El primer amor/Rita Fernández.

Las cartas.
No había internet, ni celulares y la larga distancia era cara. Además del amor, la ilusión, el deseo teníamos el correo y así sostuvimos por un poco más de un año esa relación epistolar preciosa así como esas visitas de tres días una vez cada mes o dos en las que cuando te despedías sentía una punzada en la boca del estómago. Algunas veces volabas, otras conducías desenfrenado y yo siempre esperando. Así me dejaste aquella última vez, esperando esa llegada que no ocurrió. Borré las señales que dejaste a tu paso, impulsivamente, con dolor. Era un ritual necesario en su momento. Hoy sonrío al recordar extractos de esas cartas alegres y el olor de tu loción

Amor de lejos, de pendejos?
Hay tiempo para todo en la vida y etapas en el camino. Disfrutar las mismas es la premisa así que ha quedado descartado ese decir. El primer amor no se olvida nunca y menos si eres correspondida. Que dure poco o mucho no importa es la intensidad del sentimiento y lo que ocurre mientras estas en ello. Hay muchos derrames de adrenalina y mucho languidecer leyendo esas cartas que mi amor escribía diario de lunes a viernes. Los fines de semana eran para salir y parrandear tanto en Puebla como en Guatemala. Qué enamorada estuve esa temporada y que poco sabía de lo condicionado que estaba Luis por su familia. Me costó entender en ese entonces que lo que no puede ser hay que dejarlo ir.

Desencanto
Me derretía su mirada y me moría de risa con sus ocurrencias. Pero que muchacho tan simpático era guapo, alto, moreno y muy distinguido y me miró a mí. En el grupo que estábamos chicos y chicas él me escogió. Toda una sorpresa ya que en ese entonces era yo una muchacha tímida. No hubo declaración de amor ya que las palabras sobraban. Nuestro lenguaje era íntimo, cálido y muy claro. Vivíamos el momento con mucha intensidad y la afinidad entre los dos era absoluta. Estábamos enamorados y así pasamos días y noches durante algún tiempo hasta el momento en que sus padres le presionaron y él sucumbió a esa presión. Fue muy grande mi desencanto. Unos meses más tarde vino la explicación pero yo entretenida estaba entonando otra canción. Lo pasado atrás quedó.