jueves, 14 de abril de 2011

Aumentan los pobres en el mundo.

44 millones de nuevos pobres en apenas nueve meses. Los altos precios de los alimentos, que marcan niveles récord mes tras mes desde finales del año pasado, están dejando una tremenda factura en los países en desarrollo, particularmente grave en Oriente Medio y los países del Norte de África, y explican -en parte- las algaradas sociales en algunos de esos países.

Esos 44 millones de personas se han incorporado al grupo de gente que vive por debajo de la línea de la pobreza (con ingresos de 1,25 dólares al día) desde junio del año pasado, según los datos que acaba de dar a conocer el Banco Mundial en Washington. Los precios de los alimentos se mantienen en niveles récord desde finales del año pasado, y están en torno a los máximos alcanzados en 2008, durante la última crisis alimentaria.

"El encarecimiento del precio del petróleo" y en general el alza de precios de la energía está detrás de esa tendencia, según el organismo con sede en Washington. Y la factura puede ser aún mayor: el Banco Mundial calcula que un incremento adicional del 10% -el pasado año los precios subiernos en torno al 30%- provocaría 10 millones más de pobres; si las cifras de crecimiento de los precios se van hasta el 30%, eso llevaría por debajo del umbral de pobreza a 34 millones de personas más.

Los efectos colaterales son sobresalientes: la institución que preside Robert Zoellick asegura que la inflación está ya en dos dígitos en países como Irán, Egipto y Siria (donde el peso de los alimentos en la cesta de la compra es muy superior que en los países occidentales, y por lo tanto un encarecimiento provoca un recorte inmediato del poder adquisitivo). El maíz, uno de los productos básicos en esos países, ha experimentado un alza del 17% en el último trimestre.

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