Perú, la frustración de V. Llosa.

Definitivamente, no podrá el Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa felicitar el próximo 5 de junio a la congresista de extrema derecha Keiko Fujimori, en caso de que la hija del condenado ex presidente Alberto Fujimori logre imponerse en el balotaje sobre el ex militar nacionalista Ollanta Humala, que el domingo ganó la primera vuelta. Humala con —hasta ayer— 31.2% de los votos, logró 4 puntos porcentuales más que en abril de 2006, cuando obtuvo 27%, aunque en el segundo turno cayó ante el socialdemócrata Alan García, del viejo partido APRA.

Vargas Llosa saludó en 2006 el triunfo de Alan García porque, dijo, “hubiera sido mucho peor” la victoria de Humala —a quien definió como “el candidato de Hugo Chávez”—, aun cuando el escritor lideró las protestas a finales de 1980 contra los intentos del también presidente aprista de nacionalizar la banca. Con su movimiento Libertad, Vargas Llosa se presentó a las urnas en abril de 1990 y, como es una constante en su país —al punto que los peruanos la llaman “la maldición del balotaje”, que no distingue candidatos ni banderas políticas— el hoy premio Nobel ganó de primera intención con 33% de votos ante un ingeniero agrónomo de origen japonés,Alberto Fujimori, que alcanzó apenas 28%. Pero como le ocurriría a Humala en 2006, la segunda vuelta catapulcó al perdedor de la primera.

También ocurre en Perú, una sociedad fragmentada en tres realidades socioculturales, étnicas y económicas, que en la primera vuelta los votos corresponden a esa misma parcelación —de 27 a 32% de los sufragios— pero en la segunda, por aquello de que el balotaje siempre es adverso al que gana el primer round, las fuerzas se polarizan entre poco más de 53% para el ganador, y un 46.5% para el perdedor.

Ayer, Vargas Llosa dio cause a su renovada frustración ante los resultados del domingo, y en tono catastrófico dijo al diario La Vanguardia, de Barcelona, que “Perú tiene dos opciones: el suicidio o el milagro”. Calificó a Humala de ser “Chávez con un lenguaje abrasileñado, la catástrofe”, y advirtió que “con Keiko (Fujimori), los criminales y los asesinos pasarían de la cárcel al gobierno (…) en primer lugar su padre”.

También fustigó a los candidatos del centro por la “insólita” situación en que queda Perú. “El drama” es que “la extrema izquierda y la extrema derecha” disputarán la presidencia por “la insensatez de los políticos, esos tres candidatos (Pedro Kuczynski, Alejandro Toledo, Luis Castañeda) se han destrozado, han hecho una campaña feroz de guerra sucia entre ellos”.