jueves, 25 de octubre de 2012

Volver al origen: Liao Yiwu

Volver al origen: Liao Yiwu
Margo Glantz
Hace poco estuve en China, recorrí la famosa plaza de Tian’namen, situada entre el Palacio de Verano de los emperadores y el mausoleo de Mao Tse Tung. Le pregunté a mi guía, una jovencita inexperta que hablaba un español duro, si me podía hablar de los acontecimientos de 1989; la respuesta fue evasiva, pero muy elogiosa para su gobierno. La tristemente célebre masacre ocurrió cuando el gobierno chino proclamó la ley marcial y en la noche del 3 de junio envió el ejército para disolver el movimiento encabezado por los estudiantes y los trabajadores que protestaban contra el gobierno represivo y corrupto de su país. Se calcula que hubo más de 200 muertos y cerca de 10 mil heridos. Después de esa acción, se emprendieron un gran número de arrestos para controlar a los líderes del movimiento, se expulsó a la prensa extranjera y se controló estrictamente la cobertura de los acontecimientos en la prensa china. Esa represión causó la condena internacional. Solamente uno de los guías que nos tocaron en suerte o en mala suerte en nuestra visita a China se atrevió a mencionar a la dictadura y cuando le pregunté por qué no estaba permitido utilizar ni el Twitter ni el Facebook en su país, respondió llanamente: vivimos bajo un régimen dictatorial. Era un joven excepcional, muy culto y lector y sus respuestas no eran automáticas ni aprendidas de memoria como las de casi todos los otros guías, también casi todos bautizados con nombres españoles por sus instructores para facilitarles a los turistas la rápida comunicación. Asimismo, sólo uno de los guías decidió mantener su nombre original, Ming, otro joven maravilloso, culto y servicial.
Liao Yiwu es el autor de un libro memorable, El caminador de cadáveres, en breve en circulación en español, publicado por la editorial Sexto Piso. Este novelista, poeta, escenógrafo y músico chino vive en Alemania, acaba de recibir el Premio de la Paz de los Libreros alemanes y ha sido invitado a la FIL de Guadalajara 2012. Nació en 1958 en Yanting, Sichuan, y es conocido también como Lao Wei. En los años 80 fue uno de los poetas jóvenes más prometedores de su país, pero a raíz de la publicación de su poema intitulado Masacre, donde anunciaba un día antes de que se produjera la represión de la Plaza Tian’namen, en Beijing, fue incluido en las listas negras de su país y encarcelado durante cuatro años.
En su discurso reciente en Frankfurt condenó al gobierno chino y repitió como orando las palabras este imperio tiene que desmembrarse, y añadió que la construcción de la muralla debía aislar al pueblo del exterior y convertir a China en una cárcel; luego evocó a Lu Peng, que en su poema La bala y el opio encabeza la lista de los 202 muertos de Tian’namen: Tendrá siempre nueve años y quiero que nunca se olvide, repitió Liao. Además, en ese mismo discurso criticó duramente a Mo Yan, ganador del Premio Nobel de Literatura 2012, acusándolo de haber organizado un acto donde cien escritores transcribieron cada uno un texto de Mao como muestra de fidelidad al régimen. Eso da una idea del personaje, es un canalla, añadió.
En El caminador de cadáveres, que creo fue traducido como El paseante de cadáveres al español, Liao entrevista a numerosos personajes de distintas clases sociales, regiones y oficios en China. En el prólogo a la versión inglesa, Philip Gourevitch dice:
La formación de Liao como escritor se forjó en la más dura de las experiencias, casi murió de hambre cuando niño y su padre fue estigmatizado como enemigo del pueblo; fue encarcelado por escribir poemas donde criticaba al Partido Comunista Chino; fue golpeado en la cárcel por rehusar callarse y en ella descubrió la enorme importancia de escuchar a otra gente semejante a él, gente a la que las autoridades chinas hubieran querido mantener amordazada para siempre. Liao escribe con la valentía de un hombre que conoce el sufrimiento y la pérdida y no los teme... Sin lugar a dudas es el poeta chino más original.

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