lunes, 14 de marzo de 2011

Papá, mamá, soy gay.

En España hay miles de adolescentes con una orientación o identidad sexual no mayoritaria (gais, lesbianas, transexuales, bisexuales). Para muchos, es un periodo de ocultación, que puede ser muy frustrante si no consiguen el apoyo de la familia. Pero no es cuestión de precipitarse para decirlo, afirma la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales en una guía que acaba de publicar.

En ella se explica que antes de decidirse a hablar con la familia, hay que tener muy claro lo que se es, y haberlo asumido (no vivirlo con culpa). Conviene tener apoyos fuera, por si los primeros momentos son duros, y "también es conveniente que elijas a qué miembros de la familia debes informar primero", señala la guía.

Además, se recomienda no decirlo en un momento de crisis familiar, ni usar la información como un "arma" en un momento de enfado.

Por supuesto, tener la mayor información posible (referentes, libros que prestarles) ayuda. Y, aunque a medio plazo la federación afirma que las relaciones mejorarán cuando la familia lo sepa, admite que puede pasar tiempo -"hasta años"- hasta que todos lo acepten. Por si acaso, si hay "sospechas" de que la familia puede llegar "a retirarte el apoyo económico para tus estudios, u obligarte a salir de casa, deberías considerar si es preferible esperar a que no tengan ese control económico sobre ti", aconseja la guía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario