jueves, 26 de noviembre de 2009

La Aracataca guatemalteca

El pueblo natal de mi padre se llama Cuilapa, Santa Rosa, y tiene un enorme parecido con la población colombiana de Aracataca, donde nació el escritor Gabriel García Marquez.

Cuilapa es un pueblo grande dedicado al comercio y en menor medida a la agricultura y la ganadería, la industria brilla por su ausencia. Todos venden y todos compran; pobres vendiéndoles a otros pobres.

Mi familia paterna, muy numerosa por cierto, está integrada en su mayoría por mujeres de diversas generaciones, hombres hay pocos y muchos de ellos emigraron a la capital. Mis parientes, obviamente, se dedican al comercio en general y a la elaboración de alimentos en particular. Mis tías, primas y sobrinas están atadas a la cocina, como en la época colonial (siglos XVI-XVIII).

Todos los alimentos que preparan mis familiares son sumamente elaborados, requieren altas inversiones de tiempo y de mano de obra. Hay un platillo que se consume en las celebraciones del Día de Muertos, llamado FIAMBRE, que puede implicar un par de semanas su elaboración; además de ser muy costoso por la variedad de ingredientes: carnes de todo tipo, embutidos, vegetales, todo encurtido, se está perdiendo su tradición de ser un plato familiar, para pasar a ser un plato elaborado industrialmente.

Otro rasgo colonial en la comida es que las tortillas siempre son elaboradas a mano, aunque acá se conocen las tortillerías mecánicas Celorio (mexicanas) no han tenido éxito. El guatemalteco quiere comer tortillas hechas a mano, que se pueden adquirir en sitios especiales o bien que alguien en casa las haga (como es mi caso). El colonialismo guatemalteco hace que aún exista la servidumbre indígena como algo "natural", en cualquier hogar urbano las clases medias y la burguesía tienen a su servicio a varias mujeres indígenas (como es mi caso).

Como en la época feudal, en Guatemala durante muchos años se ejerció "el derecho de pernada", que consiste en que el patrón tenía el privilegio de acostarse la primera noche de bodas con las hijas de los peones, con el consentimiento de los padres de ellas. No sé si aun se sigue practicando dicho "privilegio" por parte del patrón de las fincas, haciendas y fábricas.

En otras sociedades económicamente más avanzadas, la servidumbre humana ya no existe, y cuando se requiere de alguien que haga el quehacer doméstico, la contratación es por hora y con un salario alto. Los migrantes son quienes se ocupan de esos trabajos que son resabios coloniales; como en los casos de EEUU y Europa, básicamente.

Las semejanzas con el pueblo del Gabo, son increíbles; nosotros también tuvimos a nuestro loco, no atado a un árbol, pero si viviendo en el hueco de una escalera interior de la casa de mi tía abuela, mi entrañable tío Guicho (Luis), a quien yo veía con ojos infantiles y muerto de miedo corría lo más lejos posible, aunque mi tío Guicho estaba amarrado. No hablaba, ni era agresivo, pero mi familia nunca supo que hacer con él.

Ahora que estuve de visita en el pueblo de mi padre, vi muchas mujeres hermosas y frescas en su vestido por el intenso calor, que yo las veía absorto, y admirado de tantas bellezas femeninas a mi alrededor; pero mi hermana Sandra que radica ahí en la casa paterna, me sacó de golpe de mi estado de fascinación, al decirme: "Hermano, esas mujeres que tanto te gustaron, son tus tías y tus primas, así que mucho cuidado".

1 comentario:

  1. Apreciado forista, de verdad analizando el texto de tu escrito no alcanzo a detectar cual es "el enorme parecido" ni las "semejanzas increíbles" que tiene el pueblo natal de tu querido padre, CUILAPA, Santa Rosa, con la población de ARACATACA, cuna del maestro Gabito, del cual soy oriundo. Para que tengas una visión de la Aracataca actual te invito a que visites mi blog "EL CARTERO DE MACONDO" accediendo a la página: www.veomiro.blogspot.com, una vez leas cada una de las entradas publicadas, que no son muchas, te agradezco me informes si continuas con la opinión sobre el enorme parecido con el pueblo de tu padre.
    Cordialmente,
    VEOMIRO MIROVEO

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