jueves, 19 de mayo de 2011

Los acampados piden viviendas propias.

Bajo el paraguas de #acampadasol
Los 'indignados' de Sol fortalecen su organización y fijan sus primeros objetivos, que pasan por cambiar la Ley Electoral, reclamar sueldos dignos o facilitar el acceso a la vivienda

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Zapatero se muestra comprensivo y autocrítico con los 'indignados' Cumplen su quinto día de protestas y aún les queda mucho por hacer. Los 'indignados' de la Puerta del Sol crecen día a día. En número, y en forma.

Lo que el domingo comenzó con unas decenas de jóvenes pasando la noche al raso, hoy ya es un campamento medianamente organizado en el que la comisión de infraestructuras se encarga de techar con lonas la mayor superficie posible para protegerse de la lluvia, la enfermería se afana en recolectar ibuprofeno y Lizipaína para combatir los dolores de cabeza y las afonías que provocan las pocas horas de sueño y los largos debates, la legal se encarga de dar cobertura legal en caso de problemas con los agentes del orden o la de alimentación que canaliza la cantidad de alimentos que los voluntarios acercan cada día hasta el 'Kilómetro cero'.

Entre ellos, junto a la improvisada oficina de prensa, está el departamento logístico. El mismo que difunde información y comunicados. Primero como democracia real, luego como 15-M y otros tantos, y ahora como #acampadasol. Un 'hashtag' -está claro que para seguirles hay que estar puesto en redes sociales- que ha acabado englobando a todo este movimiento social gestado en Madrid y con tentáculos por medio país.

"Nosotros no lo creamos", reconoce Juan, uno de los portavoces oficiales, "pero ha acabado dando cobertura a todos los movimientos". De hecho el 'hashtag' nació lejos de la Puerta del Sol. En el extranjero. Pero aún no se sabe muy bien las coordenadas exactas. Los habilidosos programadores y 'ciberindignados' están tratando de localizar el origen.

No por nada, "sino por saberlo y gestionarlo". "Mientras tanto ya hemos comprado varios dominios como tomalaplaza.net , incluso uno internacional" asegura Juan. Para parapetar todas las iniciativas bajo un mismo paraguas.

Dinero no, gracias
Pero los dominios es de las pocas cosas que se han comprado con dinero. "No lo aceptamos", insiste Silvia tras la improvisada barra desde la que sirve café y bollería cada mañana. "Si alguien se acerca con dinero se lo agradecemos enormemente pero preferimos que compren algo en alguna tienda cercana y nos lo acerque. Especialmente líquidos y medicamentos".

De comida, por el momento van sobrados. Incluso algún vecino cercano se ha ofrecido a cocinar algunos de los alimentos crudos que les hacen llegar, pero no aceptar dinero es una de las pocas reglas que se han aplicado. Como la de mantener la plaza limpia y recogida, no permitir el botellón o no usar la violencia bajo ningún concepto. Directrices sencillas que les permiten seguir construyendo día a día el relato de un movimiento social en contra de la actual situación socio-política.

A partir de ahí irán fijando objetivos: El primero cambiar la Ley Electoral, después vendrán la demanda de sueldos dignos o facilitar el acceso a la vivienda. Pero para eso tendrán que aprobarlo en alguna de las tres asambleas diarias que celebran en la #acampadasol

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