El vicepresidente del Gobierno acusa al PP de querer crear "un nuevo régimen de incompatibilidades" sólo para
Zapatero acusa a Rajoy de mentir para intentar "dañar" a EspañaEl vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, tuvo que responder a tres cuestiones en la sesión de control al Gobierno: la primera, si puede mantener sus cargos en el Gobierno siendo el candidato del PSOE. Segunda, su opinión sobre el movimiento del 15-M y tercera, el caso del chivatazo.
Como ya viene siendo habitual, el vicepresidente sacó toda su artillería dialéctica para responder con dureza, sobre todo a Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz parlamentaria del PP cuando ésta le reclamó que renuncie a todos sus cargos gubernamentales ahora que el PSOE ha cerrado el proceso de primarias.
Rubalcaba recurrió a los ejemplos de Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero para defender que puede mantener sus cargos actuales en el Ejecutivo aunque ya sea oficialmente el candidato del PSOE para las próximas elecciones generales.
Sáenz de Santamaría sentenció que en este tramo final de la legislatura se está viendo "al peor Zapatero, el que se va, y al peor Rubalcaba, el que se queda". Apuntó que quizá sea porque "no se fía de sus compañeros" del Consejo de Ministros, "no vaya a ser que les dé por tomar decisiones y le arruinen su carrera política".
El Rubalcaba que se queda fue implacable con la conservadora en su intervención final. "Se han pasado toda la legislatura sesteando. Ahora tienen un mantra: elecciones anticipadas y que yo me vaya, pero trabajar, nada. Bueno, usted sí. Usted trabaja: sigue mi agenda y memoriza sus intervenciones", dijo el vicepresidente del Gobierno.
Rubalcaba acusó al PP de querer crear "un nuevo régimen de incompatibilidades" para él como candidato del PSOE. A su juicio, el objetivo del PP es que renuncie a la Vicepresidencia Primera del Gobierno y al Ministerio del Interior para que "deje de trabajar" por España y por el fin de la crisis económica, cosa que dijo no está dispuesto a hacer.
A Sáenz de Santamaría, aparte de reprocharle que solo se dedique a seguir su agenda, le pidió que abandone las "trincas personales" en el Congreso, ya que en esa lid, dijo, no podrá contar con él. "Las trincas para usted sola", sentenció. También se dirigió al líder del PP, Mariano Rajoy, para censurarle no haber "echado una mano" en la gestión de la crisis, pues si así hubiera ocurrido, la situación estaría, en su opinión, mejor.
El 15-M y el chivatazo
Sobre el movimiento del 15-M, Rubalcaba se mostró abierto a escuchar las demandas del movimiento de protesta del 15-M, y ha reconocido que no se debe "demonizar" a estos colectivos pero tampoco, advirtió, "regalarles los oídos".
Por último, afirmó que Rubalcaba "en el En su opinión, todas las propuestas que hacen los indignados "merecen ser escuchadas", aunque algunas sean "contradictorias"; y también hay que reflexionar sobre el origen y las causas de este movimiento, o sobre las razones que plantean, para ver "si son ciertas" y si son o no asumibles. En cualquier caso el vicepresidente primero insistió en defender el Parlamento como el lugar para reforzar la democracia.
Por último, el PP acusó al vicepresidente de "pisotear" la Ley en función de su "interés político", una estrategia que a su juicio se reflejó en el caso del 'chivaazo' policial a ETA durante en 206 y que ahora se sigue en lo que ha denominado "'bilduazo'", por la presencia de la coalición abertzale en las instituciones.
Rubalcaba respondió de forma escueta pero contundente: "No acostumbro a comentar las decisiones de jueces y fiscales y en eso también me distingo de usted". Y terminó como empezó con otro aldabonazo dialéctico: "Valiente interpretación del Estado de Derecho del PP: que le gusta, aplauso; que no le gusta, pitos".
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