Trabajo a la medida/ensayo

TRABAJO A LA MEDIDA
Por Mary Bermúdez.


Tengo más de un mes intentando escribir sobre empleo, desempleo, oportunidades, mediocridad… y no encontraba la forma de iniciar; Hoy sin más, leyendo el periódico surgió la forma, en el Diario de hoy sale publicado un artículo en referencia a un Individuo de escasos recursos y músico improvisado, que vive de la recolecta de monedas en un mercado, y al que la Gobernadora le “prometió “un acordeón y no le ha cumplido. Después de leerlo vi también diversos comentarios, uno sarcásticos, otros de empatía, unos más en contra del gobierno y finalmente unos más exigiendo desde mi punto de vista que dejemos de exigir al gobierno la dádiva.


Y es así, el gobierno debiera estar obligado a gestionar estabilidad económica y social, generar y/o fomentar empleos, capacitación, dar educación y no a darnos de comer un día para mitigar el hambre del mismo o “apoyarnos” mensualmente con unos cuantos centavos con programas fomentadores de conformismo, fraude y mediocridad.
Ciertamente hoy nuestro país se encuentra en una crisis de seguridad y desempleo, esto no debe hacernos sentir fuera de control, con miedo, ni mucho menos debemos dudar de nuestras capacidades, por el contrario debiera impulsarnos, sacar de nosotros los mejor y todas las capacidades y creatividad salir a flote.

Para darles una idea más clara de lo que intento compartir les compartiré una imagen y su historia:

Es Jorge Botello, regiomontano, casado y con 3 pequeños hijos, conductor y locutor de radio y TV lo encontré ahí en esa esquina poco transitada de la ciudad, llamó mi atención de inmediato, algo estaba fuera de lugar… así que me baje del auto y le pedí que me dejara tomarle la foto, algo reservado acepto, no sin antes preguntar para que. Habrá pensado – Loca mujer, ¿qué le pasa?, mi razón, fue para escribir esto y compartirlo con ustedes, de inmediato comenzamos una amena conversación y salió de la casa que está a un lado, su esposa (muy bella por cierto), y sus pequeños hijos, me conto que había dejado Monterrey debido a la violencia que ahí se vive y a fin de proteger su tesoro más preciado; su familia.

No tenía trabajo pero eso no importaba pues se sentía ya a salvo y más “tranquilo” y lo pongo así por que el temor aún lo perseguía, su puesto de Exquisitas y refrescantes Rusas, estaba a solo dos pasos de su hogar, en un punto donde pocos pararíamos a comprar, cuando a dos cuadra se encuentra un importante crucero, comercialmente más viable, me dijo que estaba muy feliz pues ya en dos días había logrado vender 20 de sus bebidas….

También me comentó que había participado en un programa de TV y que estaba movilizándose pero que ahí estaría entre tanto para poder irse sosteniendo.
Me despedí de el dejándole manifiesto mi respeto, admiración y sabiendo que muy pronto y gracias a sus ganas de salir adelante estaría colocado en un mejor trabajo, creo que así fue, pues no lo he vuelto a ver.

El dejo en mí más que esta foto, me dejó ver que si se quiere, todo es posible, que defender a la familia no se trata de manifestarse o culpar al gobierno, que si necesito trabajo y no lo hay, debo procurármelo de forma honrada, sacar de mi toda mi potencialidad, que no hay trabajo honrado, que deba avergonzarnos.


Sí la situación no es fácil, pero quejarse no conduce a nada, podemos exigir al gobierno que haga su trabajo pero no que nos mantenga. Y al gobierno le sugiero brindar oportunidades reales basadas, como ya lo mencione antes, en capacitación, fomento a la educación y la inversión para creación de fuentes de trabajo perdurables.


Ser desempleado no es vergonzoso, lo vergonzoso es extender la mano en lugar de poner manos a la obra. Lo vergonzoso es que culpemos a diestra y siniestra en lugar de poner en la mesa ideas, posibles soluciones, si el gobierno que hemos elegido no da el ancho, aportemos ideas concretas, de fondo, pugnemos por su destitución o corrección. Como ciudadanos tenemos derechos y también obligaciones, pidamos lo que corresponde y nos dé crecimiento individual y colectivo.


Pugnemos por hacernos mejores, démonos la oportunidad de luchar con inteligencia, con trabajo y esfuerzo lejos de la conformidad y mediocridad. Por la vía del derecho y sabiendo que al obtenerlo, también tendremos obligaciones que cumplir, compromiso. Seamos un Jorge Botello, cuidando la familia, buscando salir adelante con todo lo que tenemos… nosotros mismos!