Mark Zuckerberg crea una fundación para promover la inmigración
Anuncia la creación fwd.us, una organización para promover medidas de inmigración
Cristina F. Pereda
Washington
12 ABR 2013 - 03:58 CET6
El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, abogó este miércoles por la reforma del sistema migratorio de Estados Unidos. En un artículo firmado en el diario The Washington Post,
Zuckerberg anunció la creación de una fundación para impulsar leyes de
inmigración que respondan a los intereses del sector tecnológico.
“Tenemos un sistema de inmigración muy extraño para ser una
nación de inmigrantes”, escribió Zuckerberg. “Y es una política
inadecuada para el mundo actual”. El empresario se sumó así a las voces
de líderes de todos los sectores de la sociedad estadounidense, cada vez
más a favor de una reforma que aborde desde la regularización de 11
millones de indocumentados hasta la creación de un sistema para atraer a
los mayores talentos del mundo.
El movimiento a favor de la nueva ley de inmigración vivió este miércoles uno de sus momentos más intensos con la concentración de miles de personas ante el Capitolio, en Washington,
para presionar a los legisladores. Un día después, el responsable de la
red social más grande del mundo, descendiente de emigrantes que
llegaron a Nueva York a través de Ellis Island y uno de los ejemplos de
innovación y prosperidad de EE UU, sumaba su voz a la lucha por la
reforma.
Como otros líderes empresariales del país, Zuckerberg se
pregunta "por qué el país deja escapar todos los años al 40% de los
graduados superiores en ciencias o matemáticas", que no son ciudadanos
estadounidenses “después de invertir en su educación”, o por qué no se
ofertan más permisos de trabajo para extranjeros “cuando sabemos que
cada uno de esos empleos crearán dos o tres más a cambio”.
El joven empresario, que acaba de lanzar su propia fundación por la reforma: Fwd.us,
menciona su encuentro con un estudiante, aspirante a crear una empresa,
que dudaba si llegaría a hacerlo porque es indocumentado. “Estos
alumnos deberían formar parte de nuestro futuro”. Cuanto mayor es el
acceso a la educación, dice Zuckerberg, “mejor preparados estamos, más
productivos llegamos a ser y mejor futuro esperará a nuestra nación”.
Sin embargo, el impulso de empresarios tan influyentes como
el responsable de Facebook, que cuenta con el apoyo de otros líderes
del sector de la tecnología e Internet —desde Marissa Meyer, CEO de
Yahoo!, a Eric Schmidt, de Google—, podría topar con uno de los aspectos
más complejos de la reforma migratoria que se estudia actualmente en EE
UU y el que puede convertirse también en uno de sus grandes obstáculos.
“Para liderar en la nueva economía global, necesitamos a
los profesionales con más talento y capacidad de trabajo”, argumenta
Zuckerberg. “Necesitamos educar y atraer a los mejores. Necesitamos que
los estudiantes de hoy se conviertan en los líderes de mañana”. El
empresario defiende una reforma que permita reforzar la frontera y
regularice a los indocumentados, un sistema educativo que atraiga a los
mejores profesionales del mundo y la inversión en descubrimientos
científicos e investigación.
Según las empresas del sector tecnológico -demandantes de
ingenieros, matemáticos y científicos- el país debe aumentar el número
de permisos que entrega cada año, actualmente limitado a 65.000. Para
los detractores de ese aumento, EE UU debe obligar a las empresas a
contratar primero entre sus ciudadanos y mejorar las condiciones
salariales de estos, en vez de contratar en el extranjero.
Necesitamos educar y atraer a los mejores. Necesitamos que los estudiantes de hoy se conviertan en los líderes de mañana”
Las empresas de tecnología, unas de las más demandantes de
los profesionales especializados que estudian en universidades
estadounidenses y que deben regresar después a su país por las
dificultades para lograr un visado, argumentan que cerca de 300.000
puestos quedan vacantes cada año en el sector por este problema. El
Gobierno anunció esta semana que los visados ofertados para el año
próximo caducaron en una semana y que las peticiones rebasaron la cuota
en un 45%.
Los últimos intentos de aprobar cualquier legislación que
incrementase el número de visados H1-B, los entregados a trabajadores
extranjeros que son reclamados por una empresa estadounidense, ha
fracasado al no superar el mismo argumento. ¿Cómo puede asegurarse EE UU
que las empresas no contratan a extranjeros, por un salario más bajo, y
exportando además después ese puesto de trabajo a países como India o
China?
Ninguno de los proyectos de ley presentados en los últimos
años al respecto ha resuelto tampoco cómo puede presionar el Gobierno a
las empresas para que contraten primero a estadounidenses, después a
extranjeros, que esto no afecte a sus condiciones salariales y que el
puesto de trabajo no sea destinado a otro país.
Varios medios han adelantado en las últimas semanas que la propuesta que intenta pactar el “Grupo de los Ocho” podría elevar elevar el número de visados a profesionales hasta los 100.000 cada año. También coincidirían con uno de los principios defendidos por el presidente, Barack Obama, la concesión de una green card
o permiso de trabajo y residencia a los graduados de ciencias y
matemáticas en universidades estadounidenses —miles de jóvenes cada
año—.
Este aspecto de la reforma choca también con los intereses
de los sindicatos de empleados del sector servicios y agrícola, así como
los defensores de los trabajadores que cada año entran en EE UU con un
permiso temporal. Una vez que el “Grupo de los Ocho” logre consensuar un
primer borrador, deberán convencer al resto de legisladores de ambos
partidos hasta aprobar finalmente una ley que puede hacer historia:
después de varias décadas, el Congreso habrá logrado ponerse de acuerdo
en algo más que la necesidad de arreglar un sistema fallido.
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