derrocar a Gadafi será "secular y democrático". "El pueblo libio es moderado y el Estado no estará gobernado por clérigos", ha dicho.

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