jueves, 8 de septiembre de 2011

El compañero 'ideal'/Ensayo

EL COMPAÑERO IDEAL
POR MARY BERMUDEZ
Desde siempre en México, se han criado a los niños con la finalidad de satisfacer roles. Esto se ve reflejado en libros, telenovelas, lo que es peor; en la vida diaria.


Ellas esperan impacientes al "príncipe azul", que las salvará y protegerá (no sea aún de qué), les brindará "un palacio" y una vida feliz, a cambio ellas serán dóciles, abnegadas, madres y amantes devotas.

Ellos buscarán como sabuesos a la mujer intachable, aunque en el camino tachen a cuanta puedan; serán proveedores, defensores y adustos.

Con esta visión las madres van amamantando a sus retoños, ellas se prepararán para saber cocinar, lavar, planchar, atender cuanta necesidad tengan los demás y usarán de preferencia y como distintivo el color rosa y jugaran a las muñecas. Los varoncitos se vestirán preferentemente de azul y deberán ser atendidos "a cuerpo de rey", incluso por las hermanas.

Esta fórmula afortunadamente está cambiando y ya es tiempo, 'las chorreadas y Pepe El Toro' están desapareciendo.


Yo no digo dar la vuelta por entero, yo creo que debe ser parejo, pues también en el mundo las oportunidades son parejas; aunque no así es la forma de mirarlo:

Si el hombre es conquistador y coqueto se le encuentra natural, pues es muy macho.
Si lo hace la mujer, es una perdida.
Si ella decide que no quiere casarse… 'seguro es lesbiana'.
Si él no lo hace, es porque no hay mujer digna para él.

Y como eso hay tantas otras cosas, etiquetas para dar gusto a nuestra sociedad.
Hoy tengo claro, que una mujer disfruta y merece ser la princesa de su él, ser besada con amor, estar envuelta entre los brazos de un hombre, tan fuerte que casi se fundan, que él no le falle y le acompañe en silencio, mirándola con ternura si ella llora, que ese hombre se sienta afortunado de tenerla y llevarla del brazo no como un trofeo, si no con el orgullo de merecerla y hacerla feliz.

Ellos buscarán en su ella, un abrazo cálido, sensualidad, erotismo y pasión, el reflejo en la mirada que les anime a continuar, una mujer que le quiera y sea cómplice en todo momento, una mujer que nunca descuide el conquistarlo y le de fuerza y motivo para seguir adelante.

Ambos buscarán una amena charla, sentido del humor, que a final del camino eso es lo que queda. Ambos se sentirán orgullosos si no de ser los primeros en la vida del otro, si los últimos.

Si, él o ella, deciden estar sólos, será también una bendición, pues serán amigos de todos, el tío o tía que acompaña, el amigo, el profesionista, pleno, que por decisión solventa eso, así; independiente y a la vez en comunidad.

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