miércoles, 18 de mayo de 2011

Woody Allen, la frustración del personaje.

Woody Allen, vaticina el fin de la humanidad
Pero el director confiesa que no le gustaría viajar al pasado: “Sólo lo haría para ir a comer rico a un lugar y disfrutar del ambiente pero volvería de inmediato al
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Midnight in Paris es una cinta que hace reír, que conmueve y que está llena de belleza, no en balde fue filmada en la capital francesa; sin embargo, para su director, Woody Allen, esto es sólo un engaño, pues la frustración siempre persiste en la vida, por más que quieras escapar.

“No es que tenga más esperanza ni optimismo y por ello haya hecho una película como ésta. Lo que hay debajo de Midnight in Paris es una vida de insatisfacción y de la cual el protagonista quiere escapar. De la que todos queremos escapar. Puedes estar arriba o abajo, ser rico o pobre, famoso o anónimo, todos cargamos con nuestra propia maleta de insatisfacciones y no hay nada que podamos hacer para quitarnos esa carga de encima”, aseguró el director.

“Pensé que sería divertido tener la visión de grandes artistas como Ernest Hemingway, Pablo Picasso y Salvador Dalí porque estoy convencido de que precisamente, la función de los artistas es entretenernos, ayudarnos a escapar de nuestra realidad”, contó acerca de por qué surgió la idea de tener a estos personajes en el filme.

Pero el director confiesa que no le gustaría viajar al pasado: “Sólo lo haría para ir a comer rico a un lugar y disfrutar del ambiente pero volvería de inmediato al 2011. ¿Te imaginas estar en los años 20 y contagiarte de tuberculosis? Qué horror”.

Y tampoco le gustaría ir al futuro: “Los próximos años lucen negros. Con las armas de destrucción masiva, el calentamiento global, la superpoblación, el hambre, la contaminación. Creo que la especie humana será como los dinosaurios, que tuvieron su oportunidad y se extinguieron. Los humanos estamos destinados a desaparecer”, dijo.

París

La relación de Woody con París es una historia de amor y odio que empezó hace muchos años. “La primera vez que fui a París fue como guionista de Pussycat, Pussycat, I love you. ¡Un horror! Fue un completo fracaso, odié el rodaje y la cinta. Me contrataron como guionista pero el director nunca me escuchó; a raíz de eso decidí que nunca le daría mis guiones a nadie y todo lo filmaría yo.

“Pero aunque la experiencia profesional fue terrible, la personal fue maravillosa, pues pude disfrutar de la ciudad durante esos ocho meses y ¡con todos los gastos pagados!”, contó Allen entre risas.

“Muchos de los que trabajaron en la película dejaron sus casas en Nueva York. La mayoría se quedó en París. Yo no; no podía imaginar mi vida sin mi psicólogo, mi farmacia y Nueva York. Si me hubiera quedado en Francia, hoy sería uno de esos parisinos que tanto admiro con mi boina y mi bolsito bajo el brazo”, agregó divertido.

Sarkozy

Una de las cosas más comentadas de la cinta es la presencia de Carla Bruni. El cineasta la defiende: “Te aseguro que todo lo que se ha dicho de Carla es falso. La realidad es que el presidente Nicolas Sarkozy estaba encantado cuando la vio en la película. Me sorprendía la cantidad de noticias falsas; fue una locura”.

Woody tuvo oportunidad de conocer la intimidad de los Sarkozy: “Son una familia de lo más normal. A Sarkozy le encanta hacer deporte, ver la tele en la noche, sentarse en el sillón con su mujer y comentar el día. Es un tipo normal, una persona amable. No es como estar frente a la reina de Inglaterra a quien le tienes que rendir pleitesía y hacer reverencias (risas)”, afirmó.

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