miércoles, 4 de julio de 2012

Merkel, Europa somos todos.

Merkel: "Si a nuestros vecinos no les va bien, a nosotros tampoco nos irá bien"

El primer ministro italiano asegura que Italia no necesita ayuda para hacer frente a su déficit

Monti última un paquete de recortes que incluye la supresión de numerosos entes públicos y la reducción en un 10% de los funcionarios

Mario Monti y Ángela Merkel, durante una rueda de prensa conjunta en la Villa Madama de Roma / MARIO DE RENZIS (EFE)

El primer ministro de Italia, Mario Monti, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, se han reunido este mediodía en Roma en una cumbre bilateral para avanzar en el diálogo sobre las medidas necesarias para enfrentar la crisis que azota Europa. En una rueda de prensa posterior al encuentro, Angela Merkel ha querido subrayar la importancia de que los países en riesgo reciban ayuda debido a las conexiones comerciales que existen entre los países de la zona euro: "Si a nuestros vecinos no les va bien, a nosotros tampoco nos ira bien a largo plazo".
La canciller alemana ha elogiado las reformas emprendidas por el primer ministro italiano "La reforma estructural que está llevando a cabo Monti es buena en su esencia". Mario Monti ha asegurado que es precisamente debido a estas reformas que Italia no se encuentra en la situación que "Portugal, Irlanda y Grecia" y ha subrayado que no necesitarán "ayuda para hacer frente a la financiación de sus ajustes".
Mario Monti se ha mostrado especialmente satisfecho por el Consejo Europeo celebrado la pasada semana en Bruselas tras el que salió fortalecido según la prensa internacional. "El pacto sobre el crecimiento y el empleo es uno de los resultados principales del Consejo Europeo. Hemos hablado de medidas a corto plazo y yo estoy satisfecho, y también los 17 jefes de Gobierno de la zona euro".  Por su parte la canciller alemana, evitando la imagen de perdedora que se le ha atribuido, ha recordado el carácter colegiado de las decisiones: "Solo podemos tomar decisiones unánimes en los Consejos. Eso pasó en el último. Por un lado están los intereses propios, y por otro la solidaridad. Ese es el método de trabajo europeo".
Los dos líderes han coincidido en que el paro que es necesario solventar el grave problema del desempleo que aqueja a la zona euro, y del que Alemania afirma haberse escapado con medidas las medidas tomadas por su Gobierno: "En Alemania había 5 millones de parados. Hicimos cosas como aumentar la edad de jubilación, o eliminar las prejubilaciones. Desde 2005 el paro de los jóvenes lo hemos reducido a menos de la mitad". Monti asegura que la reforma del mercado de trabajo acometida por su Gobierno conseguirá los mismos resultados ya que, según el primer ministro, "ha facilitado la flexibilidad y ha distribuido mejor las garantías y las protecciones".
El encuentro se ha producido tan solo cinco días después del duro pulso diplomático que enfrentó a los dos líderes en el Consejo Europeo de Bruselas y después de que la prensa italiana desvelara los detalles de la nueva ronda de recortes que planifica el Gobierno italiano y que incluirá la supresión de muchos entes públicos y la reducción del número de funcionarios.
Monti conduce una ofensiva en todos los frentes. En la cumbre europea lideró las presiones sobre Berlín para obtener que los fondos de rescate europeos puedan comprar bonos de deuda, tal y como finalmente aceptó Merkel. El visto bueno le está costando a la canciller graves problemas políticos en Alemania. Pero en una entrevista publicada hoy por el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, Monti dio la sensación de querer seguir elevando la presión. El primer ministro italiano reiteró su convicción de que "es necesaria una mutualización de la deuda" junto con "un control más centralizado de los presupuestos nacionales". La mutualización es rechazada de plano por la opinión pública alemana y por un amplio espectro de los partidos políticos.
Reforzado por sus éxitos en Europa, Monti está también impulsando un ambicioso paquete de recortes en el gasto público. El primer ministro se reunió ayer con representantes de las instituciones locales para ilustrar el contenido de los recortes. Los detalles fueron posteriormente filtrados a la prensa, aunque todavía no han sido confirmados por el Ejecutivo. El paquete incluye la supresión de muchos entes públicos y provincias -aunque la cifra exacta queda por aclararse, la prensa italiana habla de hasta la mitad-; una paulatina reducción de un 10% de los funcionarios y de un 20% de los altos cargos -a través de prejubilaciones y otras medidas, pero sin aclarar el plazo-; congelación de los salarios en la administración pública. Los sindicatos ya han manifestado su oposición al paquete de recortes, que según la prensa italiana supondría un ahorro de unos 12.000 millones de euros anuales.
La cumbre ítalo-alemana está marcada también por el endurecimiento de la posición de Finlandia y Holanda, que se han reafirmado en su negativa a que se utilicen los fondos de rescate europeos para comprar deuda soberana en el mercado secundario, pese a que la iniciativa resultara aprobada en el pasado Consejo Europeo.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, instó ayer en el Parlamento Europeo a todos los socios comunitarios a que respeten las decisiones de la cumbre de Bruselas e incidió en que "nadie puede bloquear las decisiones", aunque el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que entrará en vigor previsiblemente este mes, basa su toma de decisiones en la unanimidad.
"Todos los Estados miembros tienen que asumir sus propias responsabilidades sobre todo cuando se habla de la puesta en práctica de las decisiones adoptadas por unanimidad", insistió Van Rompuy, sin citar expresamente a Finlandia y Holanda.
Sobre este asunto fue preguntada también ayer la propia Merkel durante una rueda de prensa en Berlín tras entrevistarse con el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, pero la canciller evitó pronunciarse sobre el posible veto finlandés a esta medida.
"No existen peticiones concretas así que no hay necesidad de maniobrar", dijo Merkel, quien añadió que las discusiones sobre ese tema en el seno de la reciente cumbre de la Unión Europea (UE) fueron "de carácter general" y subrayó que los fondos tienen unas directrices que deben cumplirse.
La reunión de este miércoles entre los Gobiernos de Alemania e Italia sirve además para plantear posturas comunes de cara a las reuniones del Eurogrupo del 9 de julio y del Ecofin, un día después, en la que, entre otras cosas, se abordará la situación de las finanzas de España.

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