viernes, 1 de julio de 2011

Diseño de muebles, loca carrera.

La batalla de los superlativos
La carrera hacia el podio en el diseño de mobiliario actual exhibe sin límites todo tipo de retos técnicos


A la particular carrera por ascender hasta el podio del edificio más alto del mundo (la favorita entre las competiciones arquitectónicas), se añade ahora la enloquecida búsqueda del superlativo en el mundo del diseño de mobiliario. Sin embargo, al contrario de lo que sucede con la arquitectura de altura, que trata de ocultar el esfuerzo, los retos en esta otra disciplina buscan parecer más técnicos que caprichosos. Quieren demostrar que el diseño también es audacia. Así, no ocultan sino que potencian las ingeniosas soluciones técnicas. No les vale con ser más, los nuevos muebles quieren encarnar esos extremos competitivos.

Con esa ambición, el joven diseñador noruego Simen Aarseth ha ideado la mesa de apoyo más ligera de la temporada. Diseñada para la firma inglesa Benchmark, la mesilla Puck es poco más que medio kilo de mesa. Fabricada en roble o nogal, tiene un sobre circular -que también puede lacarse en colores- y se apoya sobre tres patas que nacen del centro y se posan en el suelo como frágiles contrafuertes en un castillo de palillos.

Desde hace 25 años, Benchmark es una marca de referencia para el diseño nórdico y sostenible fabricado en Gran Bretaña. Fue Terence Conran, el fundador de Habitat, quien ideó la compañía junto al entonces jovencísimo empresario Sean Sutcliffe. En los ochenta ambos supieron ver que el diseño del futuro sería sostenible y con vocación de eternidad o no sería. Su apuesta fue entonces por la limpieza nórdica y por recuperar la producción artesana.

Hoy se enorgullecen de realizar muebles a mano con maderas sólidas, de roble o nogal, procedentes de bosques reforestados. En ese clima de llegar para quedarse, la mesa Puck no puede hacer mucho ruido, pero se deja ver pasando de puntillas. Disponible en dos tamaños, funciona como apoyo individual o formando un grupo. Y es prima hermana del primer diseño de Aarseth, la mesilla Tripod que sostenía, sobre tres patas algo más gruesas, una cajonera cuadrada.

Si la altura es el récord clásico entre los edificios, el equivalente entre ebanistas sería la mesa más larga, de un solo trazo, en una sola pieza. Esta vez ha sido un veterano diseñador italiano el que ha conseguido conjugar largo y ligero en una mesa rectangular. La pieza se llama 25, porque 25 milímetros, o 2,5 centímetros, es lo que mide el grueso de cada uno de los componentes (patas o sobre) de esta mesa minimalista de tres metros y medio. Su autor, Bruno Fattorini, es el alma de la empresa MDF, la reina del diseño blanco, cartesiano y minimalista. Tanto es así que hace dos décadas llegó a presidir la firma.

Hoy ha llevado esa misma idea de elegir el reto técnico como búsqueda en el diseño, hasta la empresa Desalto que fabrica su nueva mesa. El producto es enorme y, sin embargo, ligero, casi invisible. Tiene el truco de la experiencia de alguien que lleva 50 años diseñando. El sobre y las patas están formados por un sándwich de aluminio y madera capaz de convertir pequeñas superficies en componentes sólidos y resistentes. Así, funcionando por contraste, la mesa más larga lo parece aún más cuando es, visualmente, también la más ligera.

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