domingo, 22 de mayo de 2011

María Shriver Vs. Gobernator.

Maria Shriver vela armas contra 'Governator'
La esposa de Arnold Schwarzenegger demandará al actor por su infidelidad



Arnold Schwarzenegger, de 63 años, tenía ganas de regresar al cine. Su último gran guion le había llegado con la tercera entrega de Terminator, en 2003. Justo en aquel año se convirtió en un gobernador republicano en el Estado más progresista de EE UU, California. Interpretó el papel de su vida, el de un político de principios conservadores pero de magnánimos gestos de conciliación con los progresistas en asuntos como el ecologismo. Mantuvo una vida familiar aparentemente feliz con Maria Shriver, de 55 años. Ella, miembro del clan Kennedy, fue la madre de sus cuatro hijos, la roca a la que parecía aferrarse durante sus mareas políticas, una exitosa periodista que lo dejó todo por él


Y Schwarzenegger, acostumbrado a interpretar, fingió ser padre y marido ejemplar, mientras ocultaba secretos como el de que tuvo un hijo con una empleada del hogar, Mildred Patty Baena, de 50 años. El niño secreto nació en 1997, casi al mismo tiempo que también venía al mundo su último hijo con Maria. La revelación ha arruinado sus planes de regresar al cine. Tenía tres proyectos en marcha: un largometraje titulado, Cry Macho [Llora macho], un nuevo Terminator y una serie animada a la que pondría voz, The Governator. El jueves su abogado, Patrick Knapp, anunció en un comunicado que todos los proyectos se paraban.

Ahora vuelve a la memoria el drama que el exgobernador vivió en la campaña de 2003 cuando varias mujeres se quejaron de haber sido acosadas, manoseadas y vejadas por él. Entonces Maria Shriver salió en su defensa. Aseguró que aquellas mujeres mentían, que no le conocían, que su marido era un ser humano excelente, siempre malinterpretado e incomprendido. Ignoraba ella, casada con el actor desde 1986, que este andaba en líos de faldas con una mujer que trabajó para la familia durante dos décadas, hasta que hace un año dejó la casa tras recibir una compensación económica del actor.

Schwarzenegger desveló a Shriver la existencia de su hijo a principios de año, cuando abandonó su cargo de gobernador. Ella se mudó a un hotel el 9 de mayo. Cuando el actor anunció a la prensa el motivo de su separación, el pasado martes, Shriver contrató a un abogado especialista en divorcios y envió un comunicado. "Éstos son unos días dolorosos y descorazonadores", confesó.

La familia está desolada. Su hijo Patrick se ha cambiado en Twitter su apellido paterno por el materno. El resto se mantiene en silencio. Shriver solo ha abandonado California para acudir a la grabación del último programa de Oprah Winfrey, donde habla de la separación. Se emitirá el miércoles.

Pero Maria se prepara para combatir a Terminator. Ha sacado la garra de los Kennedy y ha contratado los servicios de la abogada Laura Wasser, que en el pasado ha representado a Christina Aguilera y a la esposa de Mel Gibson, Robyn, además de negociar el acuerdo de tutela de menores de Britney Spears y su exesposo Kevin Federline.

La especialidad de Wasser es mantener los detalles de las separaciones en secreto. Todos los expertos coinciden en que Schwarzenegger debería intentar lograr un acuerdo privado ya que se trata, sin duda, de un divorcio millonario. Se habla de unos 40 millones de dólares (28,18 millones de euros).

Una vez solventada la separación, parece que Maria tendrá un gran futuro por delante tanto como periodista como en la vida política. Los Kennedy buscan nuevo líder.

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