domingo, 10 de julio de 2011

El triple viaje de Antígona.

El triple viaje de Antígona
Mérida acoge tres adaptaciones de la obra de Sófocles, protagonizadas por Bebe, Anna Allen y Marta Etura


En 1910, el arqueólogo José Ramón Mélida descubrió en Mérida, bajo las tierras donde pastaban unas ovejas, un teatro romano anterior a nuestra era para 5 mil espectadores. Así nació la etapa contemporánea de este espacio, que tuvo un nuevo redescubrimiento para la escena gracias a la actriz Margarita Xirgu.

Estando ella de gira en 1931, paró en Mérida a repostar gasolina, bajó del coche a estirar las piernas y comenzó a gritar: "¡Un teatro!, ¡un teatro!". Devolvió a aquellas piedras su uso primigenio en 1933 con Medea. Así nació el Festival de Mérida, especializado en la dramaturgia grecolatina.

"Lo que quiere está por encima del poder", dice Bebe sobre el personaje

"Hoy vemos su misma tragedia en muchos conflictos", explica Allen
Desde entonces todas las heroínas griegas han desfilado por ese espacio. Este año lo hace por partida triple Antígona, personaje trágico creado por el poeta, estratega y actor ateniense Sófocles (496-406 antes de Cristo). Son muchas las voces, como la de George Steiner, que sostienen que es la mejor de las tragedias griegas, mientras Hegel llegó a afirmar que en Antígona se encuentra la pugna entre las esferas humana y divina, la de la familia y la del Estado.

El Festival de Mérida no recibió a esta heroína en el Teatro Romano hasta 1971, en que llega con María Fernanda d'Ocón, que volvió como Antígona a Mérida en 2003. Otras fueron Ana Marzoa (1983), Silvia Munt (1986), Julieta Serrano (1988), Victoria Vera (1992), Blanca Apilánez (1996), una versión coreográfica del Bolshói de Moscú (1997) y la última, de 2007, de Clara Badiola, con versión de Miguel Murillo, el mismo dramaturgo que el pasado viernes estrenó Antígona de Mérida (hasta el 17 de julio), espectáculo situado en la ciudad emeritense en 1936. Con él se ha abierto la 57ª edición del festival, que ha contado con la cantante Bebe (antes actriz) como protagonista de la obra.

"Antígona simboliza ese animal que tenemos dentro, los instintos más básicos, más importantes y desnudos, a esa mujer que llevamos en nuestro interior y no sabemos cómo sacarla", dice Bebe de su personaje, que confiesa que le hace crecer, evolucionar: "Me ha dado una collejita para que no se me olviden ciertas cosas.

Para mí, Antígona es una tipa que tiene muy claro lo que quiere, cuidar y dar a su hermano lo que se merece, por encima de cualquier mamarrachada que le digan los que mandan, porque lo que ella quiere está por encima del poder", señala la actriz, quien para salir a escena se despoja de sus piercings: "Ella no llevaba estas cosas, así que me lo quito todo".

La segunda adaptación de la obra que transitará por este espacio es la de la joven Anna Allen, que protagoniza la del siglo XXI (del 20 al 31 de julio), con dirección de Emilio del Valle, quien en su versión sitúa a la heroína en la actualidad: "Es una mujer que representa los valores del corazón, la dignidad..., una mujer comprometida con lo que siente, y eso es muy hermoso", señala Allen, que sostiene que hay antígonas por cualquier sitio.

"Estamos rodeados, mi propia madre es una antigonaza de narices. La tragedia de esta heroína hoy la vemos en muchos conflictos, también se podría hacer una futurista, aunque espero que para entonces hayamos evolucionado tanto que tengamos estos conflictos resueltos".

La tercera Antígona, que cierra la edición del festival, es uno de los rostros más potentes de la cinematografía española. Marta Etura será la protagonista de la versión, muy fiel a Sófocles, de Ernesto Caballero (del 11 al 28 de agosto), con el director mexicano Mauricio García Lozano.

"Mi personaje simboliza la lucha del individuo frente a la sociedad, la lucha de las generaciones jóvenes contra las viejas, la lucha de la naturaleza y del poder del hombre... Se escribió hace 2.500 años y es terriblemente actual, habla mucho del comportamiento humano".

La actriz cree que hoy las antígonas están allí donde la mujer lucha por tener lo mejor en la sociedad: "La igualdad. El hombre se sitúa más en la búsqueda del poder político, social; la mujer busca el poder afectivo, pero en esa lucha ambos tienen culpa. Muchas veces la mujer es víctima, pero también a veces colaboradora", dice esta actriz a la que le encanta el teatro: "Es donde más te entregas y donde menos cobras".

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