jueves, 26 de mayo de 2011

La cumbre G-8, teñida de árabe.

La 'primavera árabe' marca la cumbre del G-8 en Francia
Los ocho países más ricos del mundo exigen a Gadafi y El Asad que detengan la violencia en Libia y Siria.- Los mandatarios del grupo discuten también sobre la crisis económica, la seguridad nuclear y la regulación de Internet


Los dirigentes de los ocho países más ricos del mundo (G-8) inician hoy una cumbre de dos días en Deauville (Francia) en la que debatirán la primavera árabe, la crisis económica, la seguridad nuclear y la regulación de Internet. La reunión ha arrancado pasado el mediodía con un almuerzo de trabajo ofrecido por el anfitrión, Nicolas Sarkozy, al presidente de EE UU, Barack Obama, el ruso Dmitri Medvédev, y los primeros ministros de Japón, Reino Unido, Italia y Canadá, junto con la canciller alemana, Angela Merkel.



La agencia Reuters ha adelantado el borrador de las declaraciones consensuadas por los países que participan en la cumbre. Los líderes del G-8 exigirán al líder libio Muamar el Gadafi que detenga la violencia y busque una solución política en Libia. Han lanzado también un mensaje contra el régimen sirio y han pedido a Bachar el Asad, incluido en la lista negra de la Unión Europea, que "deje de usar la fuerza y la intimidación contra la pueblo sirio y entable un diálogo y las reformas fundamentales".

Los dirigentes de los ocho países más ricos del mundo piden, según el borrador, una solución para Oriente Próximo y llaman a israelíes y palestinos a sentarse juntos y negociar sin más demora. De hecho, la cena de esta primera jornada se dedicará a la primavera árabe con un recorrido por la situación en Túnez, Egipto, Libia, Siria y Yemen.

Hace una semana Obama declaró el apoyo a las exigencias democráticas en la región como una prioridad de la política exterior de su gobierno. Entre otras cosas propuso un plan de ayuda económica a los países que aborden procesos de transición, con el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial.

Durante la reunión de dos días en Francia, tratarán también los desafíos que plantea el régimen iraní y las consecuencias de la muerte de Osama bin Laden, sobre todo para Afganistán y Pakistán. Sarkozy declaró el pasado febrero que Occidente debe ayudar a los movimientos de protesta árabes porque "son nuestros valores los que esos pueblos reclaman".

Los ocho dirigentes, cuyos países representan dos tercios del Producto Interior Bruto (PIB) mundial y el 50% del comercio, también tratarán la fragilidad de la recuperación económica, y la crisis de la deuda de la eurozona, y probablemente, de manera informal, la sucesión del director gerente del FMI. Al respecto, fuentes diplomáticas de la UE citadas por Reuters han señalado que en el borrador de declaración no hay ninguna declaración de apoyo a Christine Lagarde, actual ministra de Economía de Francia, como candidata a la presidencia del organismo.

Otro de los temas candentes en el encuentro es la seguridad nuclear, que ha centrado la primera de las sesiones de trabajo. El primer ministro japonés, Naoto Kan, ha informado de la situación en su país tras el seísmo de marzo y la catástrofe en la central nuclear de Fukushima.

Según ha explicado Sarkozy en una breve nota de prensa, la reunión centrada en seguridad nuclear, política energética y cambio climático ha servido para que los socios del G-8 hayan mostrado a Japón su "apoyo". Esta tarde, añade la breve declaración, se prevé la "la adopción de una reglamentación internacional" encaminada a lograr "un gran nivel de seguridad nuclear". Por su parte, Kan ha anunciado al resto de países la intención de Japón de organizar "una cumbre internacional sobre seguridad nuclear en cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica" a finales de 2012.

Además, los dirigentes del G8 dedican por primera vez una sesión de trabajo a Internet, y escucharán de cinco de los gurús de la red las conclusiones de dos días de intensos debates celebrados esta semana en la cumbre tecnológica de París. Estos concluyeron ayer con un llamamiento a los gobiernos para que sean "muy prudentes" en la regulación de su uso.

La reunión, en la localidad costera de Deauville, Normandia, se celebra en medio de intensas medidas de seguridad, con la movilización de más de 12.000 policías y personal militar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario