jueves, 26 de mayo de 2011

Deja que el monstruo te trague.

Le ha llamado Leviatán. Una alusión al legendario monstruo marino, a las demoniacas criaturas de abisales profundidades, que emergen violentamente para tragarse barcos (y hombres) enteros. Una amenaza ancestral que ha tomado forma en historias novelescas como la de Moby Dick, bíblicas como la ballena que engulló a Jonás, o ¡a Pinocho! en relatos infantiles.

El escultor anglo-indio Anish Kapoor ha convertido el imponente espacio de hierro forjado y vidrio del Grand Palais de París en un viaje al interior del monstruo. O más bien en un paseo sobrecogedor que bien puede ser el regreso al útero materno. Una vez más ha logrado ese propósito que él mismo ha expresado tan bien: "conseguir, a través de medios estrictamente físicos, una emoción completamente nueva y una experiencia filosófica".

El proyecto escultórico está encuadrado dentro del programa titulado Monumenta, que invita cada año a un relevante artista contemporáneo a crear una obra o instalación para ese espacio. Antes lo han hecho Anselm Kiefer, Richard Serra y Christian Boltanski. Un auténtico reto, porque la arquitectura del Grand Palais, con 13,500 metros cuadrados y 35 metros de alto, se 'traga' con facilidad cualquier obra situada en su interior. Kapoor parece haber hecho suyo ese desafío o esa idea y ha creado una forma abstracta que conecta espacios como globos gigantes en un recorrido interior de un color rojo iluminado débilmente.

Como membranas que hacen pensar en algo orgánico y palpitante. Desde ese interior se trasluce afuera, como líneas de sombra, la estructura del edificio. Desde el exterior la pieza adquiere un aspecto muy distinto, blando, oscuro y convexo. La obra tiene una escalera que permite observarla desde una perspectiva superior. En resumen, una experiencia artística que reivindica, para legos e iniciados por igual, la verdadera esencia de la experiencia estética.

Anish Kapoor se ha ido convirtiendo con los años en un maestro de la escultura en espacios públicos, con una de sus muestras más sonadas en la Cloud Gate, la nube cromada de Chicago. También tiene el encargo de una gran obra de 116 metros de altura para los Juegos Olímpicos de Londres, el próximo año, titulada Orbit. Kapoor ha dedicado su Leviathan al artista chino Ai Weiwei, encarcelado por el gobierno chino y de quien no se tienen noticias desde principios de abril. El artista anglo-indio ha expresado la idea de que todos los museos y galerías de arte del mundo cierren por un día sus puertas, en solidaridad con el artista chino. Leviathan se podrá visitar hasta el 23 de junio.

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