Obama lleva 274 electores; es relegido presidente
El recuento, al momento, es de 46
de los 50 estados. Primeras proyecciones apuntan a lo que muchos ya
habían vaticinado: ajustada carrera y una larga noche electoral.
Agencias
Publicado: 06/11/2012 17:33
Publicado: 06/11/2012 17:33
Washington.
Tras el recuento de votos en 46 de los 50 estados, éstos son los
resultados parciales hasta el momento: Barack Obama, 274 electores y
Mitt Romney, 203 electores. Para la victoria son necesarios al menos
270 de los 538 electores.
Varias cadenas de
televisión locales proyectaron que el presidente estadunidense, Barack
Obama, logró la relección al vencer a su rival republicano Mitt Romney
en
la carrera por la Casa Blanca.Obama se convirtió en apenas el segundo presidente demócrata que obtuvo un segundo mandato de cuatro años desde la Segunda Guerra Mundial, después de Bill Clinton.
Obama -que se impuso en Nueva York, California, Pensilvania y Ohio- estaría consiguiendo al menos 274 votos en el Colegio Electoral, lo que le asegura su relección, destacaron las cadenas.
Los
estados decisivos son Connecticut, Delaware, Illinois, Indiana,
Kentucky, Maine, Maryland, Massachusetts, Oklahoma, Rhode Island,
Carolina del Sur, Vermont, Washington DC, West Virginia y Georgia.
Las
primeras proyecciones de las elecciones en Estados Unidos apuntaban
hoy a lo que muchos ya habían vaticinado: una ajustada carrera que
hace prever una larga noche electoral.
Según
la cadena CNN, Obama y Romney estarían empatados en estados
bisagra clave como Florida, donde según encuestas a pie de urna y
primeros recuentos ambos suman el 50 por ciento de votos, y en
Virginia, donde están igualados a 49 por ciento.
Los
primeros centros electorales comenzaron a cerrar a las 18 horas
locales, mientras en otras partes del país se votaba aún
activamente, en lo que se prevé una larga noche antes de conocer
quién será el próximo presidente del país.
Los
más rápidos en concluir la votación fueron algunos distritos
electorales en Kentucky e Indiana.
Pero
buena parte de los estados bisagra que decidirán si el demócrata
Barack Obama sigue en la Casa Blanca o si a partir del 20 de enero lo
sustituye el republicano Mitt Romney continuaban en plena votación.
En el transcurso del día,
el presidente Obama y el republicano Romney lucharon codo a codo e
hicieron un llamado de último minuto para que sus simpatizantes
acudieran a las urnas.
Se esperaba que al menos
120 millones de estadunidenses voten para otorgar a Obama un segundo
mandato o remplazarlo por Romney.
Las primeras pistas de
quién podría ser el ganador aparecerán una vez que se sepa el
vencedor en los estados de Virginia y Florida y, más importante,
Ohio.
Algunas mesas electorales
en los estados de Indiana y Kentucky fueron las primeras en cerrar
este martes a las 18 horas locales.
Los dos estados poseen
dos husos horarios, por lo que el restante de sus mesas cerrará una
hora más tarde, cuando se esperan los primeros resultados de las
elecciones.
La decisión de los
votantes marcará el rumbo del país en los próximos cuatro años en
lo que respecta al gasto, los impuestos, la atención médica y los
desafíos de política exterior entre los que se destacan las
ambiciones nucleares de Irán y el surgimiento de China.
Los sondeos nacionales de
opinión muestran a Obama y a Romney en un empate virtual, aunque el
candidato demócrata tiene cierta ventaja en varios estados vitales
donde no se observa una tendencia definida -el más destacado es
Ohio-, que podrían darle los 270 votos electorales que necesita para
quedarse en la Casa Blanca.
Romney, el
multimillonario ex jefe de un fondo privado, sería el primer
presidente mormón de Estados Unidos y uno de los estadunidenses más
ricos en ocupar el cargo.
Obama, que se convirtió
en el 2008 en el primer presidente de color del país, quiere evitar
ser relegado a servir sólo un mandato, algo que ha sucedido sólo
con uno de los tres ocupantes anteriores de la Casa Blanca.
Cualquiera de los
candidatos que gane tendría escaso margen para maniobrar con soltura
desde Washington y romper el estancamiento partidista.
Romney votó en un centro
comunitario cerca de su casa, en un suburbio de Boston, antes de
partir raudamente a dos paradas de último minuto, incluido el más
crítico de los estados en los que la elección puede inclinarse para
cualquiera de los candidatos: Ohio. “Me siento sensacional con
Ohio”, dijo cuando fue consultado sobre un estado que se considera
que el republicano está obligado a ganar si quiere llegar a la Casa
Blanca.
En una escala en una
oficina de campaña cerca de Pittsburgh, Romney habló brevemente
sobre el presidente pero dijo que es momento para un “mañana
mejor”.
“Este presidente ha
tenido una gran campaña. Creo que es un gran hombre y le deseo lo
mejor a él y su familia. Es un buen padre y ha sido un buen ejemplo
de buen padre. Pero es tiempo de una nueva dirección”, destacó.
En la tarde, al llegar a
Boston, donde esperará los resultados de la elección presidencial,
el aspirante republicano a la Casa Blanca afirmó con optimismo que
había dado los últimos toques al discurso que dará ante una
eventual victoria.
“Acabo de terminar de
escribir mi discurso de victoria. Tiene unas mil 118 palabras y estoy
seguro de que será modificado porque aún no lo he circulado entre
mis familiares, amigos y asesores para recibir sus observaciones”,
dijo Romney a periodistas en la capital de Massachusetts, donde fue
gobernador.
Tras conocerse los
resultados de la elección presidencial, en la que se enfrenta al
presidente Barack Obama, Romney tiene previsto ofrecer un discurso en
el centro de convenciones de la ciudad.
Remarcando la importancia
que ambas campañas han puesto en Ohio, el vicepresidente Joe Biden
aterrizó en Cleveland para una visita sorpresa sólo minutos después
de que Romney tocara tierra en lo que parecía un intento por robar
el protagonismo al republicano.
Romney se quedó a bordo
hasta que el vehículo en que se movilizaba Biden abandonó la pista,
que pronto se llenó aún más cuando aterrizó el compañero de
fórmula de Romney para la vicepresidencia, Paul Ryan.
Obama apareció en una
serie de entrevistas pregrabadas en varios de los estados más
disputados y que han sido un foco casi obsesivo de las dos campañas.
También hizo una visita sorpresa a una oficina de campaña en
Chicago.
“Hace cuatro años
tuvimos una increíble participación”, dijo Obama a una estación
radial de Miami. “Sé que las personas estaban emocionadas y
energizadas por la idea de hacer historia, pero tenemos que preservar
lo que hemos obtenido y seguir avanzando”, dijo el presidente.
Obama instó a través de
una estación de música en Tampa, Florida, al finalizar un
compromiso con simpatizantes afroamericanos, que votar era “central
para sacar nuestra comunidad adelante”.
Asimismo Obama cumplió
este martes con su ritual de jugar al baloncesto en día de
elecciones. Lo acompañaron el secretario de Educación, Arne Duncan,
el cuñado de Obama Craig Robinson, quien es entrenador universitario
de baloncesto y su ex asistente personal Reggie Love, según informó
la Casa Blanca.
Pero a la cancha llegaron
también un par de ex jugadores de la liga profesional de baloncesto,
la NBA, entre ellos la estrella de los Chicago Bulls, Scottie Pippen.
Obama tiene por norma
jugar una partida de baloncesto en días electorales, tanto para
matar el tiempo y el estrés como por superstición. Se cuenta que no
jugó el día de las primarias demócratas de New Hampshire en enero
de 2008, cuando fue derrotado por Hillary Clinton.
Luego del partido, Obama
regresó a su casa en Chicago, donde cenaría con su familia mientras
espera los resultados.
Tras conocerse si
permanecerá en la Casa Blanca otros cuatro años o será reemplazado
por Romney, Obama hablará en el centro de convenciones McCormick
Place.
Lucha codo a codo
Encendida por un gasto
récord en avisos de propaganda negativa, la batalla entre ambos
candidatos se focalizó fundamentalmente en la lenta recuperación
económica y el persistente alto desempleo, aunque por momentos se
tornó personal.
Mientras los
estadunidenses se dirigían a los centros de votación, los equipos
de campaña de los dos candidatos trabajaban fervientemente a último
minuto para movilizar a los partidarios a emitir efectivamente sus
sufragios, en un país donde votar no es obligatorio.
La estrecha carrera
presidencial eleva los pronósticos de un resultado reñido similar
al de la elección del 2000, que fue definida por la Corte Suprema de
Estados Unidos. Ambas campañas han establecido equipos legales para
lidiar con posibles problemas de sufragio, desafíos o recuento de
votos.
El equilibrio de poder en
el Congreso estadunidense también estará en juego con carreras por
el Senado y la Cámara de Representantes que podrían impactar sobre
el resultado de las negociaciones relacionadas con el llamado “abismo
fiscal”, ligado a recortes de gasto y finalización de exenciones
impositivas que entrarían en vigencia a fin de año, a menos que se
llegue a un acuerdo.
Los demócratas de Obama
mantendrían por poco su mayoría en el Senado, mientras que los
republicanos de Romney retendrían el control de la Cámara de
Representantes.
En medio de la
incertidumbre por el resultado de los comicios en Estados Unidos, los
mercados de valores del mundo y el dólar se mantenían estables el
martes, mientras los inversores esperaban por el resultado electoral.
Obama votó
anticipadamente en octubre.
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