jueves, 30 de junio de 2011

Charlene, ¿novia en fuga?

Charlene, ¿novia a la fuga?
El palacio monegasco desmiente que la prometida de Alberto haya intentado suspender la boda y asegura que los "rumores" pretenden "dañar la imagen del soberano y de su prometida"

Cuando apenas faltan tres días para la boda que unirá a Alberto II de Mónaco con su prometida, Charlene Wittstock, los rumores de crisis en la pareja se multiplican. Esta tarde el Palacio de Mónaco ha enviado un comunicado para zanjar los rumores de ruptura de la pareja, que el semanario francés L'Express ha hecho públicos estos días.

El comunicado hecho público por el palacio dice: "Desmentimos oficialmente la información publicada esta mañana en L'Express. Los rumores pretenden dañar la imagen del soberano y, en consencuencia, la de su prometida, Charlene Wittstock, y tienen un perjuicio grave para este feliz acontecimiento". Alberto y su prometida se casarán este viernes en un enlace civil, y el sábado en otro, de carácter religioso.

Según el semanario francés, los problemas habrían empezado la semana pasada. Entonces, la exnadadora olímpica se habría marchado "precipitadamente" de Mónaco en dirección al aeropuerto de Niza (localidad cercana al Principado) para "embarcarse en un vuelo en dirección a Sudáfrica". "Un vuelo sin retorno", según publica L'Express, que especula con que Wittstock habría comprendido que "la vida privada del hombre con el que estaba a punto de casarse [...] no era tan ejemplar como ella imaginaba".

El semanario recuerda que Alberto de Mónaco hizo público que tiene dos hijos de dos madres distintas, Alexandre Eric Stéphane, que nació en París en agosto de 2003 (y al que reconoció en julio de 2005), y Jazmin Grace Rotolo, californiana nacida en 1992, y de la que hizo pública su paternidad en junio de 2006. Ninguno de ellos podrá heredar el trono del Principado al haber sido concebidos fuera del matrimonio.

Sin embargo, y siempre según la versión del semanario, en el último momento consiguieron convencer a Wittstock para que volviera a Mónaco y cumpliera su compromiso matrimonial, para el que ya está todo preparado y para el que la novia está realizando las últimas pruebas del vestido en París. Además, L'Express afirma que la futura Charlene de Mónaco evita "ostensiblemente" las reuniones y fiestas familiares. Sin embargo, recientemente se la ha podido ver charlando con la princesa Carolina y su hija, Carlota Casiraghi, en una competición hípica en el Principado.

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