No puedo elegir el equipo en función del rival”
Mourinho resta importancia a la posible ausencia de Piqué y dice que la mejora del Madrid se debe al “cambio de chip” de los jugadores
Cristiano sonríe a Mourinho durante el entrenamiento / Emilio Naranjo (EFE)
“Hemos jugado en Barcelona sin Pepe y no se acabó el mundo”. Con esa
frase ha resumido José Mourinho su nula preocupación por la más que
posible ausencia de Piqué
mañana en el clásico. Tampoco estará Puyol. Cristiano y compañía se
encontrarán, muy presumiblemente, con una pareja de centrales formada
por Mascherano y Song. ¿Considera que es una ventaja para el Madrid?, le
preguntaron al técnico. “No considero nada. Hemos jugado en Barcelona
sin Pepe y no se acabó el mundo. El fútbol es así”, contestó.
Recordó Mourinho que la temporada pasada Piqué estaba bien y vio el clásico desde el banquillo [el del Camp Nou con victoria blanca]. “Ni puedo pensar con la cabeza de otros entrenadores ni puedo decidir mi equipo en función del adversario. Tenemos nuestra idea”, explicó el portugués. En esa idea, según contó en la sala de prensa, no está contemplado que Higuaín y Benzema jueguen juntos.
Dice Mourinho que se ha reencontrado con su equipo. Que siempre ha confiado en sus jugadores, incluso cuando las sensaciones no eran buenas. Parece que han pasado meses desde las reprimendas públicas que echó a sus futbolistas. En Sevilla y Getafe les acusó de falta de compromiso, actitud, de estar con la cabeza en otro sitio. Parece que han pasado meses y en realidad fue hace tres semanas. ¿Confía en su plantilla mañana? “Sí. Confío. Yo confío siempre. E incluso en los momentos en los que no estamos bien y las sensaciones no son buenas”, contestó. Cuando le preguntaron a qué se debía la mejora del Madrid en los últimos partidos dijo que era cosa de los jugadores. “Han entendido que era obligatorio cambiar, estar más motivados, más metidos, más concentrados porque, con la dirección que habían tomado sabían que podía ser un final de temporada negativo. Han cambiado el chip y cambiando de chip es más fácil que las cosas salgan bien”, analizó el técnico.
Los blancos viajan mañana a Barcelona, el mismo día del partido. “Son partidos fáciles para estar psicológicamente preparado, no necesitas de grandes historias y charlas tácticas. En un partido como este basta con llegar a tiempo para el pitido inicial. Los árbitros también estarán motivados”, comentó. Dijo que habían pasado “cosas raras” desde el principio de la temporada pero que no iba a abrir la boca para contarlas. Sí subrayó, como siempre hacía el año pasado, que los suyos han tenido un día menos de descanso que el Barcelona. Lo hizo cuando le preguntaron por las jugadas a balón parado ya que en Ámsterdam volvió a sufrir un gol de esta manera. “No hemos tenido tiempo de trabajar a balón parado, ayer di libre, hoy hemos hecho recuperación… Hemos tenido un día menos de descanso respecto a nuestro adversario y no ha habido tiempo de desarrollar ningún tipo de trabajo”, soltó.
El año pasado el Madrid ganó con autoridad en el Camp Nou y se encaminó hacia la conquista de la Liga de los récords. ¿Qué puede representar el clásico de mañana para su equipo en el momento que está viviendo? “Es un partido que puede dar continuidad a nuestra evolución y no hablo de resultados sino de organización, disciplina táctica, compromiso, ambición”, contestó.
Pero, en caso de perder, la distancia se alargaría a 11 puntos. Así se lo preguntaron en Valdebebas: ¿Si pierde mañana cómo quedaría la Liga a once puntos de distancia?
“Déjeme jugar el partido primero, no sea tan pesimista o tan optimista…”.
Recordó Mourinho que la temporada pasada Piqué estaba bien y vio el clásico desde el banquillo [el del Camp Nou con victoria blanca]. “Ni puedo pensar con la cabeza de otros entrenadores ni puedo decidir mi equipo en función del adversario. Tenemos nuestra idea”, explicó el portugués. En esa idea, según contó en la sala de prensa, no está contemplado que Higuaín y Benzema jueguen juntos.
Dice Mourinho que se ha reencontrado con su equipo. Que siempre ha confiado en sus jugadores, incluso cuando las sensaciones no eran buenas. Parece que han pasado meses desde las reprimendas públicas que echó a sus futbolistas. En Sevilla y Getafe les acusó de falta de compromiso, actitud, de estar con la cabeza en otro sitio. Parece que han pasado meses y en realidad fue hace tres semanas. ¿Confía en su plantilla mañana? “Sí. Confío. Yo confío siempre. E incluso en los momentos en los que no estamos bien y las sensaciones no son buenas”, contestó. Cuando le preguntaron a qué se debía la mejora del Madrid en los últimos partidos dijo que era cosa de los jugadores. “Han entendido que era obligatorio cambiar, estar más motivados, más metidos, más concentrados porque, con la dirección que habían tomado sabían que podía ser un final de temporada negativo. Han cambiado el chip y cambiando de chip es más fácil que las cosas salgan bien”, analizó el técnico.
Los blancos viajan mañana a Barcelona, el mismo día del partido. “Son partidos fáciles para estar psicológicamente preparado, no necesitas de grandes historias y charlas tácticas. En un partido como este basta con llegar a tiempo para el pitido inicial. Los árbitros también estarán motivados”, comentó. Dijo que habían pasado “cosas raras” desde el principio de la temporada pero que no iba a abrir la boca para contarlas. Sí subrayó, como siempre hacía el año pasado, que los suyos han tenido un día menos de descanso que el Barcelona. Lo hizo cuando le preguntaron por las jugadas a balón parado ya que en Ámsterdam volvió a sufrir un gol de esta manera. “No hemos tenido tiempo de trabajar a balón parado, ayer di libre, hoy hemos hecho recuperación… Hemos tenido un día menos de descanso respecto a nuestro adversario y no ha habido tiempo de desarrollar ningún tipo de trabajo”, soltó.
El año pasado el Madrid ganó con autoridad en el Camp Nou y se encaminó hacia la conquista de la Liga de los récords. ¿Qué puede representar el clásico de mañana para su equipo en el momento que está viviendo? “Es un partido que puede dar continuidad a nuestra evolución y no hablo de resultados sino de organización, disciplina táctica, compromiso, ambición”, contestó.
Pero, en caso de perder, la distancia se alargaría a 11 puntos. Así se lo preguntaron en Valdebebas: ¿Si pierde mañana cómo quedaría la Liga a once puntos de distancia?
“Déjeme jugar el partido primero, no sea tan pesimista o tan optimista…”.
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