sábado, 16 de julio de 2011

Repetir frases es algo peligroso.

Repetir compulsivamente frases podría ser caso psiquiátrico


Quienes lo desarrollan tienen deficiencias en la producción de neurotransmisores, señaló el especialista Francisco Javier Jiménez.

Guadalajara, DF. Repetir una frase o una palabra de manera compulsiva, es un fenómeno llamado ecolalia y generalmente es síntoma de enfermedades graves tanto psiquiátricas (esquizofrenia), como neurológicas (autismo, retardo mental), afirmó el especialista Francisco Javier Jiménez Gil.

El neurólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco dijo que se trata de personas que tienden a repetir una frase o las últimas palabras que escuchan y además lo hace en un tono burlón que le puede acarrear agresiones.

“Aunque no existe una definición concreta sobre el origen de este desorden, se sabe que quienes lo desarrollan tienen deficiencias en la producción de neurotransmisores como noradrenalina, dopamina y acetil-colina”, explicó.

Indicó que los neurotransmisores son sustancias reguladoras del funcionamiento químico del cerebro para su adecuado funcionamiento, por lo que la ecolalia se da de manera involuntaria.

Y es que, señaló, no es raro que a la par con la repetición de las palabras o frases, el paciente tienda a emular los gestos o actitudes de su interlocutor (ecopraxia), lo que causa desconcierto en éste y la tendencia a agresión ya sea física o verbal.

Destacó que aunque en un buen número de casos, la ecolalia sucede en personas con deficiencia mental, existen pacientes que sin tener este tipo de retraso, desarrollan ecolalia y en este sentido se asocia con pobreza lingüística.

Al parecer, agregó, la inadecuada producción de neurotransmisores que ocurre en estos pacientes, concretamente los que no tienen retardo mental, si bien les permite la recepción del mensaje no pueden decodificarlo, de manera que repetir palabras o frases es su forma de manifestar estar de acuerdo o aceptar lo que escucharon.

Añadió que pese a que la ecolalia es más bien el síntoma de una afección grave, la mayoría de la gente la desestima, “el paciente no se da cuenta porque es algo involuntario, y quienes lo rodean no dimensionan el problema hasta que provoca alguna agresión”.

Aunque la repetición de palabras o frases es un rasgo muy evidente, para el diagnóstico de la ecolalia se requiere la realización de estudios tanto de imagen como de la química del cerebro y una vez determinada la causa, se administra el tratamiento que supla las sustancias que el cerebro no produce, junto con terapias.

La mejoría es muy notable, comentó el médico, quien señaló que aunque este síntoma puede resultar desconcertante y hasta divertido, no debe pasarse por alto, ya que “por ejemplo cuando aparece en personas jóvenes, de entre 20 y 30 años, puede ser el primer aviso de esquizofrenia”

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