lunes, 26 de octubre de 2009

La Brenda

Quiero contarles la forma en que llegó a mi vida Brenda, yo no la busqué, menos después de comprobar que al Universo le importo un carajo, y que por más que le pedía aquella mujer hermosa, cincuentona, rica y con camioneta del año, jamás encontré tal petición cumplida. Así que soy un incrédulo de lo peor, soy un hueso duro de roer, ni modo, la vida me hizo así.Pero tengo muchas amigas de más de cuatro décadas, que siempre andan viendo como emparejan a sus comadres con tipos raros como yo, no siempre "pegan" esos intentos en el aspecto amoroso, aunque después se hacen buenas amigas.Eva, mi querida amiga, reventada a morir, que cada viernes y sábados se la pasa en los antros de Querétaro, consumiendo todo el alcohol que sea posible, se hace acompañar por varias amigas "libres" y disponibles para la aventura, así que ellas no gastan nada los fines de semana, siempre hay "caballeros" dispuestos a pagar el consumo de las "chicas".Son salseras y les encanta la música grupera: Tigres del Norte, Joan Sebastian, la Jeny Rivera y el Lupillo.En ese ambiente de gran cotorreo y bajo los influjos del Bacardí, a Eva se le ocurrió decirle a la Brenda, que ella podría hacer una linda pareja con un intelectual, o sea conmigo, y que no importara que su pareja anterior haya sido gerente de Elektra, que ese era un detalle insignificante.Eva me dijo el plan y yo le pedí tiempo para recuperarme físicamente, me sentía muy deteriorado, ahora tengo más blanca la cabellera y más rizada, cambió mi apariencia muchísimo. Perdí treinta kilos y se me notaba bastante.Total que el tiempo pasó y mi recuperación física empezó extraordinariamente bien, me puse cachetón y colorado, volvió mi color moreno habitual y recobré 15 kilos, ya eso era gran ganancia para mi. Mi ánimo siempre fuerte y alegre, así que estaba dispuesto a conocer a la famosa Brenda, en el momento adecuado.El único detalle acerca de la Brenda, que me hacía un poco de ruido, es que sus mejores amigas la conocían como Brenda "la lagartona". Yo como piscoanalista me puse a interpretar el apodo, y la verdad es que no supe bien a bien a que se refería dicho mote.Cuando conocí a la Brenda, me la llevó a presentar Eva, yo escogí el sitio, fue una famosa cafetería y pastelería alemana que se llama "Amadeus" que se encuentra situada frente a los arcos del acueducto de Querétaro, tan famosos ellos como ineficaces.El ambiente es sofisticado sobre todo en las tardes, se llena de mujeres de todas las edades pasando los treinta, y conversan alegremente en mesas repletas de féminas hermosas, cuando entra un caballero se hace un breve silencio y todas las miradas se posan en él. Hacen una especie de "escaneo" veloz y determinan el estado civil y la posición económica del sujeto.La Brenda muy "modosita" pidó un capuchino frío y un pastel de tres leches, que se tardó horas en consumir. Habló bastante de ella y a mi no me preguntó casi nada sobre mi existencia. Total que sí hubo empatía y gusto por el otro, pero el tema de las muletas le hizo mucho ruido, sobre todo para la cuestión de ir a bailar todos los fines de semana.Yo la sentí un poco cohibida y era cuando Eva intervenía y salvaba la situación con algún chistorete o comentario chusco. Yo la observaba detenidamente para ver si encontraba respuesta a lo de su apodo de "La Lagartona", el misterio continúa...¿No será que la Eva ya le contó a la Brenda que estoy por jubilarme, y eso de la pensión podría ser un gran atractivo?La historia continuará...


No me aguanté las ganas de hablarle a Eva y preguntarle algunas cosas sobre Brenda, ya que este sábado saldremos nuevamente juntos. Yo quiero tener información sobre el personaje en cuestión, sobre todo si las cosas se empiezan a poner interesantes en el aspecto romántico.Resulta que la Brenda acaba de cumplir 50 años y 20 de divorciada, tiene un hijo que vive en los Estados Unidos, y nunca volvió a buscar a su madre. Ella representa unos productos de belleza muy prestigiados (?) que se llaman Mary Key, con razón viste elegantemente entre semana, porque los fines de semana se pone algo informal pero adecuado, cosas de Zara me parecieron.Hace un año terminó la relación con un gerente de Elektra, y desde entonces se ha dedicado al reventón sin compromisos. Bailar y bailar y beber cerveza y más cerveza. Eva le contó que yo soy abstemio pero muy bailarín, y ella respondió que estaba dispuesta a dejar de beber si tanto me molestaba el asunto de los alcohólicos.La Brenda se acaba de comprar un auto nuevo, un BORA de la Volkswagen, y está feliz por las velocidades que puede alcanzar su nueva adquisición. Trabaja mucho, tiene muchos clientes en su negocio de belleza y gana buenas comisiones, dice ella. Eso a mi me conviene bastante, no quiero que me den pero tampoco dar por compromiso, cada quien su recurso económico. Yo sufro cuando pienso en qué voy a hacer el día que me jubile, no me importa que la Brenda gane más que yo, pero quiero estar al nivel de consumo de ella, aunque cada quien pague su cuenta. Ese tema no lo hemos profundizado con Eva y mucho menos con la Brenda.El día que invité a Eva y a la Brenda al "Amadeus" a tomar el té de las cinco de la tarde, como lo hacemos los ingleses tradicionales, mi rollo fue observar todo detalle que pudiera ser significativo más adelante. La Brenda, ciertamente estaba muy cohibida conmigo, siempre mantuvo una cierta sonrisa entre pícara y misteriosa, sin llegar a ser la Mona Lisa. Se abstuvo de hacer comentarios que delataran su escasa preparación académica, ya que simplemente tiene estudios de preparatoria y de secretaria bilingue. Y Eva no sé que clase de curriculum mio le aventó por delante. Creo que le impresionó demasiado el asunto del psicoanálisis y pensó que la iba a "encuerar" en dos patadas. cuando yo me pasé la velada entera tratando más de descifrar el asunto del mote: La Lagartona.La Brenda tiene un pensamiento práctico, diría ecléctica al 100 por ciento, me dio algunos consejos para vivir bien como soltero, sobre todo con respecto a qué hacer con el refrigerador y los escasos productos que almaceno en él y que irremediablemente ahí se pudren al poco tiempo.Para el encuentro de este próximo sábado iremos los tres a un sitio "neutral", ni a un antro de música grupera, ni a un VIPS o Sanborns como quería Eva, aceptaron asistir al Harrys un restaurante elegante del centro, estilo Nueva Orleans, pretencioso pero agradable, con música de jazz en vivo.Yo deseo hablar a solas con la Brenda, pero veo a Eva muy comprometida en dejarmela ya "muy encaminada", cosa que no he solicitado ni necesito a esta edad.De entrada quiero plantearle a la Brenda mi teoría matrimonial de la "toalla", para ver si estamos hablando del mismo tema. Esta teoría de la felicidad matrimonial es sencilla de explicar: "Tú allá y yo acá", por eso es la toalla, quiere decir que cada quien en su casita y cuando se tengan deseos de compartir algo juntos pues una llamada teléfonica resuelve la necesidad. Creo que la Brenda estaría dispuesta a entrarle a dicha teoría tibetana. Ya veremos qué piensa al respecto, soy capaz de convencerla de que vivir bajo el mismo techo es algo tóxico para la pareja a nuestra edad.Hoy hablamos por teléfono la Brenda y yo para ponernos de acuerdo para este próximo fin de semana, ella habló cerca de una hora y alcanzo a comprender que está muy feliz de este encuentro y que tiene muchas ganas de enamorarse otra vez. Opinó de todo lo que ocurre actualmente en Querétaro, creo que es panista moderada, porque su enojo por el triunfo del priista la "enferma", ella tiene un círculo amplio de amigas-clientas que provienen de la clase alta de Querétaro (Jurica y Juriquilla) y le conviene no polemizar con ellas y mucho menos por cosas de política.Estoy tratando de "estudiar" algo sobre música grupera, no sé nada de ello, y jamás me interesó el tema, se me hace de mal gusto, así que mis ayudantes domésticas me están ilustrando al respecto, no pretendo especializarme, pero si al menos saber si la Jeny Rivera y el Lupillo son parientes o no, aunque se apelliden igual. Cuendo hablamos la Brenda y yo por teléfono ella estaba en su casa y de fondo musical escuché claramente: "Es un secreto de amor" este estribilo se repitió la hora entera que ella habló conmigo, no sé si eso sea una buena señal o no.


Por fin Eva mos dejó sólos a la Brenda y a mi en la cita de anoche, con un pretexto cualquiera se desapareció de la escena no sin antes dárnos un besito de buenas noches.La Brenda iba súper arreglada, ella es alta y delgada, tiene el cabello castaño claro y se pinta "luces" o "rayitos", lo que la hace ver una mujer sofisticada, en la cabellera que le llega a los hombros, pero recogida con un elegante moño que hace juego con el resto de su vestimenta, los infaltables anteojos oscuros, insertados un poco arriba de su frente.Yo pensé que se cuidaba mucho en el aspecto de la dieta, y no. Resulta que cenamos en un elegante restaurante tipo Nueva Orleans, con música de jazz en vivo y un magnifico servicio. Ella pidió un martini para empezar y ordenó quesos variados para picar de entrada. La conversación se prolongó un par de horas, antes de ordenar la cena que consistió en una sopa de cebolla y unos camarones gigantes al mojo de ajo, acompañados de un exquisito arroz valenciano.La cena estuvo salpicada de buen humor y tuvo un momento de climax, con llanto y toda la cosa, cuando ella me relató de dónde salió el mote de "La lagartona". La Brenda refiere que cuando era niña su padre los abandonó para irse a trabajar a los Estados Unidos, al principio mandaba dólares y podían Brenda y su madre vivir decorosamente, después la ayuda se suspendió y empezaron las pobrezas en su casa. Cuando Brenda estaba en quinto año de primaria, ya había empezado a dar el estirón físico y ya había menstruado, entonces su apetito era voraz y no había en casa que comer. Un día durante el recreo, Brenda se metió al salón de su clase a escondidas y se comió el contenido de todas las loncheras de sus compañeras, y fue descubierta in-fraganti. Desde los 11 años carga con el apodo de "La Lagartona", y ella dice que hubiera sido mejor que le hubieran puesto "La Tragona", le hubiera molestado menos.Nos reímos mucho y ella se sintió aliviada de haberme contado ese episodio de su vida, de ahí en adelante la conversación giró alrededor de varios temas de interés general. Obviamente, le preocupa el amor, la pareja, la soledad, el hijo ausente, etcétera. Después de varios martinis, la Brenda se puso cariñosa y melosa conmigo, me tomó las manos y me confesó "su amor". Quedamos de platicar sobre ese punto otro día en un café, yo le correspondí sus atenciones afectivas y le propine una docena o más de besos apasionados en la boca. La música estaba muy cachonda y los tragos hacían su función de ablandar las extremidades inferiores, todo conjugaba para que el amor se expresara de una manera abierta.Yo como una princesa, le pedí a la una de la mañana que me fuera a dejar a mi casa, nos encaminamos al estacionamiento muy abrazados, con las muletas estorbando la acción. Nos subimos a su BORA, que todavía huele a nuevo, y nos encaminamos a toda velocidad por las calles del centro histórico hasta llegar a mi departamento. Ella se quiso bajar, pero yo le pedí que me dejara descansar, tenía una pierna hinchada de tantas horas de estar sentado, que necesitaba tener en alto. Nos besamos apasionadamente y quedamos en volver a encontrarnos esta semana, fue difícil separarse, las cosas empiezan a tomar un rumbo nuevo.Eva me despertó esta mañana de domingo, muy temprano, para saber los pormenores de las acciones nocturnas con La Brenda, como buen hombre le hice un apretado resumen que no le satisfizo su curiosidad. Mejor que le pregunte a la Brenda, le sugerí yo.Ahora encuentro un cambio notable en mi, ya tengo apetito y he recobrado mi sentido del gusto, empiezo a subir moderadamente de peso, gracias a la Brenda.Por cierto, ella no aceptó que yo pagara la cuenta del Harris, bajo el argumento que no cené casi nada, ni bebí alcohol. Además, me comentó yo manejo gastos de representación, y "no te olvides que yo en Querétaro soy la mera mera de tales productos de belleza"...Voy a tenr que invertir un poco de mis escaso recursos económicos en ropa, ya que después de perder 30 kilos de peso, los pantalones se caen al suelo por la ley de gravedad y las camisas me quedan como de gringo jubilado, flojas, aguadas, guangas.El cambio positivo se avecina. Gracias Brenda, por fin el Universo me escuchó y me hizo caso. ella ni se imagina...


Estaba yo muy quitado de la pena este sábado 10 de octubre, descansando y leyendo mis periódicos del día (El País y La Jornada), cuando de pronto la Brenda se aparece en mi departamento, vistiendo ella la camiseta verde de la Selección Mexicana. Y me soltó:- "mi amor, nos vamos a México ahora mismo a ver jugar a nuestra selección". -"Ya tengo los boletos comprados y el palco en el Azteca reservado"-Alcancé a tomar una chamarra gruesa para el frío, ya que soy sumamente friolento en cualquier clima. Y a los 15 minutos ya ibamos en el BORA a toda velocidad por la autopista México-Querétaro. Los autobuses hacen el trayecto en casi tres horas, pues la Brenda se aventó el viaje en casi dos horas.Llegamos al Estadio Azteca enmedio de una aglomeración de personas y de automóviles que trataban de ingresar al estacionamiento gigante y a los palcos interiores. Avanzabamos lentamente, cuando de pronto la Brenda se baja del auto y compra dos enormes banderas mexicanas y además pide que le pinten el rostro con unas franjas tricolores, me pregunta que si yo quiero eso también. Y yo le respondo: que no, gracias.Al entrar directamente al palco, que una amiga suya muy querida y muy rica le presta en ocasiones como esta, yo le dije: "Oye mi reina, el partido es a las 6 de la tarde, y apenas son las 3 de la tarde". Yo tenía hambre, porque solamente me había tomado una copa de yogurt en el desayuno, y la Brenda me contestó: -"mi amor, en el palco tenemos un par de meseros y abundante comida para abastecer un ejército, y además les dije que tuvieran whisky que es lo único que tú bebes"-Abajo de nuestro palco maravilloso, nos quedaron muy cerca unos aficionados salvadoreños, que muy tímidos agitaban su banderas azules. Yo le comenté a la Brenda que a los salvadoreños en Guatemala les decíamos despectivamente "guanacos". Ya más tarde, la Brenda con varios alcoholes en el cuerpo empezó a fastidiar a los "guanacos". Les aventó una retahila de insultos no groseros como "subdesarrollados, desharrapados, muertos de hambre" y otras lindezas; y se mataba de la risa viendo la cara de enojo de esos pocos salvadoreños que estaban precisamente abajo de nuestro palco.Antes de la 6 de la tarde ya habíamos consumido variados platillos preparados por un elegante restaurante del sur de la ciudad y copiosas bebidas embriagantes; yo en broma dije que solamente bebía "etiqueta negra" de cierto whisky, pues a los 5 minutos tenía una botella entera de esa marca frente a mi, un vaso y unos hielos.Llegó la amiga de la Brenda, y dueña del palco, en un Mercedes deportivo hasta el palco, acompañada de varias lindas amigas, mujeres de 4 décadas todas ellas. De ahí en adelante todo estuvo maravilloso, las porras a favor de México, las conversaciones frívolas de todas ellas, cuya bibliografía básica era El HOLA y otras revistas mexicanas de igual talante.Los goles mexicanos eran acompañados de una lluvia de líquidos dirigidos a los salvadoreños, que con sus banderas se protegían del vendaval. Parecía que le estabamos ganando a Brasil o a Alemania. Y el coro monumental rugía: "nos vamos al mundial".Salimos una hora después que el juego terminó porque la fiesta continuaba en el Azteca, le pregunte a la Brenda si estaba en condiciones de manejar y me contestó, que la pregunta ofende. "Claro que estoy lista para volver a Querétaro". ""no temas mi amor, estás en buenas manos". Yo solamente me alcancé a beber dos tragos de whisky y ya me sentía mareado y un poco alegre por el triunfo de México.Tomamos el BORA y salimos presurosos del sur de la ciudad enmedio de bocinazos y gritos de euforia de miles de mexicanos que marchaban a pie por Insurgentes.A las 12 de la noche llegamos sanos y salvos a Querétaro, ella me depositó en mi hogar, porque necesitaba descansar mis piernas que ya estaban un poco hinchadas por tantas horas de estar sentado y oyendo tantas babosadas.Que bueno que el próximo partido eliminatorio es en Trinidad-Tobago, sino ya me estaría comprando ropa tropical para estar a tono con el ambiente caribeño, aunque el partido fuera en el Azteca. La Brenda es especial y me hace sentir vivo y deseoso de participar en cosas que antes no se me hubieran ocurrido jamás. Me siento feliz y disfrutando la vida, los amigos y el amor...


Mi querida Brenda, que es abusadísima, se dispuso conocer Europa este año, para ello convenció a su grupo de amigas, y se puso en contacto con una agencia de viajes importante y le diseñaron un tour interesante para conocer Europa; además como ella es la promotora del viaje le salió gratis el asunto.Vengo llegando de dejar a este bulicioso grupo de mujeres, todas ellas de más de 4 décadas, en la central de autobuses de Querétaro, porque viajan esta noche a Amsterdam. Traigo una mezcla de emociones, entre alegría por la felicidad desbordante de la Brenda y tristeza porque dejaré de verla por un largo tiempo. Yo tengo la posibilidad de escribirle todo el tiempo que sea necesario comunicarle mis sentimientos, pero ella es un poco alérgica a la escritura, prefiere hablar.La Brenda y sus cuatachas se van por un largo tiempo a circular por varios países de la Unión Europea, vuelven a finales de noviembre. La agencia de viajes les preparó, según yo, un agotador programa de visitas a docenas de ciudades maravillosas. Ya que este grupo estaba muy acomodado en sus sitios del autobús, les dije en voz alta: "que no se fueran a sacar de onda con Italia, porque está hecha una ruina total, sobre todo Roma; y que además las inundaciones en Venecia estaban muy dramáticas." Me reí para mis adentros, les dí un beso en la mejilla a cada una de ellas, y a la Brenda el beso en la boca más apasionado que me haya salido del alma en los últimos años.Ya no quise espantarlas más en esta su primera vez que viajan fuera de Querétaro, diciéndoles cosas acerca de la gente y sus costumbres tan diferentes a las queretanas.En esta historia amorosa con la Brenda, hubo encuentros y desencuentros de diversos tipos, el de ahora es geográfico, ella allá y yo acá. Pero siempre me ha gustado que las mujeres sean independientes y libres de hacer con su vida lo que quieran y les apetezca. Por ello, me alegra que la Brenda sijplemente me dijo: "mi negro, me voy a conocer Europacon mis amigas de la empresa. No te importa?"Las últimas dos noches nos las pasamos hablando de los lugares que todo turista "normal" debería conocer indefectiblemente. Naturalmente que las diferencias de gustos e intereses difieren demasiado, entre ella y yo.Ella desea conocer la vida nocturna de todas las ciudades, el famoso "reventón" de los jóvenes, los cabarets, los sexshop, etcétera, etcétera.Apuntó en una libretita muy mona los nombres de los principales museos de Paris; Madrid y Roma, sin gran entusiasmo; pero le advertí que a su regreso la voy a examinar acerca de esos sitios de la cultura occidental.Va tener que asistir obligadamente, no entiendo que alguien vaya a Europa y no se meta en esos lugares maravillosos; salvo unas parientes nuestras que su tour por Europa solamente incluía misas y visitas a santuarios y catedrales: eran un poco fanáticas de la religión católica. !!Qué desperdicio de viaje¡¡Voy a extrañar a la Brenda y sus ocurrencias geniales. Yo estoy pensando irme a Guatemala aprovechando la situación y volver cuando ella esté por concluir su viaje europeo. Tengo necesidad de apapacho familiar, hace tanto tiempo que salí de Guatemala, que estoy enfermo de nostalgia, lo reconozco, y eso solamente se cura con comida de allá.Quizá yo permanezca más tiempo en Guatemala, porque quiero estar con mi familia en las fiestas navideñas y demás.Ya les iré contando mis boliaventuras de esta época del año.Un abrazo cariñoso a todos mientras tanto.Bolivar.


Varios amigos mios han mostrado extrañeza por el trato gramatical que le doy a La Brenda, resulta muy sencillo de aclarar: en mi querida Guatemala es muy común decirles a las personas "El" o "LA" anteponiéndoselos a su nombre de pila. Y es una señal de afecto y trato cercano con esa persona.Yo allá en guate soy El Bolivar. Y me siento muy honrado que me digan así.Por ello, les pido que no interpreten ese trato a La brenda cokmo algo despectivo o grosero, al contrario es de mis afectos más lindos en Querétaro.Un abrazo cariñoso a todos.El Bolivar.

Mi adorada Brenda lo primero que hizo al llegar a Madrid, fue conseguir 12 boletos para ver el partido del Madrid y el Milan, en el Santiago Bernabeu, obviamente los consiguió en la reventa que también se da por aquellas tierras. No me dijo cuanto gastaron porque me puedo enojar bastante con ese gasto dispendioso.Tuvieron un viaje muy azaroso de México a Amsterdam, las maletas no llegaron en ese vuelo, así que hasta el día siguiente las pudieron rescatar; mientras tanto vestidas tal como salieron de México, se fueron a ver a las prostitutas al barrio en donde ellas venden sus servicios sexuales, se quedaron maravilladas porque en Querétaro no hay una sola prostituta güera natural, en cambio en Amsterdam todas eran rubias verdaderas y algunas platinadas de verdad. !! Qué shock ¡¡ La Brenda siempre lidereando al grupo de amigas, dispuso ir a ver un show erótico en Amsterdam, del cual tuvieron que salir casi corriendo de la impresión, era sexo explícito entre rubias y unos negros imponentes. Me dice La Brenda que luego me platica los detalles del espectáculo, yo le digo que no se apure por eso, bien podría prescindir de esos detalles, ya me los imagino.Volaron dos días después a Madrid, con la ilusión de las amigas de La Brenda de asomarse al Palacio de la Zarzuela, a ver si veían de lejos a la Princesa Letizia, cosa que no lograron en esta ocasión. Todas ellas son fieles lectoras de la Revista HOLA, por eso saben todo de la realeza europea con pelos y señales.Después de ir al fútbol, La Brenda y sus amigas fueron a ver un espectáculo de flamenco en la Plaza Mayor, y ahí los bailaores se esfuerzan tanto en el tablado que sudan a mares, al grupo de mexicanas les llovió una buena cantidad de sudor flamenco, pero que importa si estuvieron felices, me dice la Brenda.Han comido y han bebido como cosacas, sobre todo han querido probar la enorme variedad de "paellas", ya que no solamente existe la valenciana, como ellas pensaban. Los kilos extras que llevan al inicio del viaje, se pueden notar en la apretura de los pantalones de mezclilla y en las playeritas ajustadas.Cuando La Brenda me preguntó si quería algún souvenir de Europa, yo le dijo que nada, que simplemente gozara ella de todo lo que se le presentara y le agradara. Pués no. Ya me compró la playera del Barcelona con el nombre de Messi en la espalda y la playera del Real Madrid con el nombre de Kaka (?).Ahora van para Portugal muy contentas porque es más barato que en el resto de Europa. La Brenda me habla por teléfono horas enteras y dice ella que es muy barato el servicio telefónico de esos países, que no importa que estemos horas es casi regalado; aborrezco a Carlos Slim por su abuso en el cobro del servicio de Larga distancia desde México, por ello no habló con mis hijas europeas hasta que ellas toman la iniciativa.De cultura no hemos conversado nada, porque a mi Brenda le da alergía casi todos los museos y la arquitectura antigua. Yo la dejo que ella goce lo que se le dé la gana, no la presiono ni nada.Le he pedido a mi Brenda que en la plaza principal de Lisboa se tome un par de Oportos en mi nombre, es algo delicioso.No llevan ni una semana en Europa y ya han recorrido una media docena de países. Van y vienen sin cesar en autobús o en tren por los Países Bajos, que les han encantado a todas.El viaje va para largo y las experiencias de La Brenda seguirán en aumento, yo solo voy tomando nota de sus peripecias grupales.

1 comentario:

  1. La Brenda
    Narraci[on fabulosa Bolivar, felicidades te ha llenado de energ[ia la Brenda.
    Bueno seguimos vivos ynos encontramos ahora en el mundo de Kafka pronto esperamos pasar al realismo fant[astico de Juan Rulfo.
    Tu amigo
    Luis Adolfo

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