jueves, 17 de marzo de 2011

Perfecta, la infiel.

Ella se llama Perfecta, porque nació el 19 de abril día de la Santa Perfecta, cosa que ella odia con todas sus fuerzas, no les perdona ese agravio a sus padres. Ha sido la burla de todos desde niña por cargar con ese nombre tan original, y divertido para los demás.

Perfecta se casó muy joven con un hombre mayor que ella, no tuvo hijos. Ese hombre, Arturo, era rico empresario, además era el novio de su hermana mayor. Perfecta se lo arrebató de fea manera, y su hermana todavía no se lo perdona.

Arturo y Perfecta vivían muy bien en un barrio elegante, con todas las comodidades de una familia rica, varios autos, viajes al extranjero, compras de artículos suntuarios: aparatos electrónicos, joyas caras y ropa y calzado de marca.

Perfecta se sentía insatisfecha con su vida de casada, Arturo la aburría demasiado y la celaba mucho. Porque Perfecta era una coqueta descarada; y si un hombre le gustaba le lanzaba miradas seductoras delante de su marido.

Por las crisis constantes en su matrimonio, Perfecta buscó ayuda profesional y contactó a un psicoanalista destacado de la ciudad, que le recomendó una colega suya de la universidad.

Perfecta empezó a ir a su terapia dos veces por semana, estaba encantada, estaba entiendiendo la raíz de su desajuste matrimonial, su insatisfacción permanente. Pero, algo estaba haciéndole ruido en su cabeza, estaba experimentando sensaciones eróticas con su terapeuta. Cada vez que se acostaba en el diván, ella se excitaba demasiado imaginando que ella y su analista hacían el amor.

A los cuatro meses de estar acudiendo a la consulta de ese destacado analista, le dijo: ya tomé una decisión, me voy a divorciar de Arturo. En efecto, abandonó el hogar conyugal y se fue a vivir con su hermana, la novia original de Arturo.

Sin hijos el trámite de divorció fue expedito.

Al año de su divorcio, Perfecta continuaba entusiasmada con su análisis y con su analista.

Un día no se aguantó más y le dijo a su analista: Doctor, yo quiero ser su amante.

El doctor guardó silencio, prudentemente. Se lo pensó bien y estuvo de acuerdo con iniciar una relación amorosa con Perfecta, pero primero la dio de alta como su paciente para poder pasar a otro tipo de relación, el análisis en ese instante terminó.

Mientras el doctor y Perfecta vivían un loco amor pasional, ella continuaba viendo a escondidas a su exmarido. Arturo moría de celos y le pedía con ruegos y llantos, que regresara ella a su lado. Durante dos años Perfecta mantuvo el romance triangular.

Un día iban tomados de la mano Perfecta y el doctor, cuando de pronto se apareció Arturo en ese parque, venía de frente hacia ellos, Perfecta guardó la calma y le dijo al doctor: bésame en la boca. Y en ese momento Arturo pasó al lado de la pareja y siguió su camino.

A partir de ahí las cosas se complicaron demasiado para perfecta. El exmarido le quitó la pensión, planeó el robo de su auto elegante que él le había comprado, ocurrió un robo a su casa, de la cual extrajeron los ladrones precisamente todos los regalos que Arturo le había hecho a su amada Perfecta en aquellos años felices.

Arturo sabía perfectamente los pasos de su amada Perfecta, porque eran notorios los seguimientos de la pareja a cargo de dos detectives. Pero una cosa es saber por fotografías y por los informes detallados lo que su infiel exesposa hacía y otra muy distinta fue haberlos encontrado en pleno romance en ese parque.

Perfecta le juraba amor a su exmarido y le decía que ella era libre para amar a otro hombre al mismo tiempo, solo el doctor ignoraba esa secreta relación de su amante con su ex marido...

Perfecta no tenía relaciones sexuales con Arturo porque en ese terreno era fiel con el doctor.

Después de los robos de sus pertenencias más queridas Perfecta sabía perfectamente que el autor intelectual de ellos era nada menos que Arturo. Delante del doctor le hace una llamada telefónica y lo amenaza con denunciar sus evasiones fiscales al gobierno. Ella exigía a gritos la devolución de sus pertenencias.

Una noche que Perfecta y el doctor estaban en pleno lance amoroso, se escuchó en la calle la alarma del auto del doctor, se asomaron por la ventana y observaron a Arturo y a dos hombres robándose el auto.

Cuando Arturo le puso un ultimátum a Perfecta ¿o vuelves conmigo o te desfiguro la cara, que piensas?

Perfecta sabiamente vuelve al lado de Arturo y él le pide que se casen de nuevo, ella acepta y le pone una condición: seguir de amante del doctor.

Ella recupera todos sus bienes incautados a la mala por su ahora nuevo marido.

Arturo está feliz ya tiene de nuevo a su mujer con él, en casita, con escapadas esporádicas de ella al domicilio del doctor, es decir todo está bajo control.

Perfecta tiene todo lo que necesita para vivir feliz; marido, casa, auto nuevo, joyas, viajes y una sexualidad exquisita con "su" doctor de cabecera...

1 comentario:

  1. Interesante publicación. Las cosas del amor y el corazón siempre son complejas y no tienen lógica ni sentido. Una relación de tres traerá desdicha y tristeza a quienes sufren la infidelidad.

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