viernes, 1 de julio de 2011

Mujeres depredadoras, una teoría.

Alicia Misrahi: "Una mirada o una sonrisa de un extraño puede ser un gran momento"
La escritora y periodista descubre en 'Manual de la aprendiza de depredadora' todos los secretos para seducir y disfrutar de "la cacería"


“¿Para qué casarse y hacer sufrir a un hombre cuando se puede hacer felices a muchos?” es una de las frases célebres de la actriz estadounidense Mae West (1893 – 1980) que Alicia Misrahi ha traducido en un estilo de vida que rompe los esquemas de la mujer tradicional.

La periodista y escritora acaba de publicar Manual de la aprendiza de depredadora, un libro donde presenta una nueva tipología de fémina. La intensa vida de Misrahi la ha llevado a especializarse en los temas del amor, el sexo, las relaciones humanas y la muerte. Liguemos.com, Ser madre soltera, En mi casa o en la tuya, Confesiones de tuppersexx, y Sé mala, son algunas de sus anteriores publicaciones.

- ¿Cuál es la definición de “aprendiza de depredadora”?
- Es una mujer que se ha dado cuenta de que los antiguos esquemas de conseguir marido, hijos e hipoteca no van con ella, por lo que decide buscar otro estilo de vida más divertido, en que la seducción no va encaminada a encontrar amor, pareja, ni si quiera sexo, sino a disfrutarla por sí misma, porque una mirada o una sonrisa de un extraño por la calle puede ser un gran momento.

- ¿Qué otras cualidades posee?
- Es curiosa, inquieta, ágil de mente y le gusta mucho experimentar. Esto conlleva tropezar a menudo, pero asume que es algo que forma parte del juego.

- ¿En qué se diferencia de una “depredadora” a secas?
- Es consciente de que quizá no consigan el objetivo que persiguen, pero lo importante para ella es pasarlo bien y aprender. En cambio, “la depredadora” se siente molesta con los hombres e intenta destrozarlos. En mis depredadoras no hay venganza, ni odio.

- Según usted, las mujeres solemos interpretar mal una mirada o un gesto.
- Muchos hombres sólo quieren un coqueteo o tener una aventura esporádico y somos nosotras las que nos equivocamos y, cuando vemos un cierto interés, ya pensamos que puede haber una relación seria. En este sentido, la aprendiza de depredadora es cómplice del hombre.

- ¿Qué diferencia hay con la femme fatal?
- Esta última cree que domina a los hombres, pero acaba enamorándose de cualquiera que pasa por su lado y, por consiguiente, acaban sufriendo. Mis depredadoras sólo quieren disfrutar de la vida y del momento.

- En su argot también aparecen los términos “pescar” y “cazar”.
- Los utilizo deliberadamente porque para mí cazar es algo ágil, que requiere observación y saber moverse, el objetivo no es conseguir una relación estable, sino el placer de la caza. En cambio, las mujeres pescadoras buscan convertir el hombre que acaban de conocer en un amor duradero.

- …
- No obstante, prefiero ser depredadora, aunque en otros momentos de mi vida me puedo plantear una relación más seria. Las mujeres no podemos ilusionarnos demasiado con el amor e idealizarlo porque este razonamiento genera mucha angustia. El enamoramiento es el estado más bobo que existe. En realidad, uno no se enamora de la persona, sino de lo que cree que es o, peor aún, de la sensación que le produce el estado en sí.

- ¿Y qué hay del amor?
- Es algo más profundo, que surge con el tiempo. La depredadora cree en él, pero no lo busca desesperadamente. En este sentido, tampoco pienso que la única forma de vivir o realizarse sea encontrando pareja estable, lo cual está demasiado sobrevalorado, ya que la mayoría de matrimonios están horriblemente mal.

- Así pues, no cree en el amor eterno.
- Todas las investigaciones científicas están cada vez más encaminadas a decir que somos monógamos sucesivos por naturaleza.

- ¿Cree que tiene un punto de frívola?
- No, en absoluto, porque he pensado mucho sobre el amor y las relaciones, he hablado con muchas personas. Lo que defiendo es una teoría y una práctica perfectamente probada.

- ¿Cómo detectar a una depredadora?
- Por la mirada y por la pasión que siente por vivir,… Nunca está preocupada por su aspecto. Es un estilo de vida que surge cuando, por ejemplo, tienes treinta años y acabas de tener un desengaño amoroso. Entonces, te das cuenta de que siempre escoges al hombre equivocado y que ha llegado el momento de cambiar.

- Hay muchos libros de seducción. ¿La mayoría en qué se diferencia del suyo?
- El problema de los libros de seducción es que aseguran que tienen fórmulas exactas para seducir a quien quieras. Estoy en contra de ésto porque, aparte de que no es cierto, sería aburridísimo pensar que si sonríes o parpadeas de una determinada manera, la persona caerá rendida a tus pies. A mí me interesa la caza, el juego y la emoción que despierta.

- ¿A qué famosas “depredadoras” admira?
- Me gusta mucho el carisma de Marlene Dietrich y el de Mar West, que escribía sus propios diálogos. Son suyas frases como “¿Tienes una pistola en el bolsillo o es que te alegras de verme?” o “Las chicas buenas van al cielo, las malas van a todas partes”, y la que me encanta: “Cuando soy buena, soy buena; cuando soy mala, soy mucho mejor”. Además, ella lo practicaba.

- ¿Cuántos tipos de depredadoras hay?
- Una en cada mujer, lo que pasa es que está más o menos dormida o cohibida, porque nos han enseñado desde pequeñas diciéndonos que los hombres sólo quieren una cosa y se van a aprovechar de nosotras.

- ¿Qué hombres detesta “la aprendiza de depredadora”?
- Los prepotentes, agresivos, mentirosos compulsivos, psicópatas y borrachos.

- ¿Y por qué tipos se siente atraída?
- Le puede apetecer dejarse cazar por Peter pans, románticos y seductores profesionales. No se trata de llegar a la cama lo antes posible, sino de disfrutar con el proceso. Hay un hombre para cada ocasión: para bailar, ir de compras, salir a cenar…

- ¿Cuáles son sus armas más habituales de seducción?
- La risa, el coqueteo, la mirada, que son tradicionalmente femeninas. También me gusta poner en aprietos a los hombres.

- Usted dice en el libro que ser depredadora también puede resultar divertido dentro del matrimonio. ¿No es un poco contradictorio?
- También puede ser una forma de vida divertida si lo sabes llevar. Y es que aún estando casada puedes ser depredadora, es decir, puedes flirtear siempre y cuando no tengas una relación paralela o seas infiel – en el caso de que así lo hayas pactado con tu marido.

- …
- El problema de las parejas es que se exigen demasiado – hay que ser buen padre, buen amante, romántico, buen escuchador, buen amigo…- y es imposible que una persona pueda reunir todas estas cualidades.

- En su libro dice que “los hombres tienen problemas de deseo a causa de que se sienten confusos porque las mujeres son más activas y libres sexualmente”.
- Las mujeres inteligentes y con éxito profesional asustan un poco a los hombres porque no están todavía muy bien definidos nuestros roles. Las mujeres hemos ganado mucho terreno en la esfera pública, mientras que los hombres no han querido entrar en casa y se sienten amenazados por nosotras.

- La mayoría de sus trabajos tratan de seducción, sexo y amor. ¿No tiene miedo de que la encasillen?
- Ya me va bien, pero cualquier día escribo sobre otra temática diferente. Veo muchas mujeres sufriendo por amor – en mi caso, una concepción equivocada del amor me llevó casi al desastre-. Mis libros están escritos desde el compromiso con las mujeres. No les voy a solventar la vida, pero doy herramientas y cuestiono muchas cosas, lo cual puede ayudarlas a aclarar sus ideas y que no vivan engañadas.

- ¿Qué mujeres ha observado?
- De todo tipo. Voy por la calle y la gente me cuenta su vida. Llevaba un consultorio de seducción y la pregunta más frecuente era “el hombre que me gusta me ignora, ¿qué puedo hacer para que me haga caso?”.

- ¿Y qué respuesta daba?
- Pues que se olvidaran, que hay muchos hombres por el mundo.

- ¿Cuál es el mayor placer de la “caza”?
- Observar, planificar estrategias, ver que eres capaz de sorprender al prójimo, que quizá se te escapa la presa, que te ha atraído, que no sabe qué quieres, que intenta ser simpático, que se pone nervioso por algo que le has dicho, que intenta agradarte y no da pie con bola, que lo desconciertas.

1 comentario:

  1. Mmmm... En donde he escuchado algo similar, me suena familiar y muy cercano. Alguna vez he conocido a un lobo con piel de oveja, perdón con piel de mujer?

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