Atacar bien para defenderse mejor
El Barcelona confía en el gatillo de Messi para ganar confianza en la retaguardia y asegurar su clasificación para la siguiente ronda en el encuentro de hoy contra el Celtic
Ramon Besa
Barcelona
22 OCT 2012 - 21:02 CET6
Tito Vilanova, durante la rueda de prensa de ayer. / LLUIS GENE (AFP)
Al Barcelona, un equipo de centrocampistas por excelencia, le
preocupan ahora las porterías, en la Liga y en la Champions. Hoy recibe
al Celtic, un clásico del torneo europeo, con el retrovisor puesto,
pendiente de Valdés, y, por otra parte, con el punto de mira centrado en
Messi.
Falto de los centrales titulares, el equipo encaja goles con relativa facilidad (17 en 12 partidos, 11 en ocho de Liga). A las bajas por lesión de Puyol, Piqué y Alvés, además de la de Abidal, se añade la de Busquets, expulsado en Lisboa. Tito Vilanova deberá elegir dónde pone a Song: pivote o central.
“Nos apañaremos”, responde el técnico, que podría juntar de nuevo a Mascherano y Adriano como centrales. “Las bajas no lo justifican todo”, añadió para que el debate se centre en el colectivo; “una cosa compensa a la otra: también marcamos muchos goles” (33; de ellos, 24 en la Liga).
Vilanova no quiere que se señale a los zagueros ni al portero: “La calidad de Valdés está fuera de duda. Nos ha hecho ganar muchos títulos”. Y, disgustado porque se le repregunta por qué no da minutos al joven Bartra, replicó: “La alineación la hago yo”.
El entrenador anunció que incluso es posible que, próximamente, se junten en una alineación “hasta 11 jugadores de la casa”. La formación para hoy aún no la tiene decidida. Vilanova sabe precisamente que el fútbol del Celtic no le va al Barcelona: “Centran bien y son poderosos en el juego aéreo y a balón parado. Tienen futbolistas rápidos para el contragolpe”. Al Barça le conviene presionar bien y perder pocos balones para evitar así las transiciones.
El potencial ofensivo resuelve hasta ahora las limitaciones defensivas, sobre todo por el gatillo de Messi, que lleva 71 goles en 2012 (59 en el Barça), a cuatro del récord de Pelé (75). “Disfrutemos de Leo todo lo que podamos porque no volveremos a ver a otro como él”, dijo Vilanova; “no quiero hacer campaña para el Balón de Oro. No hay jugador que pueda hacer lo que él hace cada día”.
“Me preocupan Messi, Xavi, Iniesta y muchos”, replicó Niel Lennon, el técnico del Celtic, que en el curso 2003-2004, siendo jugador, eliminó a los azulgrana de la Copa de la UEFA; “necesitaremos carácter y fuerza mental para combatir al mejor equipo. Necesitaré 11 o 14 héroes”.
La victoria en Moscú, después de 20 salidas europeas sin ganar, y el empate con el Benfica han situado al Celtic en una situación de privilegio en la Champions. Líder sin rival también en la Liga escocesa, después del descenso del Rangers por sus problemas financieros, suma siete partidos sin perder y cuenta con jugadores interesantes, como los goleadores Hooper y Wanyama.
“Tal como está la tabla”, concluyó Vilanova, “si ganásemos, daríamos un pase casi definitivo para la clasificación”. “Más que por uno o por cinco, lo que quiero es ganar, sobre todo ganar”. La clave está en atacar bien porque, entonces, se defiende mejor.
Falto de los centrales titulares, el equipo encaja goles con relativa facilidad (17 en 12 partidos, 11 en ocho de Liga). A las bajas por lesión de Puyol, Piqué y Alvés, además de la de Abidal, se añade la de Busquets, expulsado en Lisboa. Tito Vilanova deberá elegir dónde pone a Song: pivote o central.
“Nos apañaremos”, responde el técnico, que podría juntar de nuevo a Mascherano y Adriano como centrales. “Las bajas no lo justifican todo”, añadió para que el debate se centre en el colectivo; “una cosa compensa a la otra: también marcamos muchos goles” (33; de ellos, 24 en la Liga).
Vilanova no quiere que se señale a los zagueros ni al portero: “La calidad de Valdés está fuera de duda. Nos ha hecho ganar muchos títulos”. Y, disgustado porque se le repregunta por qué no da minutos al joven Bartra, replicó: “La alineación la hago yo”.
El entrenador anunció que incluso es posible que, próximamente, se junten en una alineación “hasta 11 jugadores de la casa”. La formación para hoy aún no la tiene decidida. Vilanova sabe precisamente que el fútbol del Celtic no le va al Barcelona: “Centran bien y son poderosos en el juego aéreo y a balón parado. Tienen futbolistas rápidos para el contragolpe”. Al Barça le conviene presionar bien y perder pocos balones para evitar así las transiciones.
El potencial ofensivo resuelve hasta ahora las limitaciones defensivas, sobre todo por el gatillo de Messi, que lleva 71 goles en 2012 (59 en el Barça), a cuatro del récord de Pelé (75). “Disfrutemos de Leo todo lo que podamos porque no volveremos a ver a otro como él”, dijo Vilanova; “no quiero hacer campaña para el Balón de Oro. No hay jugador que pueda hacer lo que él hace cada día”.
“Me preocupan Messi, Xavi, Iniesta y muchos”, replicó Niel Lennon, el técnico del Celtic, que en el curso 2003-2004, siendo jugador, eliminó a los azulgrana de la Copa de la UEFA; “necesitaremos carácter y fuerza mental para combatir al mejor equipo. Necesitaré 11 o 14 héroes”.
La victoria en Moscú, después de 20 salidas europeas sin ganar, y el empate con el Benfica han situado al Celtic en una situación de privilegio en la Champions. Líder sin rival también en la Liga escocesa, después del descenso del Rangers por sus problemas financieros, suma siete partidos sin perder y cuenta con jugadores interesantes, como los goleadores Hooper y Wanyama.
“Tal como está la tabla”, concluyó Vilanova, “si ganásemos, daríamos un pase casi definitivo para la clasificación”. “Más que por uno o por cinco, lo que quiero es ganar, sobre todo ganar”. La clave está en atacar bien porque, entonces, se defiende mejor.
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