lunes, 11 de julio de 2011

Aun año de la Copa del Mundo.

Qué manera de sufrir, qué forma de gozar"
Xavi Hernández recuerda la victoria de España en la Copa del Mundo como una trayectoria especialmente dura al inicio y muy agradecida al final


Hace hoy justo un año, el 11 de julio de 2010, un gol de Iniesta en la final del Mundial ante Holanda llevó a España al éxtasis. La selección coronó en Sudáfrica el triunfo de un estilo y una generación sin complejos, y el país se lanzó a la calle para celebrarlo como nunca antes

Todavía hoy, un año después de que España se proclamara campeona del mundo, Xavi recuerda lo mucho que sufrió la selección antes de alcanzar la victoria, como si el gol del suizo Fernandes en el primer partido pesara más que el de Iniesta en el último contra Holanda. "El problema es que en la Eurocopa todo salió a pedir de boca, nos lo pasamos muy bien dentro y fuera del campo, yo disfruté mucho desde el inicio hasta el final, mientras que en el Mundial nos costó soltarnos", evoca el centrocampista internacional del Barcelona. "Íbamos convencidos de que podíamos ganar y resulta que nos costó ambientarnos por las bajas temperaturas, por el ambiente, porque tardamos en debutar y, claro, por la derrota contra Suiza nada más comenzar".

España, desde otro punto de vista - El hogarEspaña, desde otro punto de vista - Un grupo unidoEspaña, desde otro punto de vista - Club de rugbyEspaña, desde otro punto de vista - Iniesta, como en casaEspaña, desde otro punto de vista - Unos aficionados másEspaña, desde otro punto de vista - Estratega Del Bosque.Otras fotografías 1 de 21

Xavi no recuerda nada bueno de los partidos contra Honduras -"el riesgo de petardazo era real"- y Chile -"tuvimos suerte, la verdad"-, y no olvidará el mal rato que pasaron ante Paraguay: "Su entramado defensivo es muy difícil de superar, pero recuerdo que le dije al míster que visionara el partido y se daría cuenta de que jugamos bien". A cambio, disfruta cuando repasa los partidos con Portugal, Alemania y Holanda y se siente dichoso porque La Roja no se traicionó nunca: "Fuimos fieles al estilo, el seleccionador aguantó la crítica después del mal debut y competimos bien".

Quizá el proceso de endurecimiento provocó que los jugadores rompieran a llorar, abrazados en la cancha, nada más marcar Iniesta el gol de la final. "Vaya si lloramos. Qué manera de sufrir y qué forma de gozar".

No hay comentarios:

Publicar un comentario