Académicos, estudiantes y trabajadores demandarán al Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México la renuncia de la rectora Esther Orozco por considerar que su proyecto se opone a los objetivos originales que dieron pie a la creación de este centro de estudios y que eran los de ser una alternativa a los jóvenes que no tienen accesibilidad a la educación superior pública existente en el DF, señaló el académico Raúl Villegas.
El modelo que quiere implantar Orozco se basa en un sistema productivista y tecnocrático, para lo cual resulta fundamental “que los estudiantes se titulen, no importa cómo”, añadió.
En entrevista, señaló que la mayor parte de los estudiantes de la UACM trabaja, “por lo que no pueden tener el mismo rendimiento que los sectores acomodados , cuyos jóvenes se dedican a estudiar y cuentan con todos los recursos y apoyo de sus familias”.
Indicó que como miembro del consejo asesor de la UACM durante todo el periodo del anterior rector, Manuel Pérez Rocha, la doctora Orozco no hizo crítica alguna al modelo educativo de esta universidad.
Actualmente, la rectora se propone cambiar el perfil de los estudiantes que ingresan a la UACM, pero su proyecto no está en la docencia, sino en la investigación, que es lo mejor pagado por las empresas, afirmó.
En la propuesta que hizo ante el consejo Universitario para la creación de nuevas carreras, Esther Orozco propuso 11 nuevas disciplinas o carreras, todas de carácter técnico como ingeniería, ciencias de la computación, principalmente, pero ninguna de carácter social.
Villegas dijo que la universidad se creó con el fin de dar una alternativa a los estudiantes que se quedan sin escuela año con año o que no tienen accesibilidad a la escuela pública superior y en este sistema se eliminó el examen de admisión y se adoptó la insaculación para dar entrada a todos los aspirantes y de esa manera ha venido funcionando la universidad, la cual ha aceptado al 95 por ciento de los jóvenes que desean ingresar a esta y sólo ha quedado fuera un 5 por ciento, el cual, sin embargo, se pone en una lista de espera para que en la siguiente oportunidad puedan ingresar.
En esta universidad tampoco hay un límite de tiempo para terminar una carrera, considerando que los jóvenes que ingresan a ella trabajan y no cuentan con el mismo apoyo de sus familias para poder concluir en los tiempos promedio de otras escuelas públicas de educación superior.
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