lunes, 5 de septiembre de 2011

Hiperactivos: hay que atenderlos.

Los hiperactivos aceleran el cambio en la escuela"


El encuentro arranca con una ensalada de espinacas y chipirones. Hay mucho de qué hablar. De entrada, de las razones por las que esta heredera del imperio cosmético Sisley ha creado la Asociación Elisabeth d'Ornano para el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Se estima que en cada aula hay de uno a tres niños con este trastorno. Y al menos un 5% de los adultos lo padecen y manifiestan en sus relaciones personales y laborales. Los afectados presentan dificultades para mantener la atención, suelen ser impulsivos y pueden mostrar una inquietud excesiva. Desde su asociación, D'Ornano presta apoyo al entorno familiar y académico del niño. "Donde vi más carencias". Sabe lo que dice porque ha vivido el TDAH en su propia familia.

La dueña de Sisley ha padecido en su familia la disfunción que ahora combate
Hace años fue la feliz imagen de Sisley. Ahora se mueve a otro ritmo, aunque pertenezca al Consejo de Administración de la firma y su asociación cuente con el respaldo de la Fundación Sisley. Su marido está vinculado al mundo financiero, pero la asociación es cosa propia, dice. "El TDAH se debe a un retraso de maduración cerebral en áreas ligadas a las funciones ejecutivas, encargadas de organizar el pensamiento, planificar tareas y aprender de la experiencia...", se lee en sus guías para padres y profesores. Además, imparten conferencias a padres, profesores, pediatras... Buscan prevenir.

En la calle hace un calor aplastante, pero a esta terraza no llega. Aquí prima la pausa. Casi una antítesis del mundo en que vivimos: "El exceso de estimulación y actividad no ayuda a estos niños". No filtran bien los sonidos y en clase dan igual valor a la explicación del profesor, al ruido del tráfico que se cuela en el aula o al cuchicheo de otro alumno. "Pero no hay que caer en la trampa de etiquetar al niño. Mejor preguntarse: ¿qué hace bien? Y fomentarlo", apunta. "Hay que olvidarse de las expectativas de que sea abogado o banquero como su padre", añade. Son creativos "y no tiene sentido forzarles a ser lo que no son. Ni decidir que no pueden ir a la Universidad. Ya se verá".

Madre de cuatro hijos, reflexiona: "Es importante que los padres no se queden en que su hijo tiene un problema ni transmitan rechazo. Tiene que sentirse querido. El amor le va a dar la base de apoyo: muchos asumen retos y cambios para agradar a sus padres, aunque a la larga les ayude a ellos". Un TDAH mal llevado condiciona el futuro, pero si se trata, se aminora con el tiempo. Medicarlos "depende del grado del trastorno". Pero el apoyo psicopedagógico es ineludible. "Se distraen constantemente y, como no saben esperar, no toleran la frustración, no reflexionan y a veces no guardan turno en el cole, molestan". Más de uno tiene que cambiarse a un segundo centro. "El desafío de los padres es restaurar su autoestima y ejercitar la paciencia". No solo eso. "Es esencial que estén bien diagnosticados, para descartar problemas de audición, estrés u otros trastornos".

De la merluza al café, D'Ornano defiende la diversidad y encauzar "el potencial de los diferentes". No se puede educar hoy como ayer, insiste. "Se les tacha de vagos, pero su dificultad es real. Debido a su desorganización, necesitan trocear exámenes y tareas. Sin duda, rompen moldes e impulsan a innovar en la escuela". Con ellos los profesores no pueden dormirse.

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