Maduro dice que EE UU solicitó a Caracas la extradición de Snowden
El presidente venezolano carga contra Rajoy por la demora del vuelo de Evo Morales
Si hace dos días Nicolás Maduro cortejaba a Edward Snowden para que solicitara asilo en Venezuela,
hoy entregó otra prueba de que su Gobierno tomaría muy en serio la
posibilidad de que el extrabajador de la NSA desembarcara en Caracas.
Ocurrió durante su regreso al país, en sus primeras declaraciones antes
de proseguir hacia Cochabamba, Bolivia, donde se celebrará una reunión
extraordinaria de Unasur para tratar la demora del avión que transportaba al presidente boliviano Evo Morales.
Maduro fue muy firme en condenar la odisea vivida por su aliado a su regreso de Moscú y disparó contra Washington y Madrid. De Estados Unidos dijo que había recibido “un papelucho” pidiendo la extradición del filtrador. Al acusar recibo de la supuesta comunicación, el presidente venezolano recordó lo que ya había dicho en Moscú sobre el espionaje electrónico desvelado y tachó de inmoral la petición. “Lo primero que tendrían que hacer es entregarnos a Luis Posada Carriles, a quien tienen allá protegido”.
Con esa frase Maduro hizo recordar lo que tantas veces dijo su mentor Hugo Chávez para agitar las banderas antiimperialistas, o frente a cualquier petición de la Casa Blanca. Luis Posada Carriles, un legendario anticastrista y antiguo miembro de la inteligencia venezolana, es el responsable de la voladura de un avión de Cubana de Aviación en 1976 y un prófugo de la justicia local. El Supremo venezolano ha solicitado sin éxito la extradición de este exagente de la CIA, que vive en Miami.
Maduro destacó también que EE UU parece desesperado por su forma de exigir la captura de Snowden. Es, según su opinión, una debilidad muy grande desde el punto de vista moral y ético frente al mundo. “Nosotros no recibimos recomendaciones y menos imposiciones de nadie”.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, también fue alcanzado por los dardos de Maduro, quien catalogó a su Gobierno de “infame”. “Nosotros evaluaremos nuestras relaciones con España”. Aunque el mandatario venezolano hizo críticas generales a los países que impidieron la escala de la nave de Morales, decidió señalar al Ejecutivo español por pretender revisar el avión de un jefe de Estado. “¿Qué se cree el presidente Rajoy? ¿Que los sudamericanos somos esclavos de ustedes, de las élites que se arrodillan ante la CIA y los intereses del imperio estadounidense? Esto es indignante”, afirmó.
Maduro repasó también las ocasiones en las que se han convocado plenos de Unasur: la crisis política sufrida por el líder de Bolivia en 2008, la revuelta policial de septiembre de 2010 en Ecuador, calificada como golpe de Estado por el presidente Rafael Correa, o la reunión convocada en Lima a mediados de abril para tratar el cuestionado resultado de las elecciones venezolanas, protesta desmeritada por el oficialismo. “Ahí llevaremos la voz de dignidad de nuestro pueblo”, finalizó.
Maduro fue muy firme en condenar la odisea vivida por su aliado a su regreso de Moscú y disparó contra Washington y Madrid. De Estados Unidos dijo que había recibido “un papelucho” pidiendo la extradición del filtrador. Al acusar recibo de la supuesta comunicación, el presidente venezolano recordó lo que ya había dicho en Moscú sobre el espionaje electrónico desvelado y tachó de inmoral la petición. “Lo primero que tendrían que hacer es entregarnos a Luis Posada Carriles, a quien tienen allá protegido”.
Con esa frase Maduro hizo recordar lo que tantas veces dijo su mentor Hugo Chávez para agitar las banderas antiimperialistas, o frente a cualquier petición de la Casa Blanca. Luis Posada Carriles, un legendario anticastrista y antiguo miembro de la inteligencia venezolana, es el responsable de la voladura de un avión de Cubana de Aviación en 1976 y un prófugo de la justicia local. El Supremo venezolano ha solicitado sin éxito la extradición de este exagente de la CIA, que vive en Miami.
Maduro destacó también que EE UU parece desesperado por su forma de exigir la captura de Snowden. Es, según su opinión, una debilidad muy grande desde el punto de vista moral y ético frente al mundo. “Nosotros no recibimos recomendaciones y menos imposiciones de nadie”.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, también fue alcanzado por los dardos de Maduro, quien catalogó a su Gobierno de “infame”. “Nosotros evaluaremos nuestras relaciones con España”. Aunque el mandatario venezolano hizo críticas generales a los países que impidieron la escala de la nave de Morales, decidió señalar al Ejecutivo español por pretender revisar el avión de un jefe de Estado. “¿Qué se cree el presidente Rajoy? ¿Que los sudamericanos somos esclavos de ustedes, de las élites que se arrodillan ante la CIA y los intereses del imperio estadounidense? Esto es indignante”, afirmó.
Maduro repasó también las ocasiones en las que se han convocado plenos de Unasur: la crisis política sufrida por el líder de Bolivia en 2008, la revuelta policial de septiembre de 2010 en Ecuador, calificada como golpe de Estado por el presidente Rafael Correa, o la reunión convocada en Lima a mediados de abril para tratar el cuestionado resultado de las elecciones venezolanas, protesta desmeritada por el oficialismo. “Ahí llevaremos la voz de dignidad de nuestro pueblo”, finalizó.
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