viernes, 2 de septiembre de 2011

Iniesta y Cesc rescatan a la 'roja'.

Iniesta y Cesc rescatan a España
La selección de Del Bosque, abrumada al descanso por Chile, protagoniza un gran remonte


En el coqueto AFG Arena de Saint Gallen, Chile le dio un meneo al campeón del mundo, le sacó los colores en una primera parte lamentable por parte española, especialmente en defensa. La tunda fue tan rotunda que agrandó después el remonte de España. La rueda de los cambios, y especialmente la irrupción de Iniesta y de Cesc en el segundo tiempo compensó el desaguisado del primer tiempo. El dúo dinámico metió los goles y con su juego marcó el camino de la remontada. Irreconocible, desajustada y sin línea de pase, La Roja quedó a merced de Chile, un mal enemigo, un equipo con más fútbol y juego que títulos. Con razón Del Bosque torció el gesto cuando Villar le comunicó la decisión de medirse a ese equipo valiente y fiable. La lección de Chile en la primera mitad retrató a la improvisada zaga española, donde se acusó enormemente la ausencia de los centrales titulares (Piqué y Puyol) y la precariedad de una pareja inédita como Albiol y Javi Martínez.

Una foto como símbolo de la paz
ESPAÑA, 3 - CHILE, 2
España: Casillas (Reina, m. 45); Sergio Ramos, Albiol, Javi Martínez, Arbeloa; Xabi Alonso (Iniesta, m. 45); Xavi (Cesc Fábregas, m. 63), Busquets; Silva (Cazorla. m. 79), Villa (Pedro, m. 45); y Negredo (Torres, m. 63).

Chile: Bravo; Contreras, Vidal, Jara; Isla (Meneses, m. 83), Carmona; Medel (Estrada, m. 88), Valdivia (Orellana, m. 85), Beausejour (Gutiérrez, m. 78); Alexis y Vargas (Seymour, m. 58).

Goles. 0-1. M. 10. Isla. 0-2. M. 20. Vargas. 1-2. M. 55. Iniesta. 2-2. M. 70. Cesc. 3-2. M. 90. Cesc, en el rechace de un penalti.

Árbitro: Jerome Laperriere. Expulsó a Contreras (m.82) y Valdivia (m.90) -en el banquillo-. Amonestó a Silva, Alexis y Ramos.

Estadio AFG Arena de Saint Gallen. Unos 14.605 espectadores.

Bastaron dos minutos para entender de qué iba la copla. Sacó de centro Chile, la movió Valdivia, buscó un pase interior y la pelota salió del campo: saque de puerta para España. Sacó Casillas y, durante cinco minutos, España no fue capaz de cruzar el centro del campo con la pelota. Imposible. Los chilenos son un incordio tremendo, tengan o no tengan el balón, y siempre actúan con agresividad, en la recuperación y en el ataque. Su fútbol, lleno de sentido, pasa por tener el balón y combinar al espacio. Además, tienen recursos para atacar por dentro y por fuera, en corto y en largo, tirando de velocidad.

Las bajas obligaron a Del Bosque y a Borghi a reconvertir futbolistas para armar sus retaguardias y si a Borghi le salió bien, a Del Bosque, no. El técnico chileno puso a Vidal a cerrar y le funcionó. El nuevo jugador de la Juventus es un futbolista importantísimo, juegue donde juegue. "¡Artuuurooo!", fue el gritó que más se escuchó de Bielsa durante el Mundial 2010. Al otro lado, la idea de Del Bosque de retrasar a Javi Martínez no cuajó porque el chaval, que ayer cumplió 23 años, nunca se sintió arropado. Acusó Albiol la falta de ritmo al igual que Arbeloa, fuera de sitio durante casi todo el partido. Por su banda llegó el primer gol chileno: Islas le ganó la espalda y cruzó de voleón violentísimo a la red, imparable para Casillas. Albiol quedó retratado un poco más tarde por Vargas. Y sino llegó el tercer tanto fue por casualidad. Tan mal jugaba España que un córner a favor se convirtió en una contra de libro que culminó mal Sánchez. La velocidad de los puntas chilenos dejó en fuera de juego a los zagueros españoles.

La salida al campo de Iniesta, y Pedro esponjó al grupo. Acudió Andrés al rescate de La Roja y su contribución resultó decisiva para que España se adueñara de la pelota y del partido. El cuero circuló más rápido, Xavi ganó presencia y se activó mejor Silva. El fútbol asociativo y de combinación se impuso a la presión chilena. La mecánica de juego mejoró con Cesc. No se solaparon los puestos, actuó La Roja más liberada y alcanzó la portería de Bravo hasta alcanzar el empate con una actuación luminosa y exquisita.

La suma de Iniesta y Cesc propició el remonte. El manchego tuvo fortuna en su remate y después enganchó con el catalán. La expulsión de Contreras y la intervención del árbitro, que pitó un penalti inexistente a favor de Arbeloa -transformado por Cesc después del rechace inicial del portero-, acabaron por emborronar la contienda. Arbeloa se encaró con la zaga chilena y a su rescate acudió Busquets. Azulgranas y madridistas, con Iniesta de maestro de ceremonias en la trifulca y en la cancha, confirmaron en un inistante que ciertamente la paz ha vuelto a La Roja. Unos se parten la cara por los otros.

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