Los suegros, ese problema.

Seis de cada diez españoles admiten tener algún tipo de problema con sus suegros y manifiestan que puede ser un causante de conflictos, pero afirman que hay que aprender a convivir con ellos de la mejor manera posible, según un estudio sobre nuevos hábitos familiares encargado por 20th Century Fox Home Entertainment.

Con base en los resultados, "queda demostrado que en Sevilla las relaciones con los suegros afectan en mayor medida a las relaciones con su pareja mientras que en Madrid y en Barcelona como apenas ven a sus suegros es difícil el tener conflictos".

Otro dato que se desgrana de la encuesta es que la ciudad de Madrid encabeza el ranking de capitales españolas con más padres o madres solteros. Aunque siete de cada 10 familias madrileñas son tradicionales, casi un 4 por ciento son monoparentales. Las conclusiones del estudio a nivel nacional certifican que el 71 por ciento de los encuestados tienen una familia tradicional, pero surgen nuevos modelos: el 9,09 por ciento son familias monoparentales con padres divorciados o separados, el 6,32 por ciento son parejas sin hijos y solo el 1,38 por ciento son familias homoparentales (mismo sexo).

Además, a nivel nacional más de la mitad de los núcleos familiares se componen de tres o cuatro miembros y sólo el 8,10 por ciento tienen familias numerosas de más de cinco personas. En general se ve con regularidad, al menos una vez al mes, a aquellos familiares con los que no se convive, especialmente a los padres, y hermanos.

Familia homoparental
En el supuesto de que un miembro de la familia se declare homosexual y quisiera formar su propia familia, sólo la mitad de los madrileños aceptaría esta decisión sin ningún inconveniente, mientras que el 38,61 por ciento mostraría reticencias iniciales aunque reconoce que acabaría por aceptarlo. En la ciudad donde éste supuesto tendría menor aceptación sería en Sevilla y la ciudad más tolerante sería Barcelona.

Destaca el dato que sólo el 25,7 por ciento dejaría su trabajo para dedicarse a cuidar a su familia. Entre los que más valoran su trabajo por encima de su responsabilidad familiar están los valencianos. Todo lo contrario que madrileños y bilbaínos, que buscarían otra formulas para intentar conciliar vida laboral y familiar y en ningún caso antepondrían su trabajo al cuidado de su familia.