Criminal
Tenemos la ley hipotecaria más injusta y la aplicamos de la manera más feroz
Hoy, ahora, quizá justo en el momento en que lees este
artículo, probablemente se esté perpetrando un acto criminal en el
Congreso. Porque apoyar la brutal ley hipotecaria española y no admitir
la iniciativa legislativa popular (ILP) que pide la dación en pago
supone ser cómplice de un crimen, como dijo con impecable lógica Ada
Colau la semana pasada en su formidable intervención, unas palabras
esenciales que debería escuchar todo el mundo (http://politica.elpais.com/politica/2013/02/06/videos/1360141021_027865.html).
Que quede claro que tenemos la ley hipotecaria más injusta y que la
aplicamos de la manera más feroz. En Francia, por ejemplo, hay una
moratoria estacional; durante los seis meses de invierno no se desaloja a
nadie por el frío. Nosotros, en cambio, no somos capaces de decretar
una moratoria temporal ante los rigores de la crisis, como reclama la
ILP. Y que la banca no cuente más mentiras: no se pide un coladero para
todos los morosos, solo se habla de primeras, únicas viviendas y de
deudores de buena fe.La ILP tiene detrás 1,4 millones de firmas, pero el PP ya ha dicho que la va a vetar. Lo cual implica apoyar esa nueva forma de esclavitud que consiste en perder la casa y por añadidura quedar endeudado de por vida con el banco. Una verdadera muerte social que en ocasiones conduce, en su ciega desesperación, a la muerte real: el último suicidio, por ahora, fue el de F. J. L. en Córdoba hace cuatro días: 36 años, una hija, se arrojó por la ventana con la orden de desalojo en la mano. Que este país de corruptos y sinvergüenzas no sea capaz de parar la carnicería de los desahucios es un abuso inadmisible. Malditos sean los que hoy votan que no. Espero que por lo menos tengan pesadillas.
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