Desde mi ventana
Por Olivia López.
Por fin ha llegado la fecha tan esperada. Como si nada se pasaron estos últimos seis meses y por fin HOY es mi gran día.
Me despierto, y recién abro los ojos, Mariíta “mi nana”, se encarga de correr las cortinas y abrir las ventanas del dormitorio. Siento el aire fresco de la mañana que sopla en mi rostro, me cobijo y abrazo mi almohada; hoy será la ultima vez que amaneceré aquí, pues a partir de mañana todo cambiará.
Por fin haré realidad mi sueño de dormir y despertare al lado de Mardoqueo, (mi primer y único novio) espero que así sea por todo lo que me queda de vida...,
Me imagino a Mardoqueo preparándose, el me ha dicho que todo será muy especial, recién anoche me tomaba de la mano, me miraba a los ojos, en ellos noté una mirada extraña, no sé como explicarlo, había dulzura, temor, angustia, amor, era una mezcla de todo, y cuando le pregunte, solo me dio un beso y sentí como una lágrima rodaba por su rostro, que me dejo sabor salado.
Mariíta interrumpe mis pensamientos y me hace volver a la realidad, me ayuda a incorporarme y a llevarme a la ducha, cada vez me cuesta mas, pero a pesar que me duele literalmente hasta el mas pequeño de mis huesos, aquí estoy, veo colgado mi vestido de novia, es increíble, tiene algunas piezas de cristal que lo hacen brillar con la luz del sol, se mira como que si fuera para una princesa.
Ya es casi la hora, escucho a lo lejos a todos en casa gritar y correr, que si esta listo el carro, que si arreglaron a los niños, que si los arreglos, que si ya pusieron el pastel, todo es una algarabía.
De pronto veo entrar a mis damas y a mi madre al dormitorio, vienen a prepararme y a ponerme mi vestido. Ellas lucen radiantes con sus vestidos, de brillantes colores. Siento algo extraño.
Me ayudan a incorporarme y me toman cual muñeca de trapo, me empiezan a vestir, mamà interrumpe su labor, y me abraza con todo el amor que es posible darme, está feliz, y me dice dulcemente al oído lo mucho que me ama y la hago contener las lagrimas pues esta muy linda con su maquillaje.
En su casa Mardoqueo ya esta listo, allí no hay tanta algarabía los papas no pudieron viajar, viven en Estados Unidos, son ilegales y no pueden salir del país, y su única hermana esta impecablemente arreglada y lista para salir.
El tiene en sus manos un papel, que lo lee una y otra vez, las lágrimas ruedan por sus mejillas. Las seca y sale de su casa rumbo a la iglesia, su hermana solo le da un abrazo.
La iglesia esta preciosa, en el pasillo principal se puede apreciar grandes ramos de rosas blancas y rojas; los invitados ya están inquietos, ha pasado media hora y no se presentan los novios. De pronto ven a Mardoqueo sentado en una banca del parque estrujando un papel…
Mol, 08 junio 2011
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