domingo, 22 de mayo de 2011

La indignación comenzó en la RED.

No me traiga octavillas
El movimiento crecido en la Red pasa por encima de los mensajes electorales


El plan de los partidos políticos para estas elecciones era el habitual: utilizar la Red como un lugar donde esparcir octavillas en forma de mensajes de YouTube, Twitter, Facebook o los blogs. Pero algo salió mal. Como no estaba invitado a la fiesta, Internet entró en ella airado y la reventó. Por primera vez en nuestro país, un movimiento ha salido de los ordenadores para llenar las calles. La campaña de estas elecciones autonómicas y municipales será recordada como una anticampaña en la que los ciudadanos se dirigieron a los políticos y no al revés.


La plataforma que convocó las movilizaciones del 15-M, Democracia Real Ya, nació hace apenas tres meses, y aunque había aprendido de grupos universitarios madrileños como Juventud Sin Futuro, se organizó a través de Internet y las redes sociales. En la Red se colgó su manifiesto, sus propuestas, y allí se coordinaron las múltiples adhesiones que la componen. La convocatoria funcionó. Ni los más optimistas sospechaban que iba a ser justo esa mecha minoritaria y virtual la que encendiera el descontento social.

Los expertos en cultura digital creen que ese salto en apariencia pequeño de lo virtual a lo físico es histórico. "Recordaremos este momento como aquel en el que nos dimos cuenta de que somos digitales, de que todo se trata de un mismo mundo, un mismo espacio. De que Internet es una parte esencial de nosotros", opina el biólogo y profesor universitario Juan Freire. El ciberactivismo se convierte en activismo a secas.

A cambio, la novedad es difícil de entender. Lo natural en la Red (movimientos formados por grupos variopintos, distribuidos, escurridizos, descabezados y unidos entre sí por lazos cambiantes) resulta extraño fuera, en forma de asambleas que en la práctica han acabado funcionando de forma autónoma. "Han llevado a las plazas lo que es habitual online", dice Freire. "Internet ha sido clave como un instrumento que ha facilitado la coordinación y la producción de contenidos, pero también ha sido clave en la cultura de la gente y en su forma de organizarse".

Pero ¿por qué así y por qué ahora? Quizá una de las razones haya que buscarla en las protestas sobre la ley Sinde, que lleva abonando las movilizaciones de Internet en España desde mucho antes de su aprobación. Usando palabras del periodista Juan Varela, la gente "vio que se podía discutir en red". "Eso disparó movimientos como #nolesvotes o Democracia Real Ya que hace dos o tres años no hubieran salido de un ámbito muy pequeño. Pero creo que la pieza clave ha sido Juventud Sin Futuro, que son los que movilizaron a la gente real y tenían experiencia organizativa

[fueron promotores de una manifestación anterior mucho más pequeña]".

#nolesvotes es un buen ejemplo de cómo funcionan los movimientos modernos. Miembro de la plataforma Democracia Real Ya, fue lanzado hace un centenar de días para pedir el voto de castigo a los partidos que votaron la ley Sinde y, más adelante, a todos los implicados en casos de corrupción. Tiene un inventor (el abogado defensor especializado en Internet Carlos Sánchez Almeida) y media docena de promotores, entre los que se encuentran algunos de los nombres más influyentes de la Red. Pero ahí acaban las referencias convencionales.

Su nombre es una etiqueta de Twitter. Su manifiesto se escribió en un documento compartido en una noche. El apoyo de sus 80 grupos regionales se organizó en un día vía Twitter. Su wiki lo montó un voluntario en su servidor. La comunidad creó vídeos, material propagandístico y empezó a usar la etiqueta en las redes sociales de forma espontánea. En las últimas horas se han unido a ellos webs de peso de la red hispana. Sin embargo, "el mérito de salir a la calle es de Democracia Real Ya", explica Ricardo Galli, que además es fundador del agregador Meneame.net. "Aunque #nolesvotes ha ayudado a las protesta, fue uno más de los ejercicios que siguió la gente para aprender a movilizarse en Internet".

El momento también ha sido decisivo. Democracia Real Ya ha reconocido su inspiración en las revueltas árabes, que demostraron que utilizar Internet para el cambio político era posible. "Aunque el gran entrenamiento fue la ley Sinde, la gente vio la primavera árabe y descubrió que ya no sería la primera vez. Tienes a la mitad de la gente en Internet, a todos los usuarios en las redes sociales, a los jóvenes con problemas comunes, tienes todas las herramientas y la experiencia usándolas... y la llama prende". Podía haber sucedido de otro modo. "Las redes se basan en modelos que no son predecibles, y eso quiere decir que a veces es difícil saber la causa de las cosas, existe un componente de azar muy importante", justifica Freire.

Pero Internet también ha irrumpido en estas elecciones revolucionando la comunicación. Ha sido su medio, como otras veces lo fueron los periódicos o la radio. Desde los grandes digitales como elpais.com hasta pequeños blogs, las páginas con información sobre las protestas han disparado sus visitas por la voracidad de los usuarios. Y además ha sido un medio activo, no solo pasivo.

Un ejemplo: un solo usuario que retransmitió el miércoles vídeo en directo desde su móvil en la Puerta del Sol consiguió que 5 mil personas a la vez observaran lo que emitía. Otro ejemplo: la web Actuable logró recoger 150 mil firmas en menos de dos días contra la decisión de la Junta Electoral Central de prohibir las concentraciones ciudadanas. Por mucho que se viera venir, nadie se lo imaginaba hace solo una semana. -

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