martes, 14 de junio de 2011

Los indignados catalanes rodean el Parlament.

Varios miles de indignados pasan la noche a las puertas del recinto del Parlament para impedir la entrada de los diputados

La policía cierra y acordona el parque de la Ciutadella de Barcelona, donde se halla la Cámara catalana.

Pretenden impedir que los miembros del movimiento 15M perturben mañana el debate y votación de los presupuestos de la Generalitat

Varios miles de indignados se concentran a las puertas del parque de la Ciutadella de Barcelona, donde se halla el Parlament de Cataluña, que ha sido cerrado y acordonado por los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana para evitar que los miembros de movimiento 15M acampen frente a la Cámara catalana y consumen su intención de impedir este miércoles la entrada de los diputados a la Cámara catalana donde deben debatirse y votar los presupuestos de la Generalitat con nuevos recortes.

La policía controla el perímetro del parque para evitar que nadie pueda acceder a él e intentar que no queden bloqueados los accesos a la sede legislativa. Pero los indignados siguen llegando. Los grupos parlamentarios han pedido en bloque a los indignados que "respeten" el derecho de los diputados a realizar su trabajo en una jornada tan trascendental como la del debate presupuestario, si bien todos han coincidido en que las protestas de este colectivo son "legítimas".

Los indignados catalanes tenían planeado acampar frente al Parlament después de abandonar oficialmente el pasado domingo la plaza de Cataluña de Barcelona como lugar central de la protesta. El Ayuntamiento de Barcelona ya había anunciado el lunes que cerraría el parque para evitar la acampada y que lo hacía a petición del Departamento de Interior de la Generalitat. El cierre se ha hecho efectivo a partir de las cinco de esta tarde, impidiendo así el acceso de la gente al parque, sin distinciones, e invitando a salir a los que estaban dentro, entre ellos algunos de los indignados que ya habían llegado a la zona pertrechados con elementos para poder pasar la noche, como sacos de dormir y tiendas de campaña.


“Que ellos se hayan encerrado dentro y nosotros estemos fuera resultado ridículo”, lamentaba una mujer, de 30 años, que ha preferido no identificarse. Ella dormía en el parque cuando se acercaron unos agentes de la Guardia Urbana y le pidieron que se marchase por motivos de seguridad. “¡Es un sitio público!”, aducía. La imagen de un parque repleto de Mossos d’Esquadra y Guarda Urbana ha sido objeto de burla por los indignados. E incluso de reproche de otras épocas, cuando la Ciutadella era fortín.

La noche se dibuja pacífica. Es este miércoles cuando pueden vivirse los mayores momentos de tensión en la sede parlamentaria. El objetivo de los indignados es que los diputados no puedan entrar en el Parlament para que no voten los presupuestos, que se debaten en la Cámara catalana. Interior les ha recordado que incurrirían en un delito si no les dejasen entrar, pero los acampados consideran que no siempre todo lo justo es legal y añaden que su protesta es "no violenta, pacífica y masiva".

El Departamento de Interior ha tratado de negociar con los indignados y convencerles de que abanden la entrada al Parlament. Al menos dos personas acudieron a una reunión. Y dejaron debida cuenta de ello. Pasadas las 10 de la noche, colgaron en Internet el audio del encuentro con el subjefe de la región policial de metropolitana de Barcelona, el intendente Antoni Verger.

En la grabación, que dura poco más de seis minutos, se escucha al responsable del cuerpo policial intentar negociar con ellos. “Tenemos la obligación de intentarlo, hablar con vosotros y mantener una interlocución”, les dice, cuando los jóvenes aseguran que no representan a nadie. Les ofrece que acampen en el paseo Picasso o en el de Lluís Companys, pero les recuerda que el miércole su obligación es que la sesión del Parlament “se pueda llevar a cabo” y que el objetivo es hacerlo de forma “no contundente”. “Todo lo que se pueda hablar antes, durante la convocatoria y la concentración, mucho mejor”, añade.

“No podemos llegar a este acuerdo porque no somos nadie, hay un problema de representación”, responde el miembro del movimiento, que avanza también que dormirán fuera, aunque no les dirán dónde. Fuentes policiales aseguran que el audio es real, pero que falta una parte final en la que los jóvenes piden el teléfono al intendente, este acepta, pero a cambio les solicita los suyos, algo que los jóvenes no aceptan.

En el parque de la Ciutadella ya se veían a primera hora de esta tarde furgonetas, coches y motocicletas de los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana, y se estaba empezando a vallar la entrada al Parlament. Luego han bloqueado las puertas para impedir el acceso de gente mientras los agentes patrullaban el parque invitando a la gente a salir. El parque está previsto que permanezca cerrado hasta el próximo jueves y solo tendrán acceso las personas autorizadas, periodistas que acudan a cubrir el debate y votación de los presupuestos y los alumnos, los trabajadores del zoo y profesores y alumnos del instituto de enseñanza secundaria Verdaguer, situados ambos en el recinto.

A las cinco y media de la tarde ya no quedaba un alma dentro del concurrido parque. Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana acordonaron la zona para impedir una acampada de los indignados, que habían llamado a la población a tomar el lugar a las siete de la tarde.

El departamento de Interior esgrimió “motivos de seguridad” para hacerlo, aunque el argumento no contentó a muchas de las personas que habitualmente pasan la tarde en los jardines. Como Jim Mclaughin, de 38 años, y su mujer, Rebeca Lundin, de 35, que justo se acababan de sentar con su bebé y un amigo a pasar la tarde. “Es absurdo, estamos en un sitio público y además, no dicen por qué”, lamentaron.

El objetivo de Interior, con la bendición del Ayuntamiento de Barcelona, se vio cumplido: a última hora del martes, el parque estaba cerrado a cal y canto, con los agentes dentro y los acampados fuera. El 11 de abril, tampoco se permitió que unas cincuenta de simpatizantes y militantes de partido Solidaritat Catalana per la Independència durmiese en el parque (solo se quedaron los diputados). Pero el recinto se cerró a su hora habitual, las 10 de la noche, no cinco horas antes. El miércoles el parque permanecerá cerrado, según Interior. Y el jueves, dependerá de cómo se desarrolle la jornada del miércoles.

Los indignados fueron llegando poco a poco. Si a las cinco de la tarde eran varias decenas, a las diez de la noche se contaban a millares. “Intentaremos entrar, y si no, dormiremos aquí”, aseguró ayer Jessica García, de 23 años, muy enfadada al ver las vallas cerradas. “Es muy injusto que no nos dejen entrar, además de una vergüenza. Nadie nos explica por qué”, se quejaba.

Impedir la entrada al Parlament de un diputado es un delito, según el artículo 494 del Código Penal, castigado con penas de entre seis meses y un año de cárcel o una multa a los promotores, informa Efe. Los indignados los saben. “Pero nunca se ha aplicado este artículo”, ha esgrimido esta mañana una de las portavoces del movimiento.

Los indignados han pedido por carta a los diputados del Parlament que no acudan mañana a la sesión plenaria para tramitar los presupuestos de la Generalitat y que "boicoteen los recortes". En la misiva instan a los parlamentarios que a título individual, "si son conscientes de lo que supondrán los recortes para la mayoría de la población", no acudan al Parlament. "Si venís y nos encontráis a la puertas, dad la vuelta o uniros a nosotros", proclaman.

Los grupos parlamentarios, por su parte, han reclamado a los indignados que "respeten" el derecho de los diputados de realizar su trabajo en la cámara catalana, si bien todos coinciden en que la protestas del colectivo son "legitimas". Varios diputados han sido increpados a su salida de la Cámara catalana al final de la jornada de este martes.

Según la ordenanza municipal de civismo, no se puede acampar, pese a que los indignados han permanecido en la plaza de Catalunya de Barcelona casi un mes. “No todo lo legal es justo ni todo lo justo es legal”, repiten los miembros del movimiento.

La acción de los acampados, algunos de los cuales siguen en la plaza de Cataluña, afectó también este amrtes al tráfico, cortando varias vías adyacentes a la Ciutadella. Y el miércoles también perturbará a los alumnos de las escuelas que hay cerca e incluso dentro del parque. Los padres han recibido una circular en la que les recomiendan que eviten la zona de la protesta y advierten que las nueve de la mañana, la hora en la que van a dejar a sus hijos, será el momento crítico.

Por otra parte, el líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, ha reclamado esta mañana que desalojen a los “antisistema” que siguen acampados en la plaza de Catalunya. “Es el momento de recuperar la plaza de Catalunya para Barcelona y proceder al desalojo inmediato de los antisistema, e impedir que haya nuevas acampadas en otros sitios, como los barrios y el Parlament”, ha dicho. El portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, ha garantizado este mediodía que el “debate se desarrollará con total normalidad”. 

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