Muchos millones y un gran secreto en la boda de Julio José Iglesias
La ceremonia celebrada en la finca del marqués de Griñón, no reunió a todo el clan
La familia reservó su imagen para una revista que pagó medio millón de euros
Los Iglesias-Presysler solo nacen, se casan y se divorcian si hay una
exclusiva de por medio y esta lleva la cabecera de la revista ¡Hola! Por eso no extrañó que los invitados al enlace de Julio José Iglesias y Charisse Verhaert
no se dejaran ver ante los fotógrafos que aguardaban a las puertas de
la finca que Carlos Falcó posee en Aldea del Fresno, a pocos kilómetros
de Madrid, donde se celebró la ceremonia. Menos aún se esperaba una foto
de los recién casados. La del sábado fue, una vez más, una boda de
muchos millones y grandes secretos. En juego estaba medio millón de
euros, que es la cifra que se baraja han pagado los editores de la
publicación por las fotos de esta cita nupcial.
Aún así han trascendido algunos datos de la ceremonia. La novia iba vestida de Manuel Mota, convertido en el diseñador de las famosas para estas ocasiones. La cena la sirvió José Luis, por deseo del padre del novio. Los vinos fueron regalo de Falcó, que puso a disposición de la pareja no solo su finca sino también sus prestigiosas bodegas.
Pese a que los invitados llegaron a la cita protegidos por cristales tintados, se ha sabido que hubo grandes ausencias. Julio Iglesias acudió solo, sin su actual esposa Miranda y sin los cinco hijos que tienen en común. Tampoco estuvo Enrique, hermano del novio, dicen que por su enfrentamiento con su padre, aunque la explicación oficial es que tenía previsto un concierto ineludible. Pero el menor de los Iglesias Preysler sí se encargó de organizar para el novio una gran despedida de soltero en Las Vegas. Igualmente se ausentó Carlos Falcó que mostró su apoyo a la boda cediendo sus posesiones, pero no su imagen para la gran exclusiva.
Sí acudió Miguel Boyer, pero se negó a posar para el reportaje. Esta fue una de las primeras salidas del exministro tras su accidente cerebral.
El número se asistentes fue reducido, unos 60. Pero las imágenes de la exclusiva serán vistas por millones de personas. Un reportaje en el que aparecen juntos dos de los reyes del corazón, Preysler e Iglesias, que siguen siendo todavía un tándem muy cotizado pese a que están separados hace más de 30 años.
Aún así han trascendido algunos datos de la ceremonia. La novia iba vestida de Manuel Mota, convertido en el diseñador de las famosas para estas ocasiones. La cena la sirvió José Luis, por deseo del padre del novio. Los vinos fueron regalo de Falcó, que puso a disposición de la pareja no solo su finca sino también sus prestigiosas bodegas.
Pese a que los invitados llegaron a la cita protegidos por cristales tintados, se ha sabido que hubo grandes ausencias. Julio Iglesias acudió solo, sin su actual esposa Miranda y sin los cinco hijos que tienen en común. Tampoco estuvo Enrique, hermano del novio, dicen que por su enfrentamiento con su padre, aunque la explicación oficial es que tenía previsto un concierto ineludible. Pero el menor de los Iglesias Preysler sí se encargó de organizar para el novio una gran despedida de soltero en Las Vegas. Igualmente se ausentó Carlos Falcó que mostró su apoyo a la boda cediendo sus posesiones, pero no su imagen para la gran exclusiva.
Sí acudió Miguel Boyer, pero se negó a posar para el reportaje. Esta fue una de las primeras salidas del exministro tras su accidente cerebral.
El número se asistentes fue reducido, unos 60. Pero las imágenes de la exclusiva serán vistas por millones de personas. Un reportaje en el que aparecen juntos dos de los reyes del corazón, Preysler e Iglesias, que siguen siendo todavía un tándem muy cotizado pese a que están separados hace más de 30 años.
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