jueves, 1 de septiembre de 2011

Cine. Aclaman a Polanski en Venecia.

Recibe Venecia con gran aplauso último filme de Polanski
“Un dios Salvaje” s basa en la obra de teatro “Le Dieu du Carnage” de Yasmina Reza, quien también participó en la escritura del guión junto a Polanski.


Venecia. El director francés Roman Polanski asesta una bofetada a la hipocresía de la clase media que se deja llevar por el dictado de lo políticamente correcto en Un dios salvaje, la película que hoy estrenó en el Festival de Venecia y que ha sido recibida con un sonoro aplauso.

Cuatro actores (tres con Oscar y el otro con nominación), dos semanas de ensayo y cuatro de rodaje, un salón, un único vestuario y 79 minutos es lo que necesita Roman Polanski para ir revelando la mediocridad de sus personajes: dos matrimonios, uno liberal (Jodie Foster y John C. Reilly) y otro consevador (Kate Winslet y Christopher Waltz) de clase media neoyorquina, que se reúnen para discutir civilizadamente una agresión entre sus respectivos hijos.

La conversación, que comienza con todo tipo de formalidades, desencadena un volcán de emociones escondidas y sentimientos reprimidos que revela además la dinámica de ambos matrimonios. A pesar de ser radicalmente opuestos en su planteamiento de vida, tienen en común la infelicidad.

El autor de Rosemary's Baby lleva a la gran pantalla Le Dieu du Carnage, la obra teatral de Yasmina Reza (Arte), quien también participó en la escritura del guión junto a Polanski y hoy en rueda de prensa aseguró que la obra teatral era más oscura, más desesperanzadora y con un final de desolación total. Fue idea de Polanski forzar el drama al punto de llevarlo al territorio de la comedia y "dejar el final abierto, para que persistiese esa falta de esperanza con vistas a la próxima generación", explicó.

Winslet, que acudió a Venecia a defender la película junto a John C. Reilly y Christopher Waltz, comentó que había visto la obra en el teatro y por eso aceptó de inmediato. Además, apostilló, "cuando Roman Polanski te llama no dices no".

Polansky traza una caricatura de la burguesía y pone además sobre la mesa el tema de la moralidad enfrentando el cinismo del rico abogado sin escrúpulos (Waltz) con la actitud de correción política que insiste en mantener la escritora debutante (Jodie Foster), cuyo marido (Reilly) intenta complacerla para evitar las discusiones.

"Todos los personajes son extremadamente complejos", dijo Winslet, que interpreta a un agente de inversiones encorsetada en una vida de convenciones.

Polanski, que no acudió a presentar la película, hace ya tiempo que mantiene las distancias con los medios. En el Festival de Cannes de 2007, abandonó la rueda de prensa porque consideraba que las preguntas de los periodistas eran pobres.

En esta ocasión, Polanski no viajó hasta Venecia porque tal vez quería evitar que las posibles preguntas sobre su paso por la cárcel en Suiza y su posterior arresto domiciliario el año pasado robasen protagonismo a la película. El director de las aclamadas Chinatown, The Pianist o más recientemente The Gost Writer estuvo entre rejas por un delito sexual de hace ya más de tres décadas cometido en Estados Unidos.

Un dios salvaje concurre por el León de Oro al igual que la coproducción chino-taiwanesa Warriors of the Rainbow: Seediq Bale, que tuvo una recepción poco entusiasta.

La cinta se centra en un episodio poco conocido de la historia de Taiwan en el siglo XX, cuando unas tribus aborígenes se enfrentaron a los colonizadores japoneses, una rebelión que fue sofocada a sangre y fuego.

El director Wei Te-Sheng consiguió que su segunda película, Cape No. 7 (2008) fuese la de mayor recaudación en la historia de Taiwan y ese éxito le ayudó a conseguir la financiación de ésta, su tercera cinta, que llega con el aval en la producción de Jon Woo (Mission:Impossible II).

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