Hoy nace una nueva fuerza política de transformación, de cambio, para que las viejas estructuras tradicionales le den paso a la libertad y al derecho que tiene el pueblo de luchar por una sociedad más justa, más democrática, revolucionaria, popular, incluyente, pacífica y en resistencia".
El expresidente de Honduras Manuel Zelaya eligió una fecha cargada de simbolismo (dos días antes del segundo aniversario del golpe de Estado que le sacó a tiros del poder) para presentar al país el Frente Amplio de Resistencia Popular (FARP), "una nueva formación política que en los próximos 50 años va a gobernar este país", según manifestó rotundo.
Los 1.600 delegados del Frente Nacional de Resistencia Popular aprobaron por unanimidad la creación de la nueva fuerza política. La estrategia adoptada por el FARP se centra en forzar una asamblea constituyente "para refundar Honduras y lograr el poder". Con esta decisión se revocó otra del 26 de febrero, cuando el FARP decidió boicotear los procesos electorales.
Sus excompañeros del Partido Liberal intentan recuperarlo para su causa
Desde entonces la situación política ha cambiado en Honduras, sobre todo con el regreso del exilio de Zelaya, hace un mes. Pero el panorama no está ni mucho menos despejado para la unificación de la izquierda hondureña, que al día de hoy se mantiene fraccionada. Ni siquiera se conoce quién puede ser el futuro candidato, aunque distintas voces dentro de la Resistencia defienden la candidatura de Xiomara Castro de Zelaya. Su marido sólo podría presentarse de producirse un cambio constitucional.
Una certeza y muchas dudas. Junto a la convicción de que Zelaya es el líder natural de la izquierda, se levantan distintas inquietudes. El expresidente, antiguo líder del Partido Liberal, ha intentado acercarse al grupo Liberales en Resistencia, que pretende recuperar el poder dentro de la agrupación, pero que se niega a abandonarla.
Entre ellos figura Carlos Eduardo Reina, mano derecha de Zelaya durante los cuatro meses que el expresidente derrocado estaba encerrado en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa. "Él dice que sigue siendo liberal, que tratemos de luchar por este partido y luego en las elecciones generales haremos un frente amplio", resumió Esteban Handal, uno de los liberales resistentes. "Sentimos que se siente comprometido con los sectores populares, que él se tome su tiempo y su espacio", acotó Carolina Echeverría, del Foro de Unidad Liberal.
Se rumorea que la mujer del expresidente podría ser la candidata
Algunos aliados de Zelaya en el FARP no ven con buenos ojos la cercanía liberal. "Con la fuerza política que nace, vamos contra el bipartidismo que mucho daño le ha hecho al pueblo hondureño", proclamó Juan Barahona, subcoordinador de la Resistencia.
El bipartidismo ha muerto
Carlos H. Reyes, líder independiente y uno de los bastiones morales de la izquierda hondureña, mostró su preocupación tras el nacimiento del FARP: "Todavía no se sabe qué es ese frente amplio y tememos que vaya a estar sujeto a las reglas de la oligarquía nacional".
Las otras piezas del puzzle de la izquierda todavía no han tomado partido. Pero lo que está claro es que el viejo bipartidismo ha muerto para siempre en Honduras.
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