Cuando Fernando Molina salió del centro de México para mudarse a Illinois, buscaba un alojamiento económico, en especial en barrios de hispanos con tiendas de abasto, panaderías y sitios donde comprar ropa.
Pero no se estableció en Chicago, un centro tradicional de llegada para los mexicanos que van hacia el norte, sino que se quedó en Aurora, a unos 24 kilómetros (40 millas) al oeste de la ciudad.
"Es como un México dentro de Estados Unidos", dijo Molina, de 37 años, un trabajador social que ha vivido en Estados Unidos por más de una década y ahora ayuda a otras familias de inmigrantes. "Se puede encontrar de todo en las tiendas".
En la última década, decenas de miles de personas han seguido ese camino hacia Aurora, donde más de 35 mil de los cerca de 55 mil residentes nuevos, que llegaron entre 2000 y 2010, son hispanos. La ciudad, cuya población está compuesta por más de 40% de hispanos, ha superado a Rockford, convirtiéndose en la segunda más grande de Illinois.
La tendencia de los inmigrantes que van directamente a ciertos suburbios, en vez de comenzar su vida dentro de Estados Unidos en una ciudad importante, se intensificó de 2000 a 2010 y fue un factor para el aumento de 32,5% de la población hispana de Illinois en ese periodo, según información del censo recientemente revelada.
Los demógrafos señalan que este fenómeno no solo ocurre alrededor de Chicago; lo mismo pasa en otras ciudades importantes que solían ser puntos de entrada para inmigrantes, como Nueva York, Los Angeles y San Francisco. Aunque el crecimiento sostenido de la población hispana disminuyó en Chicago, la llegada de los hispanos ayudó a que el condado de Kendall al oeste de Aurora se convirtiera en la demarcación con el crecimiento más rápido en el país durante varios años de esa década.
El crecimiento también ha transformado a otras poblaciones más pequeñas. Montgomery, a unas cuantas millas al sur de Aurora triplicó su población a más de 18 mil habitantes desde el 2000. Casi 4 mil de los nuevos residentes eran hispanos, mientras que en el 2000 sólo 700 vivían ahí.
Entre ellos están Molina, su esposa y sus dos hijos, que decidieron mudarse de Aurora a Montgomery el año pasado para tener una casa más grande, escuelas más pequeñas y mejores opciones de vivienda.
"Ahora los inmigrantes viven en muchos lugares donde no había ninguno hace 20 o 30 años", dijo Audrey Singer, una importante colaboradora con el Instituto Brookings de Washington.
Singer dijo que la población extranjera en los suburbios de Estados Unidos se ha disparado en la última década y se ha expandido a zonas incluso más alejadas de los centros urbanos. Singer prevé que la ola continúe durante esta década.
El aumento en la población hispana de Illinois, de 1.53 millones en 2000 a 2.03 millones el año pasado, ayudó a mantener el 3.3% de crecimiento de la población en el estado, según el censo federal.
La mayoría ocurrió en los condados alrededor del de Cook, donde se encuentra Chicago. La población hispana creció 65% en el condado Kane, hacia el oeste; aumentó a más del doble en el condado de Will hacia el suroeste y a más del cuádruple en Kendall, que incluye partes de Aurora.
Durante la misma década, Chicago y el condado de Cook redujeron su población. Chicago agregó sólo 25 mil residentes hispanos. Esto ha llevado a importantes cambios políticos, económicos y culturales para los suburbios. También significará un mayor cuidado con respecto al proceso que se hace cada diez años para redibujar los límites de los distritos legislativos y del Congreso.
En general, se prevé que Illinois perderá un escaño en el Congreso, pero las leyes estatales y federales diseñadas para proteger los derechos electorales de las minorías significan que las zonas con un crecimiento de este tipo de población deben ser consideradas en las nuevas delimitaciones.
Algunas de las ciudades han señalado que el crecimiento de la población les ha ayudado a superar la crisis económica, aunque también ha traído otros retos.
Por ejemplo en Montgomery, las autoridades dicen que el flujo de la población significa una tasa de impuestos menor y menores costos para los servicios por residente, así como una mayor cantidad de fondos federales.
Mientras que la tasa de desempleo de Rockford se mantenía en 14%, en Aurora era de 9%. Los suburbios con grandes poblaciones hispanas, que por lo general se encuentran alrededor de una ciudad que envejece sin mucho desarrollo nuevo, ayudaron a utilizar las viviendas y a atraer nuevos negocios, según las autoridades de Aurora.
Pero al mismo tiempo los distritos escolares tienen que lidiar con la superpoblación. Las escuelas del este de Aurora, que tienen alrededor de 13 mil 500 estudiantes, recibieron más de 2 mil 100 estudiantes nuevos durante la década. El tamaño promedio del primer grado pasó de cerca de 21 estudiantes en 2002 a 26 estudiantes en 2010, según autoridades de educación estatal.
"Esta es realmente una ciudad de inmigrantes", dijo el alcalde Tom Weisner, que considera el crecimiento de hispanos como una nueva etapa en la historia de Aurora.
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