El 'relato falso' de la camarera
¿Qué sucedió el 14 de mayo en el hotel Sofitel? La Fiscalía de Nueva York tiene ahora dudas sobre el relato de la camarera que ha acusado a Dominique Strauss-Kahn, por entonces director gerente del FMI, de agresión sexual e intento de violación.
Según ha revelado este viernes la Fiscalía, la mujer ha hecho bajo juramento un "relato falso" de la agresión sexual de la que dijo haber sido víctima y no dijo que tras limpiar la habitación de DSK -donde el político francés la habría agredido sexualmente, según su relato- había limpiado otro cuarto antes de denunciar los hechos.
"La denunciante ha reconocido después que su relato era falso y que tras el incidente en la suite 2806 [la de DSK], ella había limpiado una habitación vecina y después había vuelto a la suite 2806 antes de informar del incidente a su superior", ha explicado la oficina del fiscal en un comunicado, emitido poco después de que el juez haya dejado a Strauss-Kahn en libertad provisional.
Según la reconstrucción de los hechos que hasta ahora había trascendido -basada en el testimonio de la presunta víctima- la mujer acudió a la habitación 2806 para limpiarla. Aunque debía estar vacía, la camarera se encontró con un hombre desnudo que salía del baño. De acuerdo con las acusaciones de la mujer, el agresor se abalanzó sobre ella e intentó violarla y, finalmente, le habría obligado a practicarle una felación.
La mujer había dicho hasta ahora que tras los hechos había huido de la habitación y, después de que Strauss-Kahn se marchase, había informado a un superior.
La defensa de Strauss-Kahn ha insistido en que su cliente es inocente y que el encuentro sexual fue consentido. Según ha desvelado ahora The New York Times, aunque los exámenes forenses confirman que hubo relaciones sexuales, la Fiscalía tiene ahora dudas sobre la credibilidad de la mujer, tanto en lo que se refiere a su relato de los hechos como de su pasado.
Al parecer, la presunta víctima ha reconocido que mintió en su solicitud de asilo en EEUU. Según el NYT, la mujer ha reconocido que no es cierto que fuese violada en Guinea Conakry -de donde es originaria- por un grupo de hombres.
Según el diario neoyorquino, en las 24 horas posteriores al incidente la mujer consultó con un preso los beneficios económicos que implicaría la denuncia. El abogado de la camarera, sin embargo, ha insistido este viernes en que su cliente fue víctima de una agresión sexual y dispone de "pruebas materiales" que lo demuestran. El letrado acusó al fiscal de tener "demasiado miedo a este caso".
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