jueves, 19 de mayo de 2011

El misterio de la suite 2806.

Un camarero puede aportar claves de lo ocurrido en la suite 2806
La Policía sospecha que la dirección del hotel tardó una hora en denunciar la agresión por la notoriedad de Strauss-Kahn


Cuando la empleada del hotel entró a limpiar la suite número 2806 donde se alojaba Dominique Strauss-Kahn, había una tercera persona dentro. Se trata de un camarero que, en ese momento, retiraba los cubiertos de una mesa. Según una fuente del hotel Sofitel, en Nueva York, citada hoy por el periódico Le Figaro, este camarero explicó a la limpiadora -que encontró la puerta de la suite entreabierta- que podía entrar, que la habitación se encontraba vacía. La trabajadora entró, empujando un carro con productos de limpieza, el camarero se fue y, poco después, según la denuncia, Strauss-Kahn surgió desnudo del cuarto de baño e intentó violar a la mujer.


Es la primera vez que aparece la figura de este tercer testigo, que podrá aportar varios elementos valiosos para dilucidar lo que ocurrió en la suite. En primer lugar, la hora. Los abogados de Strauss-Kahn, que ha dimitido hoy como director gerente del Fondo Monetario Internacional, habían replicado en un primer momento que había ciertas incoherencias en la relación policial en cuanto a la precisión de la hora. Fuentes periodísticas estadounidenses añadieron días después que todo se resolvería gracias a la grabación de las cámaras de seguridad que, además, mostrarían la manera en que la mujer salió de la habitación. Ahora, según Le Figaro, se precisa que esas cámaras solo se encuentran en la planta baja del hotel, en el vestíbulo, y no en los pasillos de las habitaciones.

Precisamente, según informa Reuters, la cámara situada en el vestíbulo muestra a Strauss-Kahn abandonando el hotel a las 12.30 sin pasar por recepción y metiéndose en un taxi para dirigirse, según el relato de los hechos que hace la defensa, a un restaurante cercano donde tenía una reserva a las 12.45, extremo ya confirmado por los investigadores. Una hora después, el hotel realizó su primera llamada a la policía denunciando una agresión sexual aunque la víctima comunicó inmediatamente lo sucedido a sus compañeros.

Según fuentes judiciales citadas por esta agencia, hay dos motivos para explicar este retraso. La primera, que la camarera supuestamente agredida estaba tan conmocionada que los responsables del establecimiento tardaron todo este tiempo en estar seguros de lo que había ocurrido. La segunda, a la que la Policía da más veracidad, añaden las mismas fuentes, que la dirección del hotel, propiedad de una cadena francesa, temía precipitarse a la hora de denunciar a un compatriota de tanta relevancia.

El abogado de la víctima, Jeffrey Saphiro, aparece hoy en varios periódicos franceses asegurando que su cliente desmiente todo tipo de relación sexual consentida, que no conocía de nada a Strauss-Kahn y que se sorprendió -y se asustó- cuando lo vio por la televisión tras denunciarle por intento de violación. Hoy se celebrará una nueva vista para solicitar la libertad bajo fianza del político francés, que mañana ha de comparecer ante el gran jurado.

Mientras, en Francia, que sigue el caso estupefacta, sin hablar de otra cosa, se comienzan a calibrar las primeras consecuencias políticas de la caída del ya exdirector gerente del FMI y hasta el domingo candidato favorito para suceder a Nicolas Sarkozy a partir de la elecciones de 2012.

Hollande contra Sarkozy

Según dos sondeos aparecidos hoy, el gran beneficiario de la caída de DSK es su compañero de partido, el exprimer secretario del Partido Socialista François Hollande, candidato declarado ya para las primarias de la formación que se celebrarán en otoño. Una encuesta publicada hoy en Le Figaro demuestra que, si estas elecciones primarias se organizaran mañana, Hollande sería proclamado candidato socialista con un 49% de los votos, por delante de Martine Aubry (27%), que aún no ha decidido si se presentará o no, y Ségolène Royal (12%).

Otro sondeo, que aparece hoy en Le Monde y la cadena de radio France Info, refleja que si Hollande fuera el candidato a las primarias socialistas, ganaría la primera vuelta de las elecciones y que disputaría la segunda a Nicolas Sarkozy. Así, el Frente Nacional de Marine Le Pen, según la encuesta, quedaría apeado y no lograría pasar este primer turno.

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