sábado, 3 de noviembre de 2012

El hijo de Messi.

Apenas nació ayer y el hijo de Leo ya acapara la atención mundial
¿Podrá superar Thiago Messi la maldición del apellido?
La mayoría de los vástagos de los cracks no destacaron en el deporte
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Durante la entrega de la Bota de Oro, los organizadores regalaron una botita a Lionel Messi para su primogénitoFoto Reuters
Dpa y Afp
 
Periódico La Jornada
Sábado 3 de noviembre de 2012, p. a14
Madrid, 2 de noviembre. El selecto, mediático y exigente grupo de hijos de las estrellas mundiales del deporte acaba de incorporar a un nuevo integrante: ¿Será capaz Thiago Messi de quebrar el maleficio del apellido?
A lo largo de la historia, los hijos de los cracks del deporte tuvieron en sus manos un arma de doble filo: fácil acceso a la elite de sus disciplinas, por un lado, y una inevitable e injusta comparación con sus progenitores que los perseguía a lo largo de toda su trayectoria, por el otro.
El peso de llevar apellidos tales como Cruyff, Beckenbauer, Maradona, Jordan o Merckx fue un fantasma que persiguió durante toda su vida a los herederos de las leyendas.
Así, Lionel Messi, el más destacado jugador de futbol de la actualidad y uno de los mejores de la historia, trajo al mundo a un nuevo referente de estas estrellas.
Es mucho más complicado de lo que la gente piensa, porque siempre pierdes las comparaciones. Hay una presión añadida que soportar cuando todavía no has llegado a la madurez. Lo sufres mucho, afirmó Jordi Cruyff.
Tras cinco años en lo más alto del futbol europeo, cuando jugó en el Barcelona y el Manchester United, Cruyff hijo cayó en una espiral descendente hasta terminar en el balompié chipriota. En su carrera participó la misma cantidad de veces en la selección holandesa que en la no oficial selección de Cataluña: apenas nueve encuentros.
Una de las llamadas víctimas del apellido más resonantes en el deporte es nada menos que Edinho, el hijo de Pelé, que para diferenciarse de su progenitor optó por convertirse en portero y terminó siendo más famoso por sus problemas policiales que por sus hazañas deportivas.
Mi carrera como jugador comenzó con la presión del mundo entero, siendo famoso sin haber hecho nada y con una responsabilidad muy grande para la que no estaba preparado, reconoció Edinho.
El hijo de Pelé tuvo sus años de gloria al defender durante cinco temporadas los colores del Santos, club en el que su padre es poco menos que una entidad divina, pero su mayor fama se gestó con sus dos detenciones, en 2005 y 2006, implicado en casos de narcotráfico.
También se produjeron ejemplos de aquellos que ni siquiera pudieron alcanzar estabilidad en el primer nivel, tales como Stephan Beckenbauer o Diego Maradona Sinagra.
El hijo del Kaiser estuvo dos temporadas en el Bayern Múnich sin pena ni gloria, a mediados de la década de los 80, y luego finalizó su carrera en clubes de segunda división. Hoy es entrenador del equipo sub-17 del club bávaro.
El caso de Maradona Sinagra es aún más duro: nunca fue reconocido como hijo por el Pelusa y su carrera se desarrolló entre clubes de tercera y cuarta división del calcio.
Para encontrar casos en que los hijos hayan superado a sus padres hay que escarbar en ejemplos donde los mayores se mantuvieron en la elite de sus deportes, pero no llegaron a ser leyendas: los Higuaín, los Sanchís, los Maldini, los Forlán...
Igual en otros deportes
Lejos del futbol se mantiene una sintonía similar: expectativas enormes sobre hijos de astros que padecieron el maleficio del apellido.
Los hermanos Marcus y Jeffrey Jordan, hijos del astro de los Toros de Chicago, decidieron abandonar el baloncesto en la Universidad de Florida a los 21 y 23 años; Axel Merckx, hijo del ciclista Eddy, quíntuple ganador del Tour de Francia y del Giro de Italia, estuvo siempre lejos de los logros de su padre, mientras Sergei Bubka junior, hijo del homónimo mítico saltador con pértiga, acaparó más titulares por su caída desde un tercer piso en París que por sus logros en el tenis, donde ocupa el puesto 186 de la clasificación.
Laila Ali, hija de Muhammad, sí pudo edificar una carrera a la altura de las circunstancias, con dos títulos mundiales y 24 peleas ganadas en las mismas disputadas (21 por nocaut), pero el boxeo femenino tiene escasa repercusión pública.
Thiago Messi se suma ahora al grupo integrado por niños como Jaden y Jaz Elle (hijos de los tenistas Andre Agassi y Steffi Graf) o Benjamín (hijo de Sergio Agüero y nieto de Maradona), quienes, antes de asumir un objetivo deportivo con sabor a hazaña, todavía están a tiempo de optar por convertirse en abogados, programadores de páginas web o seguir los pasos de Javier Sotomayor hijo, quien abandonó el salto de altura para dedicarse a la música.
En Barcelona, Messi y su novia Antonella Roccuzzo fueron padres hoy de su primer hijo, Thiago, confirmó el jugador. Hoy soy el hombre más feliz del mundo, nació mi hijo, escribió en su página de Facebook.
Messi –quien comenzó su relación sentimental con Roccuzzo hace cuatro años– se ausentó hoy a primera hora de la mañana del entrenamiento para estar presente en el parto.
Sin embargo, el entrenador, Tito Vilanova, aseguró que el argentino estará mañana ante el Celta de Vigo por la jornada 10 de la liga española.
El argentino está próximo a cerrar una semana inolvidable, que comenzó al recibir la Bota de Oro al mejor goleador en las ligas europeas de la pasada temporada, con marca histórica de 50 anotaciones.
No será Messi el último de los jugadores azulgranas en estrenar paternidad en próximas fechas, pues las respectivas parejas de Gerard Piqué (en este caso la conocida cantante colombiana Shakira) y Cesc Fábregas también esperan descendencia.

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