jueves, 21 de julio de 2011

El Parnaso y la historia.

Durante 31 años formó parte de la tradición cultural del centro de Coyoacán

El Parnaso cerró “por la crisis en la rama editorial y aumento de 250% en la renta”
La librería sufrió “el acoso feroz” de la delegación, denuncia su dueño, Antonio Sultán Achar

“¿Dónde arreglarán ahora el mundo los filósofos de café?”, interrogante que aparece en la web

La librería El Parnaso cerró de manera definitiva el pasado 15 de julio, confirmó a La Jornada su propietario, Antonio Sultán Achar, debido a un conflicto con el arrendador del local y “un acoso feroz de la delegación”, factores que se suman a la crisis de la industria editorial.

Después de 31 años de formar parte de la tradición cultural en el centro de Coyoacán, el pasado fin de semana el local bajó la cortina, al tiempo que en la web apareció la pregunta: “¿dónde arreglarán el mundo los filósofos de café?”

La noticia circuló con rapidez y suscitó múltiples comentarios, algunos para recordar de manera nostálgica que ahí compraron su primer libro, mientras otros resaltaban que ya no era una opción ante los grandes titanes de la industria y el avance del libro electrónico, “uno miraba ya El Parnaso como un muerto que se había querido mucho”.

Incluso el pasado sábado, en su cuenta de twitter, Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), convocó a reflexionar: “¿a qué apostar, a una librería de ladrillo o a digitalizar libros?”

Antonio Sultán reconoció que la crisis económica influyó mucho, “con el paso del tiempo, El Parnaso se fue descapitalizando, cada vez teníamos menos libros en las estanterías y más deudas con los editores”. Sin embargo, informó que planea abrir otra librería en el sur de la ciudad, de ser posible, en el mismo centro de Coyoacán.

En entrevista, Sultán Achar relató que a pesar de resistir durante 18 meses los trabajos de remodelación de la plaza Jardín Centenario, donde se ubica la librería y cafetería, los cuales comenzaron en marzo de 2008, y el cierre por la crisis sanitaria de influenza A/H1N1 en 2009, que generó cuantiosas pérdidas, finalmente no pudo superar el incremento de 250 por ciento en la renta que exigía el dueño del inmueble.
“En febrero de 2010, el nuevo jefe delegacional, Raúl Flores, empezó un acoso continuo por revisar los permisos con los que El Parnaso había operado durante más de 30 años”, en una aplicación selectiva de la ley, denunció Antonio Sultán.

Una de las exigencias del gobierno delegacional consistía en destinar un espacio interior para el funcionamiento de la cafetería. Al solicitar autorización para las modificaciones, el dueño del inmueble no aceptó e informó del aumento de la renta, por lo que se inició un juicio de arbitraje, el cual resultó finalmente desfavorable para El Parnaso.

En contraparte, las autoridades delegacionales comentaron al respecto que el cierre “se trata de un conflicto entre particulares por la falta en el pago de rentas”. Sobre el presunto acoso que denuncia Sultán, señalaron que a partir de 2009 comenzó un proceso de ordenamiento de terrazas en el Jardín Centenario, por lo que se pidió a El Parnaso regularizar la situación de su cafetería. No hubo acoso de la delegación, afirmó Roberto Sánchez Lazo, director general Jurídico y de Gobierno de Coyoacán.

De acuerdo con el funcionario, es una pena que desparezca un espacio cultural, pero se debe a que las personas han dejado de comprar libros, y no porque no pueda vender café, ya que esa era una actividad complementaria. También negó que se pretenda abrir un bar en el lugar, ya que el uso de suelo no lo permite.

El final de una tradición, la pérdida del patrimonio que Sultán Achar construyó durante 31 años, un síntoma de la falta de interés por la lectura, parte de la economía de mercado, la desaparición de un espacio dedicado a los libros provoca la pregunta: ¿ahora, dónde se reunirán las musas?

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