jueves, 23 de junio de 2011

Me quedé pensando/cuento corto.

ME QUEDÉ PENSANDO DETENIDAMENTE

RENARD SANS


Prefiero matar que matarme. Apestaba. No merecía vivir. Es nuestra obligación cuidar nuestra casa, pueblo y nación.

El gusto a sangre metálica te conecta con lo más profundo y primitivo. El sabor del miedo se mezcla con la dulce victoria. El amargo vendrá cuándo recordemos algunos detalles, la acidez se mezclará con recuerdos interrumpidos.

La sensación del metal apretado en tu mano te hace sentir un superhéroe. Sentía cada poro, músculo, hueso y nervio.

Veía a la sabandija acurrucarse con movimientos erráticos de cerdo aporreado y me daba placer y asco.

Oía al mierda sobre los ruidos de la noche pedir perdón y clemencia y me halagaba el ego, su vida en una pequeña contracción de mi dedo índice: fácil, sereno, dispuesto, deseoso, ansioso.

¡Hay una sensación muy sexual en matar!. Determinante. Pena adictiva. No hay que pensarlo mucho. Eres un iniciado. No eres presa sino depredador. El asesino es sexy porque está muy sobre la cadena alimenticia, más allá de los gobernantes, clase aparte de los que sólo leen, hablan y escriben…

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