viernes, 8 de abril de 2011

José-José un cantante pobre.

Fue millonario cinco veces, pero no sabe quién se quedó con esas fortunas. Hoy José José se sincera y dice que su retorno a los escenarios y a la industria musical es porque “necesita pagar los gastos de la casa, la deuda del hospital de Sarita y para la leche de La Chata (su hija menor)”.

Allegarse de recursos no ha sido fácil para El Príncipe de la canción, quien estuvo inactivo tres años a causa del tratamiento de recuperación de la voz, que ya terminó y que apenas la noche del miércoles reestrenó en el Palacio del Arte de Morelia.

“Estoy de regreso y lo hago porque necesito dinero. Funcionó el tratamiento homeopático, el alópata y los demás que tuve, por eso estoy en una gira en la que empecé a trabajar ayer (miércoles) y próximo a grabar mi tan ansiado disco, que he tenido parado tantos años”, dijo en conferencia de prensa.

En este tiempo el cantante ha revalorado la amistad, la fama, pero sobre todo ha aprendido que la “fe mueve montañas”, por ello no tiene empacho en decir lo que siente y quiere.

“En este tiempo sólo me he mantenido de la buena voluntad de algunas personas, de las regalías que me da mi disquera y de la venta de mi libro, por eso agradezco el apoyo de mi público, que no me olvida”.

Parte de este proceso de recuperación financiera es el lanzamiento de un álbum doble con DVD de éxitos al lado de su ahijado titulado Frente a Frente: José José y Cristian, con nueve temas y 10 videos de cada intérprete. “El disco que sacó Cristian es un éxito y me da gusto, pero los empresarios me dicen que la gente está ansiosa de verme cantar, por eso este disco del que sí me tocará algo, pero también ya empezaré a retomar las grabaciones de mi álbum número 31 en mi carrera”.

Compositores colombianos y venezolanos, así como Reyli son los letristas de la próxima producción del Príncipe, y empezará a grabar en las vacaciones de verano “o entre semana, de lunes a miércoles, porque tengo muchas deudas y urge pagarlas”, reconoce.

Rico de amistades

En la década de los 80 José Sosa conoció a muchas personas que lo decepcionaron, la mayoría de ellas mujeres, que lo orillaron al vicio del alcoholismo, pero comparte que sus decepciones más fuertes fueron de aquellos que se llamaron sus amigos.

“Es lamentable cómo tiene la gente la capacidad de usar y la amistad queda reducida a añicos. Me han decepcionado mucho las mujeres, pero lo estoy más de los hombres, de amigos, porque ahora sé que cuando dices amistad conlleva un contrato de derechos y obligaciones que no se cumplen siempre”.

Hoy sólo quedan a la estrella mexicana sus amigos de la infancia de la colonia Clavería, cantantes como Marco Antonio Muñiz, Vicente Fernández, Plácido Domingo y el fallecido Pedro Vargas, así como quienes comparten con él en esta gira llamada justo así: “José José y sus amigos”. “Están Chamín Correa, Carlos Cuevas, Celso Piña y la bella Dulce; en Morelia no estuvo ella y mi amigo Napoléon me acompañó. Ellos salen a cantar mis canciones y después yo cierro el espectáculo, canto solo y luego todos juntos interpretamos otra pieza. Me sentí muy bien y creo que poco a poco recuperaré la totalidad de mi capacidad, porque me sentí poco cansado, pero hasta canté ‘El triste’, mi canción más difícil”.

Confeso guadalupano, el intérprete tuvo su lección de vida más fuerte en tener fe y una férrea disciplina para vencer su parálisis y recuperar sus capacidades. “Tengo 18 años de sobriedad y espero estar perfectamente para trabajar otros dos años más. Hoy me siento bien, sólo tengo que cuidar lo de la hernia hiatal. Es lo único que me preocupa y que algunos de mis hijos tenga lo mismo que yo”.

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